La administración universitaria y los estudiantes que lideran la huelga en diez recintos de la Universidad de Puerto Rico lograron anoche un acuerdo que podría poner fin a ese conflicto, si los consensos son ratificados en breve por igual número de asambleas estudiantiles. La presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, dijo a su […]
La administración universitaria y los estudiantes que lideran la huelga en diez recintos de la Universidad de Puerto Rico lograron anoche un acuerdo que podría poner fin a ese conflicto, si los consensos son ratificados en breve por igual número de asambleas estudiantiles.
La presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, dijo a su salida que la votación fue 9-4 y que ella fue una de las que votó en contra porque no está de acuerdo con el lenguaje de las cuotas y las sanciones, ya «que es muy general».
«Yo voté en contra porque el lenguaje de la sanciones requería unos cambios que no se hicieron», sentenció la presidenta de la Junta de Síndico que no escondía anoche su enojo ante la firma del acuerdo.
Además de Rivera, los síndicos que votaron en contra fueron Agustín Cabrer, Francisco Fantauzzi y Carlos Dávila.
Rivera agregó que los estudiantes tienen cinco días para celebrar las asambleas y ratificar los acuerdos.
Los estudiantes, por su parte, catalogaron el acuerdo como un triunfo para ellos.
«Quien ganó hoy fue la Universidad, la educación pública», dijo anoche el líder estudiantil Aníbal Nuñez.
Los jóvenes universitarios se movieron a las afueras del tribunal a celebrar los acuerdos.
Luego de cuatro días de mediación en el conflicto por parte del ex juez Pedro López Oliver los huelguistas lograron lo que ya se había anticipado: que no se impondrá una cuota especial a los estudiantes durante el proceso de matrícula de agosto.
El Comité Negociador Nacional había accedido a un lenguaje en el que se reconocía la potestad de la UPR de imponer este tipo de cobros y a eso, se indicó, se le añadió que los estudiantes rechazaban cualquier tipo de aumento en los costos de estudios.
El tema más controvertido, el de las sanciones, fue el que mantuvo el tranque de los dos últimos días, porque la Junta de Síndicos insistía en que los castigos a los huelguistas fueran lo más expeditos posibles.
En ese ámbito, los estudiantes sacrificaron bastante.
Primera Hora supo que ayer la presidenta de la Junta de Síndicos acudió al bufete McConnell Valdés a «consultar» en torno hasta dónde podía llegar el organismo en el tema de las sanciones, en concreto si la Junta podía alterar el reglamento estudiantil por medio de la firma del acuerdo. Éste se habría redactado con cero procesos sumarios para los huelguistas, pero subsiste la posibilidad de las expulsiones y las suspensiones. La administración no quería aceptar dilaciones en los castigos hasta que se resolviesen los procesos apelativos, como exigían los estudiantes.
Finalmente no se concedió la petición de un periodo de 60 días para que la Universidad atienda los recursos apelativos. Los estudiantes pedían que, de agotarse ese periodo, los sancionados pudieran continuar sus estudios hasta que se diera un fallo final y firme. La UPR, sin embargo, a lo que se comprometió anoche fue a un proceso expedito y reconoció que una dilación podría afectar los derechos de los estudiantes.
Se añadió anoche que los examinadores de los casos van a ser ex jueces de justicia.
«La concesión de los estudiantes en este caso fue extraordinaria», dijo una fuente.
Ayer se temió que la Junta no compareciera en pleno a la cita con el mediador en el Centro Judicial de San Juan.
Los síndicos se reunieron en horas de la tarde en la Junta de Síndicos y llegadas las 6:30 de la tarde no habían llegado a la corte, lugar donde se han llevado a cabo las negociaciones dictadas por el juez José Negrón Fernández.
Líderes estudiantiles y algunos de sus abogados llegaron a plantearse si detrás de la resistencia de la UPR en rubricar un acuerdo subyacía el interés de esperar a que el Tribunal Supremo emitiese una sentencia sobre la demanda de varios estudiantes de Derecho de la UPR.
Esos estudiantes solicitaron al alto foro que se exprese en torno a si el derecho constitucional a la expresión cobija a los estudiantes que controlan los portones de la Universidad, y si ésta tiene una obligación contractual de mantener sus operaciones.
La mediación de anoche se dio mientras decenas de huelguistas piqueteaban frente al Centro Judicial de San Juan.
Los estudiantes, convocados por la Juventud 23 del Movimiento al Socialismo, marcharon desde el Recinto de Río Piedras hasta el tribunal en apoyo a la negociación y por la ratificación de los acuerdos.
«Si no hay negociación, no abriremos los portones», fue una de las consignas que corearon.
Los manifestantes lograron ocupar dos carriles y a eso de las 9:00 de la noche ya se habían marchado.
rCR