El gobierno de Gran Bretaña suspendió este viernes la Constitución de su territorio de ultramar Islas Turcas y Caicos, una medida considerada «un golpe de Estado» por el derrocado jefe de gobierno Galmo Williams.
El gobernador británico de las Islas Turcas y Caicos –un archipiélago ubicado al sudeste de las Bahamas– Gordon Wetherell, dijo haber firmado la orden y prometió celebrar elecciones generales para 2011.
Pero Williams, investido en marzo, dijo que la acción de la corona británica equivalía a una invasión, y que Londres había rechazado pedidos anteriores para celebrar un referendo que permitiera a la población decidir su futuro.
«Hoy nuestro país es invadido y recolonizado por el Reino Unido, desmantelando un gobierno y un Poder Legislativo debidamente elegidos y reemplazándolos por la dictadura unipersonal, equivalente a la de la vieja China Roja, todo en nombre de la buena gobernanza», dijo Williams.
Gran Bretaña alega haber actuado para frenar un generalizado estado de corrupción, que atenta contra los bienes de la corona.
La medida de Londres fue recomendada por una comisión designada para investigar al gobierno del ex primer ministro Michael Misick (2003-2009), quien renunció en marzo tras haber amasado una fortuna multimillonaria desde que fue elegido.
Robin Auld, al frente de la comisión investigadora, había recomendado suspender la Constitución por un periodo indeterminado, «para reemplazar el actual proceso democrático por un mandato de Westminster (el Parlamento británico) a través del gobernador, junto a un Consejo Ejecutivo Asesor de carácter consultivo».
El miércoles, un tribunal de Apelaciones de Gran Bretaña descartó los argumentos de Misick en cuanto a que la Orden Constitucional de las Islas Turcas y Caicos –que permite suspender la Constitución– infringe las leyes de la Unión Europea.
«Según la decisión del Tribunal de Apelaciones (emitida) en Londres el 12 de agosto, y por instrucción de los ministros del Reino Unido, hoy he firmado una decisión, publicada en The Gazette (órgano oficial de difusión), que pone en vigor la Orden del Consejo suspendiendo partes de la Constitución de Islas Turcas y Caicos», dijo el gobernador.
Agregó que con «efecto inmediato, el gobierno ministerial y la Cámara de la Asamblea (parlamento unicameral) están suspendidos… y la Cámara de la Asamblea es disuelta y los escaños de los miembros son desocupados».
«El derecho constitucional a un juicio con jurado también queda suspendido. De acuerdo con la Orden del Consejo, esto regirá por un periodo de dos años, sujeto a extensión o abreviación según sea necesario», dijo Wetherell.
El gobernador señaló que en ese lapso él será responsable del gobierno de las Islas Turcas y Caicos, y designó a Martin Stanley como presidente de los servicios públicos.
«En breve también designaré un Consejo Asesor y un Foro Consultivo», dijo Wetherell.
«Espero anunciar a sus miembros y las reglas de funcionamiento de estos dos nuevos organismos en los próximos días», añadió.
En mayo, Williams había reclamado a Londres un referendo para que el pueblo eligiera su futuro, en un discurso ante la conferencia sobre el Segundo Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo (2001-2010), organizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en San Cristóbal y Nevis.
También observó que una Declaración de la ONU de 1960 estableció que todos los pueblos tienen el derecho a su autodeterminación y a acometer libremente su desarrollo económico, social y cultural.
Los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) también se oponen al golpe ordenado por Londres.
En la cumbre del mes pasado en Guyana los miembros de la Caricom declararon estar «profundamente perturbados por las conclusiones adversas de la comisión investigadora de Islas Turcas y Caicos sobre posible corrupción y otros hechos deshonestos en relación a miembros elegidos, actuales y pasados, del Poder Legislativo».
«La Comunidad del Caribe sigue sosteniendo su declaración sobre la situación de las Islas Turcas y Caicos del 24 de marzo de 2009 en cuanto a que suspender la Constitución y sus instituciones democráticas y recurrir al gobierno directo del poder colonial no son las herramientas más efectivas para impulsar la buena gobernanza y la administración efectiva en el territorio», señaló el bloque.
En un mensaje dirigido este viernes a los ciudadanos, Williams condenó el «golpe» de Londres y prometió: «Mis días de servicio a mi país nunca terminarán».
El derrocado jefe de gobierno agradeció a los legisladores y funcionarios públicos destituidos por su apoyo y agregó que en el futuro «habrá desafíos mayores».
«Como nietos de esclavos, abandonados hace siglos en estas costas áridas, nosotros, junto con quienes vinieron después, hemos convertido estas islas en algo de lo que todos podemos estar orgullosos (…) Nuestros ex amos delincuentes han declarado que harán todo para (recolonizar) excepto volver a la esclavitud», enfatizó Williams.
«Como líder legítimo y debidamente elegido», Williams contradijo las recomendaciones planteadas por la comisión investigadora.
«Pero estoy convencido de que este golpe de Estado cometido contra el gobierno legítimo de nuestras Islas Turcas y Caicos, coloca al Reino Unido del lado equivocado de la historia. Puedo asegurarles que esta acción contra nosotros no es correcta ni necesaria, sino que existe porque pueden tomarla en un país de nuestro tamaño y estatus», sostuvo.
«Sin embargo, como pueblo, deberíamos confortarnos por el pensamiento de Abraham Lincoln, cuando dijo que el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo nunca perecerá… Me reconforta saber que nuestras pequeñas Islas Turcas y Caicos, bajo (la mirada) de Dios, nacerán nuevamente a la libertad», agregó.
El gobernador británico desestimó las acusaciones de golpismo. «Finalmente podemos avanzar juntos hacia un nuevo comienzo para las Islas», dijo a la población.
«Nuestros principios serán la transparencia y la responsabilidad. Creo que la mayoría de la gente en las Islas Turcas y Caicos se unirá para dar la bienvenida a estos cambios», expresó Wetherell.
«El gobierno británico y yo estamos comprometidos a trabajar para realizar elecciones libres y limpias para julio de 2011. Mientras tanto, todos debemos aprender a fomentar el espíritu público, escuchar a quienes tengan en el corazón los intereses fundamentales de estas Islas y salvaguardar los bienes fundamentales del territorio para las futuras generaciones», añadió.
«Empezar de nuevo requiere un esfuerzo conjunto. Al embarcarnos en esta desafiante etapa, anhelo y confío en vuestro entusiasta apoyo», concluyó.