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El presidente del Sinn Féin denuncia la hipocresía de Londres al reclamar indemnizaciones a Libia

Hipócrita posición británica

Fuentes: Léargas

Traducción y nota peliminar de Chesús Yuste Cabello

Recientemente ha surgido una polémica acerca del apoyo que Libia habría proporcionado al IRA durante el conflicto norirlandés. Las asociaciones de víctimas del IRA y el propio Gobierno del Reino Unido estarían presionando a Trípoli exigiéndole el pago de indemnizaciones. Reconozco que, cuando escuché la noticia, me chirrió un poco. Había varios bandos en ese conflicto cruento que asoló el Norte de Irlanda durante los años ’70, ’80 y ’90. ¿Se pedirán indemnizaciones a todos los actores del conflicto? Sobre esto mismo ha escrito el Presidente del Sinn Féin Gerry Adams en su blog, denunciando la hipocresía de Londres en este delicado asunto. Me ha parecido muy interesante su opinión, por eso me he tomado la libertad de traducirla (como es habitual, los corchetes son míos).

[Del blog de Gerry Adams]

La demanda al Gobierno de Libia pidiéndole compensaciones para las víctimas de acciones del IRA en las que se usó armamento libio, y el papel del Gobierno británico en todo esto, ha causado cierta controversia. Resulta interesante que una pequeña parte de esa controversia se haya enfocado sobre lo inapropiado por parte del Gobierno británico de realizar o apoyar una demanda a otro gobierno, dados los crímenes de guerra de Downing Street en Irlanda.

Ciertamente yo apoyaría compensaciones para todas las víctimas. Eso tiene que incluir a las víctimas de la violencia del Estado británico y de la colusión [confabulación de la seguridad británica con bandas paramilitares lealistas].

El lunes por la mañana hablé con Downing Street [residencia del Primer Ministro británico] y con el Secretario de Estado británico [para Irlanda del Norte] Shaun Woodward sobre esto y les dije que no podría haber jerarquía de víctimas, que todas las víctimas merecen compensación y que la posición del Sr. Brown [el Primer Ministro británico] es totalmente inconsistente.

Nadie debe sorprenderse por la declaración hipócrita de sucesivos gobiernos británicos en este asunto. El papel del Estado británico en el asesinato de ciudadanos en Irlanda en tiempos recientes está bien documentado. Aparte de los asesinatos cometidos por las fuerzas del estado, las agencias de inteligencia británicas también armaron a los paramilitares unionistas, incluida la Resistencia del Ulster, que fue establecida por el DUP [Partido Democrático Unionista, actualmente fuerza más votada en el Norte de Irlanda y cabeza del gobierno autonómico, junto con el Sinn Féin], y les proveyeron de la información que llevó a innumerables muertes.

Todo esto formó parte de una estrategia dirigida por el Gobierno británico que tenía sus raíces en la implicación británica en otros conflictos. La táctica empleada en la colusión estuvo diseñada durante décadas de experiencia británica enfrentándose a guerras coloniales en otros lugares.

Pero fue en los escritos y obra del Brigadier (más tarde General y Sir) Frank Kitson donde se refinó su uso en Irlanda. Kitson era el principal experto del Ejército británico en contrainsurgencia. Él racionalizó el uso de los escuadrones de la muerte y la corrupción de la justicia: «Todo lo hecho por un gobierno y sus agentes combatiendo la insurgencia debe ser legitimado. Pero eso no significa que el gobierno deba trabajar durante una emergencia exactamente con el mismo paquete de leyes que existían de antemano. La ley debería usarse como un arma más en el arsenal del gobierno, en tal caso se convierte en algo más que en una cubierta de propaganda a disposición de miembros no deseados del público».

A principio de los años 1970 los británicos mataron a católicos y protestantes y llevaron a cabo acciones, incluso con bombas, usando grupos interpuestos. La UDA [Asociación de Defensa del Ulster], que permaneció como organización legal durante casi 20 años, y la UVF [Fuerzas de Voluntarios del Ulster] realizaron una campaña de asesinatos contra católicos. Se les suministró información por las agencias de inteligencia británicas, incluidos archivos, fotografías y detalles sobre coches y movimientos.

Una de las primeras personas en ser reclutadas por la inteligencia británica fue el lealista Brian Nelson, un ex soldado británico. Dos años más tarde, fue designado oficial de inteligencia de la UDA en su Brigada de Belfast Oeste. Después, en 1987 se convirtió en jefe de inteligencia de la UDA. La inteligencia británica le ayudó a actualizar sus archivos de inteligencia. La casa y el coche de Nelson eran pagados por los británicos y le daban 200 libras semanales para gastos.

En el verano de 1985 Nelson fue enviado a la Sudáfrica del apartheid para conseguir armas. Para financiar el viaje, la UDA, la UVF y la Resistencia del Ulster atracaron el Northern Bank en Portadown, con un botín de 325.000 libras que fueron empleadas en adquirir un cargamento de armas, consistente en 200 rifles automáticos AK47, 90 pistolas Browning, 500 granadas de fragmentación, munición y 12 lanzacohetes RPG.

Dick Wright, un representante del fabricante de armas sudafricano Armscor, ofreció armamento a cambio de partes de misiles o planos obtenidos de la enorme planta de producción militar de Shorts en Belfast Este. En octubre de 1988 un modelo del sistema de misiles Javelin fue robado de Shorts y unos meses más tarde un misil Blowpipe desapareció. En abril de 1989 tres miembros de la Resistencia del Ulster, Noel Little, James King y Samuel Quinn, al menos dos de ellos miembros de la Iglesia Presbiteriana Libre [fundada por el Rev. Ian Paisley, líder del DUP], fueron arrestados en París durante una reunión en un diplomático sudafricano y un comerciante de armas. En los tres años siguientes a la llegada del cargamento sudafricano los paramilitares unionistas asesinaron a 224 ciudadanos e hirieron a innumerables víctimas. Uno de ellos fue Pat Finucane, un abogado de derechos humanos que fue tiroteado en febrero de 1989 en su casa en Belfast Norte.

Todos los asuntos relacionados con la verdad y las víctimas deben ser sometidos a examen. Este blog no tiene problema con las campañas para que los gobiernos paguen compensaciones. Pero eso tiene que incluir al gobierno británico. La posición de Gordon Brown es totalmente inconsistente, pero esto está de acuerdo con el juego que han desarrollado durante largo tiempo en esta importante materia.

Otro ejemplo de esto se encuentra en el reciente rechazo de Shaun Woodward a la propuesta de la Comisión Eames/Bradley para el reconocimiento de un pago a todas las víctimas.

El hecho es que el gobierno británico es un actor en todos estos asuntos. Fue una de las fuerzas combatientes en el conflicto y no es y no puede ser, o pretende ser, un árbitro objetivo y neutral. Su posición y la postura de Gordon Brown y Shaun Woodward fluye desde esta realidad.

Fuente: http://leargas.blogspot.com/2009/09/british-stance-hypocritical.html

Traducción: http://innisfree1916.wordpress.com/2009/09/10/gerry-adams-denuncia-la-hipocresia-de-londres-al-reclamar-indemnizaciones-a-libia/