El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha roto con el que fuera junto a él cofundador del Partido de las Libertad (PDL), Gianfranco Fini, a quien ha retirado su confianza como presidente de la Cámara de Diputados
La expulsión se ha materializado en el transcurso de una corta reunión del comité del PDL. «Están fuera», señaló tajante Berlusconi durante una rueda de prensa al término del encuentro en el que se analizó la situación creada en el partido tras el enfrentamiento entre Berlusconi y Fini, las duras críticas de éste hacia el Gobierno y las manifestaciones en esa línea de sus seguidores.
Berlusconi explicó que se ha producido un disentimiento entre Fini y los «finianos» y el Gobierno que va más allá del que «se puede tolerar» en el seno de un partido. «Ya no estoy dispuesto a aceptar el disentimiento, un verdadero partido dentro del partido», declaró.
El primer ministro manifestó que el PDL «ha perdido su confianza en Fini en papel de garante de la presidencia de la Cámara de los Diputados».
En la reunión se aprobó un documento que censuró duramente a Fini y envió al Comité de Probiviri («de los hombres de pro») a tres dirigentes de la línea del dirigente expulsado: Italo Bocchini, Fabio Grannata y Carmelo Briguglio, para que decida qué sanciones aplicar por sus comportamiento «contrarios» a los intereses del partido y que puede ser la expulsión del mismo.
Sobre Fini, el documento señala que el presidente de la Cámara de Diputados y cofundador del PDL ha mantenido una «crítica demoledora» sobre el Gobierno, un «ataque sistemático directo contra la figura del presidente del Gobierno».
Efecto en el Parlamento
Berlusconi está convencido de que su formación mantendrá la mayoría absoluta en el Parlamento, aunque los «finianos» formen grupo propio.
Los «finianos» dicen contar con 35 diputados y 15 senadores.
De ser así, Berlusconi puede ver peligrar esa mayoría absoluta que tan cómoda tiene ahora. La coalición en el poder cuenta con 344 diputados (de los 630 total).
A esta situación de práctica ruptura se ha llegado sólo 16 meses después de la creación del PDL, nacido de la unión de Forza Italia, de Berlusconi, y de la derechista Alianza Nacional, de Fini.