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El presidente concede la Legión de Honor al procurador que reabre el caso Clearstream

Sarkozy premia al fiscal que persigue a su rival Villepin

Fuentes: Ojalá/SanchoPanzaLab

Nicolas Sarkozy ha elevado al rango de oficial de la Legión de Honor, una de las medallas honoríficas más preciadas de Francia, a un hombre que se ha hecho célebre en todo el mundo por su entusiasmo por continuar con el caso Clearstream. Se trata del fiscal general de París, Jean-Claude Marin. Es decir, el […]

Nicolas Sarkozy ha elevado al rango de oficial de la Legión de Honor, una de las medallas honoríficas más preciadas de Francia, a un hombre que se ha hecho célebre en todo el mundo por su entusiasmo por continuar con el caso Clearstream. Se trata del fiscal general de París, Jean-Claude Marin. Es decir, el procurador que ha decidido volver a procesar al ex primer ministro Dominique de Villepin nada más quedar este absuelto, en enero pasado, de una presunta conjura contra el propio Nicolas Sarkozy.

La concesión de los grados de la famosa Legión de Honor depende directamente del presidente de la República. El ascenso honorífico lo pilla en un momento curioso, puesto que el fiscal Marin está ahora mismo enfrascado en la preparación de los nuevos dossieres con los que intentará acusar a De Villepin, el enemigo mortal de Sarkozy, en un nuevo juicio de apelación, que tendrá lugar dentro de unos meses, probablemente a finales de este año.

Ocho semanas atrás, el Tribunal Correccional de París había absuelto a Villepin de toda responsabilidad en la conjura Clearstream, el turbio asunto de cuentas bancarias en paraísos fiscales que manchaban el nombre de Sarkozy. Entonces, Jean-Claude Marin decidió volver a encausar a De Villepin, cuando en realidad podía simplemente citarlo como testigo en un nuevo juicio.

Los abogados de De Villepin han iniciado una acción judicial contra Sarkozy por violación de la presunción de inocencia, y han afirmado que están dispuestos a ir a la Corte Europea de Derechos Humanos. El presidente francés había declarado, en los prolegómenos del primer juicio, que De Villepin y los otros acusados eran «culpables», olvidando el principio fundamental de la presunción de inocencia.

www.sanchopanza.net

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