Recomiendo:
0

Entrevista con Margarita Murillo, dirigente del Frente Nacional de Resistencia, el día que Manuel Zelaya regresó a Tegucigalpa

«El objetivo del pueblo hondureño es la Asamblea Nacional Constituyente»

Fuentes: Rebelión

El 21 de septiembre, Tortilla con Sal logró hablar con Margarita Murillo, una de las dirigentes más activas de la organización del Frente Nacional de Resistencia al golpe de Estado, sobre el regreso de Manuel Zelaya a Honduras. TcS: Margarita, la situación ha cambiado dramáticamente hoy, ya que Manuel Zelaya está aparentemente en la Embajada […]

El 21 de septiembre, Tortilla con Sal logró hablar con Margarita Murillo, una de las dirigentes más activas de la organización del Frente Nacional de Resistencia al golpe de Estado, sobre el regreso de Manuel Zelaya a Honduras.

TcS: Margarita, la situación ha cambiado dramáticamente hoy, ya que Manuel Zelaya está aparentemente en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa. ¿Cuál es su análisis de cómo ha cambiado la situación a raíz de la presencia de Presidente Manuel Zelaya de nuevo en Tegucigalpa?

MM : A mí me parece que los cambios que ha habido son varios. Uno, la entrada de él motiva al pueblo hondureño a movilizarse hacia Tegucigalpa. Y eso es un punto a favor de la Resistencia. Pero también a la par de eso motiva también a que los golpistas ahora pongan un toque de queda Y eso es un punto en contra de la Resistencia. Porque si hay un toque de queda, nuestra población no se puede movilizar hacia Tegucigalpa. Pero también a nosotros, como Frente Nacional de Resistencia Popular, nos parece que el que presidente Manuel Zelaya Rosales esté ahora en nuestro país puede que sea para llegar a un proceso de diálogo con sectores, tanto el sector popular a través del Frente como con la empresa privada y empezar un proceso de pláticas y negociaciones. Eso puede darse.

Lo otro que se puede dar es que Manuel Zelaya Rosales cumpla y diga que no hay firma del Acuerdo de San José y que el Acuerdo de San José desaparezca definitivamente. Otro que se puede dar es que mañana está la de la Hillary Clinton y de la ONU y va a ver una posición. Pero nosotros también tendríamos que tener seguridad de que nuestro pueblo va a estar esperando que no va a haber elecciones generales, sino que vamos a esperar como pueblo ir a un proceso para la Asamblea Nacional Constituyente. Y para irnos a ese proceso de una Asamblea Nacional Constituyente, significa que tenemos que mover toda la población hondureña. Tenemos que movilizar mucha población y darle todo el respaldo que el presidente de la República merece y necesita para poder enfrentar la situación que se está dando en este momento. Eso es lo que serían los puntos a favor y los puntos en contra que nosotros como población hondureña tendríamos.

Esta semana es decisiva tanto para el presidente, como para los golpistas y para nosotros como Frente Nacional de Resistencia Popular. Es decisiva para todos. Y es decisiva para odos porque nosotros como Frente tenemos que medir las fuerzas que tenemos de movilización. El presidente tendría que medirse él hasta dónde llega con la firma de los acuerdos o con esa mesa de diálogo y los golpistas tienen que medirse a ver a qué horas van a tener que abandonar el poder y salir del país o dejar para que el presidente constitucional vuelva a retomar.

Para mí, particularmente, yo creo que si José Manuel Zelaya Rosales ahora que ya está en el país, no debe llegar para legitimar elecciones generales. Debe de llegar para convertirse en el jefe del Estado de la nación. Porque en este momento ya no cabe esta restitución del orden constitucional y lo único que cabe después de un rompimiento del orden constitucional es una Asamblea Nacional Constituyente. Y como es lo único que cabe después de un golpe de Estado, entonces para mí el presidente de la República ya no sería el presidente de la República sino sería el Jefe de Estado y empezaría a actuar como tal. Desmovilizar el Congreso Nacional. Desmovilizar la Corte Suprema de Justicia. Desmovilizar todos aquellos poderes estatales que han sido golpistas para empezar a dar ese seguimiento a la Asamblea Nacional Constituyente y luego esa convocatoria general que para mí tampoco es necesario que lo haga el presidente de la República.

El presidente de la República si firma los acuerdos va completamente amarrado, pero como eso de los acuerdos lo va a firmar él, nosotros el pueblo hondureño no hemos firmado nada. El pueblo hondureño va hacia un solo objetivo que es la Asamblea Nacional Constituyente, no elecciones generales, no estaríamos siguiendo, no estaríamos participando, ni estaríamos yendo a consolidar ese sistema golpista porque para nosotros, si el 29 de noviembre hay elecciones y gana Pepe Lobo sería dar seguimiento a un golpe de Estado. Continúa. Sería la continuación de un golpe de Estado con diferente color y con diferente persona pero sí sigue siendo un golpe de Estado y sería peor todavía para el pueblo hondureño.

TcS: Y qué pasaría, Margarita, por ejemplo, si suponemos que hay un diálogo, y como resultado del diálogo se acuerda que no van a ir a las elecciones el 29 de noviembre pero empiezan otro proceso electoral con diferentes autoridades como resultado del diálogo y se decide ir a una elección que podría ser en diciembre, digamos. ¿Qué piensa de aquella posibilidad?

MM : Allí puede haber dos posiciones. Una posición que sería completamente radical de no ir a elecciones ni en noviembre ni en diciembre ni en ningún momento, sino continuar con esa inquietud de la Asamblea Nacional Constituyente. Y la otra que sería una posición que de repente algún sector o algunos sectores del país podrían llegar a proponer o puede ser que resulte sería ir a elecciones con una alianza de sectores.

Pero para mí si eso se diera, no tendría que ser ni en noviembre ni en diciembre sino que tendría que ser en otro plazo más adelante para que el presidente cumpla con los cuatro años completos del mandato. Porque si en este momento fueran las elecciones en noviembre, eso significa que los tres meses que él ha estado afuera quedarían tres meses en que él no ha gobernado. Entonces esos tres meses tendrían que restituirse a él como mandatario.

Eso sería. Si fuera que a mi me tocara tomar decisiones, yo siempre sigo manteniendo no a las elecciones generales, no ir ni el 29 de noviembre ni entre tres meses ni dentro de seis meses, si no siempre seguir manteniendo la posición de ir a una Asamblea Nacional Constituyente para restaurar completamente el orden constitucional y de esa manera nosotros también como pueblo, como organizaciones populares, como movimiento popular hondureño, tener esa cuota de poder que nos corresponde.

Porque si nosotros cedemos, volvemos a quedar otra vez una resistencia exclusivamente de los 89 días, la resistencia de cuando el presidente no estuvo, pero no tendríamos ningún objetivo alcanzado en este momento.

Son dos posiciones y para mí son dos posiciones difíciles. Difícil sería aceptar, pues que tiene que irse a un proceso electoral como tan difícil saldría para la otra parte aceptar ir a una Asamblea Nacional Constituyente.

TcS: ¿Cuán relevante en este momento es el tema de la impunidad? ¿Usted aceptaría como parte del diálogo un tipo de amnistía para la gente que ha cometido tantos crímenes bajo este régimen de facto?

MM: Ese es otro de los puntos que nosotros como pueblo hondureño por dignidad y por moral no tendríamos que aceptar. Porque los muertos de los compañeros, las violaciones de las compañeras, los torturados que han habido, los desaparecidos que ha habido, eso quedaría en la impunidad y darle así un premio a los golpistas dejándolos con una amnistía o no llevándolos a juicio, eso sería darle un premio a un golpista para que vuelva a hacer lo mismo en otra ocasión o para que otros aprendan la lección y lo vuelvan a hacer.

Para nosotros lo más factible sería que se restituye Mel Zelaya. Vamos a una Asamblea Nacional Constituyente y luego darles el castigo que merecen los que tienen el país en estas condiciones antidemocráticos. Porque nosotros, yo lo he dicho un monto de veces, nosotros no queríamos ir a las calles. Nosotros estuvimos tranquilos. No quisimos ir a las calles. Pero los golpistas nos obligaron a ir a las calles. Los golpistas nos pidieron de favor que nosotros tomáramos las riendas de las calles, que tomáramos la decisión, que protestáramos.

Nosotros habíamos caído en esa falta de decisión de protestar diariamente. Lo hicimos cada Primero de Mayo, o lo hacíamos así circunstancialmente y muchos gremios lo hacían únicamente por sus estatutos. Los campesinos por la reforma agraria. Los maestros por su estatuto docente. Los médicos por el estatuto. Las enfermeras por el estatuto. Pero no se había dado así, luchando a diario por una sola causa o un sólo objetivo. Pero los golpistas nos obligaron a unirnos en un sólo objetivo. Y ese objetivo es estar en contra del golpe de Estado y luego ir a una Asamblea Nacional Constituyente.