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Entrevista a Ernesto Canales, víctima de la persecución en Honduras

«Continúan vigilando mi domicilio, responsabilizo al régimen de Lobo de cualquier cosa que me pase»

Fuentes: Defensores en línea/Rebelión

En entrevista con defensoresenlinea.com Ernesto Canales (1972) denuncia la sistemática persecución del régimen de Lobo: «continúan vigilando mi domicilio, el 22 de noviembre un carro negro polarizado se quedó toda la madrugada, era un auto lujoso sin placas, y el día lunes 23 de noviembre llegó un automóvil rojo y se quedó estacionado en el […]

En entrevista con defensoresenlinea.com Ernesto Canales (1972) denuncia la sistemática persecución del régimen de Lobo: «continúan vigilando mi domicilio, el 22 de noviembre un carro negro polarizado se quedó toda la madrugada, era un auto lujoso sin placas, y el día lunes 23 de noviembre llegó un automóvil rojo y se quedó estacionado en el mismo punto de ayer, habían tres sujetos». En julio del año pasado, Ernesto Canales fue detenido ilegalmente cuando pretendían acompañar al Presidente Zelaya en su retorno terrestre por Nicaragua, la policía lo fotografío, le tomó las huellas digitales y capturaron en la base de datos de la Secretaría de Seguridad de facto el domicilio, donde actualmente es vigilado por 3 equipos, que se turnan en vehículos sin identificación y en motocicletas.

MC.- ¿Cuándo lo arrestó ilegalmente la policía?

EC.- Con unos compañeros de la universidad decidimos viajar hacia la frontera de Nicaragua -a la localidad de Las Manos- para acompañar al Presidente Manuel Zelaya, pudimos llegar hasta el lugar donde estaba la primera dama en Jacaleapa, pero el retén de la policía era muy fuerte y no avanzamos, nos quedamos a dormir y decidimos ir a buscar comida, de repente salió una patrulla inesperadamente, nos pidieron la identificación y como nosotros somos numeración 0801 -correspondiente a Tegucigalpa-, la policía detectó que éramos de los manifestantes, intentamos decirles que andábamos visitando a la familia, así que nos subieron en la patrulla y nos exhibieron por todo el pueblo para ver si alguien nos reconocían, cuando la policía vio que nadie nos saludaba, ni se preocupaba, nos llevaron por un camino de tierra a Danlí. Nos asustamos, creímos que era el último día de nuestras vidas, porque nos cambiaron de paila, a un vehículo del ejército y nos trasladaron a la posta.

MC.- ¿De qué cargos penales los acusó la policía?, ¿les ofrecieron un abogado y una llamada telefónica?

EC.- Dijeron que nos detenían porque rompimos el toque de queda, nos pidieron la identidad para apuntarnos en sus libros de novedades, nos tomaron las huellas digitales y fotografías, en sus computadoras capturaron los domicilios de cada uno, nunca nos ofrecieron la protección de un abogado, nos introdujeron directamente a la bartolina.

MC.- ¿Cuántas horas permanecieron detenidos ilegalmente?

EC.- Fuimos detenidos aproximadamente a las 8pm y fuimos liberados a las 6am; regresamos a pie a Jacaleapa, incluso en los retenes militares nos insultaban, el ejército no permitía que nos dieran «jalón».

MC.- A un año de que la policía lo capturó en sus bases de datos, ¿volvió a tener problemas con la policía?

EC.- Después de la detención yo sabía que quedábamos fichados por los aparatos represivos, he asistido a las manifestaciones, no desisto de mis convicciones, la policía quiere ver de qué manera uno abandona la lucha social, he sufrido persecuciones de otras formas.

MC.- ¿Qué tipo de persecuciones y amenazas recibió después de la detención de la policía?

EC.- Por un tiempo después de mi detención ilegal en Danlí no había tenido problemas, hasta ahora -el 21 de octubre- que en mi casa cierran la válvula del agua para obligarme a salir a la calle de noche, han colocado motocicletas de lujo frente a mi casa -mi barrio es muy peligroso para abandonar una motocicleta tan cara-, el 26 de octubre salí a buscar una refacción -a las 9am- y dos sujetos comienzan a perseguirme en motocicleta, logré despistarlos y me fui a Siguatepeque sin avisarle a nadie. Me quedé un par de días en casa de mi mamá, ella en su desesperación vino a poner la denuncia a COFADEH y hoy vengo a ratificar la denuncia porque continúan vigilando mi domicilio, el 22 de noviembre un carro negro polarizado se quedó toda la madrugada, igual era un auto lujoso y el día lunes 23 de noviembre llegó un automóvil rojo y se quedó estacionado en el mismo punto de ayer, habían tres sujetos.

MC.- ¿Preguntó a los vecinos si les resultan familiares las personas y automóviles sospechosos?, ¿anotó las placas de los vehículos?

EC.- El auto negro no tenía placas, el auto rojo sí tenía pero cuando yo vi a las 3 personas me dio miedo ir a asomarme y anotar las placas. Con respecto a mis vecinos, yo le he preguntado al vigilante de la Iglesia -que está frente a mi casa-, también sospecha que me vigilan, el problema es que el vigilante llega a las 10am cuando abren la Iglesia y no queda un velador; los vecinos no conocen los vehículos, pero no comentan nada, sólo que asaltaron al mercadito del chino de la esquina. Mi esposa preguntó a los vecinos y sí le han dicho que miran cosas extrañas.

MC.- ¿Recibió alguna llamada anónima para amenazarlo?, ¿mensajes de texto?

EC.- En mi teléfono no, porque prácticamente no se lo hemos dado a otras personas, con los compañeros de la Resistencia lo hablamos en vivo, por precaución a que tengan intervenidos nuestros teléfonos.

MC.- Finalmente, ¿a quién responsabiliza del hostigamiento?

EC.- Al régimen le pido que cese la persecución contra mí, los culpo de cualquier cosa que le pase a mi familia y a mí, porque me siento amenazado de forma constante en estos últimos días; responsabilizo al régimen de Lobo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.