Miles de estudiantes griegos recordaron ayer en las calles de Atenas al joven asesinado por la policía durante una protesta, un día como hoy en 2008, y denunciaron la creciente represión policial, extendida a las universidades. Tres años después de la muerte del adolescente de 15 años Alexandros Grigoropulos, la fecha se convirtió en una […]
Miles de estudiantes griegos recordaron ayer en las calles de Atenas al joven asesinado por la policía durante una protesta, un día como hoy en 2008, y denunciaron la creciente represión policial, extendida a las universidades.
Tres años después de la muerte del adolescente de 15 años Alexandros Grigoropulos, la fecha se convirtió en una jornada reivindicativa contra la violencia capitalista que empuja a la pobreza, el paro o la marginación a un sector creciente de la población, denunciaron los manifestantes.
Durante la mañana una marcha que congregó a unos 5 mil jóvenes recorrió el centro de Atenas con lemas tan elocuentes como «si quieres soñar….¡despierta!» o «los jóvenes en las calles por los derechos sociales», para finalizar frente al Parlamento.
En un manifiesto difundo entre los asistentes se explicaba que las causas que hace tres años condujeron a la juventud a salir a luchar no sólo siguen siendo las mismas, sino que en el contexto de la crisis económica internacional y griega empeoran constantemente.
Según explicaron algunos manifestantes a Prensa Latina, la Universidad se convirtió en un lugar donde no se puede «hacer política» y donde los derechos y libertades más básicos son conculcados por el poder.
Serafín, un joven de 16 años, denunció el alarmante deterioro de la educación pública y como la merma de los ingresos familiares, debido a la crisis económica, dificulta en gran medida la continuidad de los estudios en muchos hogares.
Libros y matrículas escolares aumentaron de precio a medida que lo hicieron los recortes en materia educativa, relató Eleni, una estudiante de historia, y para 2012 se contempla una reducción del 60 por ciento en este sector, en contraste con el aumento de las partidas de gasto militar.
Por la tarde una segunda manifestación de características similares, convocada por organizaciones de izquierda y anarquistas, volvió a repetir el recorrido y como ocurrió con la de la mañana, fueron disueltos por las numerosas unidades de policías antidisturbios que custodiaban el Parlamento.
Más de 5 mil policías fueron desplegados en Atenas, y varias estaciones de metro cerradas para evitar una mayor afluencia de manifestantes tanto al inicio como al final del recorrido de ambas marchas.
En otros puntos de Grecia también se llevaron a cabo marchas en conmemoración por el joven asesinado y contra las políticas económicas neoliberales promovidas «por fascistas y banqueros», condenaron los manifestantes.
En Tesalónica, la segunda ciudad del país, hubo enfrentamientos entre jóvenes y policías frente a algunas comisarias y delegaciones ministeriales, mientras que en Heraklion, capital de la isla de Creta, los manifestantes atacaron algunas sucursales bancarias.