Los desacuerdos financieros entre Ucrania y Rusia, a finales de 2005, tuvieron dos consecuencias de suma importancia: una inmediata – se trata de la imterrupción del abastecimiento con gas natural, que afectó en gran medida a Europa – y otra, a largo plazo: tanto la UE, como Rusia decidieron buscar más intensamente rutas alternativas para […]
Los desacuerdos financieros entre Ucrania y Rusia, a finales de 2005, tuvieron dos consecuencias de suma importancia: una inmediata – se trata de la imterrupción del abastecimiento con gas natural, que afectó en gran medida a Europa – y otra, a largo plazo: tanto la UE, como Rusia decidieron buscar más intensamente rutas alternativas para abastecer el Occidente.
La guerra en Georgia, que estalló el pasado verano, hizo que se hablara con aun más insistencia de los proyectos energéticos. Cinco países europeos – Austria, Bulgaria, Hungria, Turquía y Rumanía – habían coincidido, aún desde el mes de octubre de 2002, crear un conrsorcio con vistas a realizar un estudio de viabilidad para la creación de una ruta de transporte del gas natural. Ocho meses más tarde, iba a aparecer el proyecto Nabucco – un gasoducto que trajera el gas del Caucaso a Europa, sin que atravesara Rusia. El gasoducto, cuya construcción es apoyada por la UE y EEUU, tendría 3300 km de largo y las obras de construcción deberían empezar en 2009.
Varias compañías del sector del gas natural de los países socios – Botas (de Turquía), OMV (de Austria), MOL (de Hungría), Bulgargaz (Bulgaria) y Transgaz (Rumanía), se comprometieron a participar en cuotas iguales. Ulteriormente, Nabucco adquirió un sexto socio – la compañía RWE de Alemania. La reacción de Moscú no se dejó esperar. Junto con Alemania, Rusia echó los cimientos de un gasoducto – North Stream – que ha de pasar por debajo del Mar Báltico y junto con la compañía italiana ENI, el mayor productor mundial de gas natural, la firma Gazprom acordó crear del gasoducto South Stream. Apoyado por Grecia, Servia, Hungría y Bulgaria, el mismo pasará por debajo del Mar Negro, de Rusia, a Bulgaria. De aquí, un gasoducto se dirigirá hacia Austria y Hungría, y otro – hacia Italia y Grecia. Tanto North Stream, como South Stream evitan a Ucrania y, según los analistas, son medios a través de los cuales Moscú puede incrementar su dominación en el sector del abastecimiento de Europa con gas.
Con la ayuda de North Stream, Rusia espera vender gas a Europa Occidental, sin países intermediarios. El primer tramo del gasoducto ha de ser puesto en fución en 2011 a más tardar. Se estima que los costes del gasoducto, que se extendirá por 1200 km, ascienden a 7,4 mil millones de euros. South Stream, con una capacidad anual de transporte de 31 mil millones de metros cúbicos, prevista a ser alcanzada en 2024, era previsto a ser puesto en función en 2013. Sin embargo, lo más probable, el plazo será aplazado por dos años, según el diario ruso Vedomosti, que cita de la estrategia de desarrollo de Gazprom hasta 2030. Los proyectos rivales, Nabucco y South Stream, están directamente interesados en conctretarse cuanto antes, dado que cada año de atraso puede añadir costes suplementarios y, lo que es más importante, puede engendrar problemas en las adquisiciones de gas del mercado centro – asiático.
El gasoducto Nabucco programado para entrar en función en 2013, con una capacidad de transporte de 32 mil millones de metros cúbicos anualmente tiene ya dificultades en contratar las cantidades de gas para poder funcionar . Hasta la fecha, sólo la parte búlgara ha firmado un contrato de mil millón de metros cúbicos de gas. Para Bucarest, el tema ha vuelto a la actualidad estos días cuando ha sido enfocado tanto por el jefe del estado, Traian Basescu durante las conversaciones celebradas con varios responsables de Siria, así como por el jefe del gobierno Calin Popescu Tariceanu con motivo de la reunión común celebrada en Szeged.
Basescu ha recalcado que desde el punto de vista político, Siria es uno de los países más importantes del Oriente Medio gracias a su potencial de suminitrar estabilidad en la región y a sus relaciones de excepción con Iran- uno de los países que podría abastecer el gasoducto Nabucco, tras aclarar Teheran con Occidente los problemas que ataňen a sus actividades nucleares. «Rumania y Hungría deben coordinar sus posiciones a nivel europeo en el sector energético y finalizar cuanto más pronto el acuerdo intergubernamental para el proyecto Nabucco»- ha apreciado en Szeged, el jefe del gobierno rumano, Calin Popescu Tariceanu
Sin lugar a dudas, el sector de importancia estrategica es el sector energético. Quisiera subrayar con esta oportunidad la nexcesidad de coordinar nuestras posiciones a nivel europeo y la necesidad de solidaridad regional en este asunto. Aprecio al mismo tiempo el deseo común de actuar a fin de finalizar cuanto más rápidamente el acuerdo intergubernamental relativo al proyecto del gasoducto Nabucco.
Otra razón por la cual los proyectos energéticos han centrado nuevamente la atención en los últimos días la representa una información aparecida en el diario moscovita Komersant, conforme con la cual Gazprom tendría en cuenta incluir Rumania en el proyecto South Stream, Bucarest habiendo de reemplazar a Sofia- información desmentida por Transgaz. Los analistas económicos aprecian que la idea de que Rumania esté involucrada en ambos proyectos no es nada mala. En opinión de los mismos, sería ilusorio creer que Bucarest podría dispensarse totalmente de Rusia en lo ataňe a la energía, siendo preferible que Rumania negociara su posición y ganara lo más posible, tal como lo hizo cada estado de la UE.