En Grecia el Estado ya no puede representar el interés general. Ha perdido el monopolio de la legitimidad, y a duras penas mantiene el de la violencia . Los políticos, la policía y los periodistas que defienden el chantaje y los recortes, son ya en exclusiva los políticos, la policía y los periodistas del Fondo […]
En Grecia el Estado ya no puede representar el interés general. Ha perdido el monopolio de la legitimidad, y a duras penas mantiene el de la violencia .
Los políticos, la policía y los periodistas que defienden el chantaje y los recortes, son ya en exclusiva los políticos, la policía y los periodistas del Fondo Monetario Internacional y el Banco central Europeo. No de los griegos, no de Grecia, no de la democracia.
La soberanía popular ya no está en el parlamento sitiado donde las élites deciden recortes que no les afectarán a ellas. Hay un pueblo escindido, en formación, que se expresa en la huelga de 48h, en los bloqueos y los choques con la policía.
Grecia es hoy la principal grieta de la Europa del capital. Sufre una aguda crisis estatal. Los capitales financieros vaciaron la soberanía nacional, redujeron la acción del Estado a poco más que administrar los recortes y la policía. Y ahora, ante la extensión y organización del descontento popular, eso ya no basta para gobernar. La clase dirigente ya no dirige nada, está moribunda y con su agonía prolonga la del país. Tiene que irse, y hay que empujar por un proceso constituyente revolucionario. Ejemplo para toda Europa.
Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/lecciones-griegas-1