El pasado lunes, las petroleras Rosneft (Rusia) y ExxonMobil (EEUU) precisaron las condiciones de explotación conjunta del segmento ruso de la plataforma continental en regiones árticas. El acuerdo de cooperación se firmó hace un año aproximadamente, pero desde aquel momento no se avanzó en casi nada. Los expertos coinciden en que a ExxonMobil la disuadían […]
El pasado lunes, las petroleras Rosneft (Rusia) y ExxonMobil (EEUU) precisaron las condiciones de explotación conjunta del segmento ruso de la plataforma continental en regiones árticas.
El acuerdo de cooperación se firmó hace un año aproximadamente, pero desde aquel momento no se avanzó en casi nada. Los expertos coinciden en que a ExxonMobil la disuadían las condiciones tributarias de sus hipotéticas operaciones en Rusia.
Sin embargo, recientemente Vladimir Putin, actual primer ministro de Rusia y elegido presidente en los últimos comicios, firmó un Decreto sobre condiciones tributarias preferentes para las empresas que participen en la explotación de los yacimientos del segmento ruso de la plataforma continental en el Ártico, hecho que cambió inmediatamente la situación.
Las partes firmaron el acuerdo sobre la creación de dos empresas de capital mixto que se dedicarán a la explotación en las plataformas continentales del mar de Kara y del mar Negro. Los primeros pozos de prospección se abrirán, según está previsto, en 2015. Además, Rosneft participará en la realización de tres proyectos de ExxonMobil: en Texas, en el Golfo de México y en la provincia canadiense de Alberta.
El segundo intento de las petroleras
Rosneft llevaba tiempo buscando alguna empresa occidental para asociarse con fines de explotar la plataforma continental en el Ártico, dado que dispone de licencia pero tiene escasa experiencia en este tipo de extracción. No se oculta que las petroleras nacionales de momento serían incapaces de trabajar en la plataforma continental ártica.
«La explotación de la plataforma continental es un proceso complejo en todos los aspectos», explica Boris Tumanián, catedrático de la Universidad de Gas y Petróleo Gubkin de Rusia: «Una empresa por su cuenta no podrá ofrecer solución a unos problemas tan globales, de modo que cualquier alianza con importantes actores del sector sería muy bienvenida».
«Rusia extrae petróleo principalmente en tierra firme, no realiza proyectos de explotación de la plataforma continental a gran profundidad», señaló a RIA Novosti Vitali Kriúkov, analista del Fondo de inversiones Kapital, precisando que Estados Unidos ha desarrollado tecnologías verdaderamente revolucionarias en la extracción de gas y petróleo en los sitios de difícil acceso.
El primer candidato a la asociación con Rosneft era la petrolera británica British Petroleum, que firmó con la parte rusa a principios de año pasado un acuerdo de cooperación estratégica que preveía, entre otros pasos, el intercambio de acciones.
No obstante, en primavera de 2011 se empezó a rumorear que la transacción posiblemente no llegaría a celebrarse, y que Rusia estaba buscando a otro socio. La razón de la «separación» fue la inflexible postura de los accionistas rusos de la BP, el consorcio AAR, que había formulado unas condiciones inaceptables para Rosneft.
La ExxonMobil se convirtió en el nuevo socio de Rosneft porque en opinión de los expertos dispone de una extensa experiencia en el trabajo con recursos petroleros de difícil acceso. Por lo tanto, el interés de la parte rusa no se limita en exclusiva a la exploración conjunta de la plataforma continental.
Cooperando en el mar y en la tierra
Rosneft tiene proyectos de extracción de petróleo de difícil acceso en Siberia Occidental y a ExxonMobil también se le invitará a participar, cuenta Vitali Kriúkov. Rusia necesita encontrar posibilidades de llegar precisamente a este «petróleo difícil», para lo cual serían extremadamente útiles la evaluación y las experiencias de la petrolera estadounidense, prosigue el experto.
La única pregunta es el grado de aplicación de estas experiencias a la realidad rusa. Vitali Kriúkov está seguro de que no se las podrá aprovechar sin introducir ciertas modificaciones. Se necesitará, augura, un minucioso trabajo de adaptación de las tecnologías desarrolladas en Estados Unidos a las condiciones específicas del Ártico y de Siberia Occidental.
No es casual el elevado interés de las petroleras rusas hacia la plataforma continental de las tierras árticas y los yacimientos de difícil acceso. Los expertos coinciden en que los yacimientos de fácil acceso de la región están a punto de agotarse y, a falta de estímulos tributarios, Rusia podría enfrentarse a una caída de los volúmenes de extracción. «Por este motivo es tan importante pasar a la explotación de los recursos poco tradicionales que podrían calcularse, de acuerdo con los pronósticos, en miles de millones de toneladas», opina Vitali Kriúkov.
Sin embargo, algunos expertos ponen en duda el beneficio que traería la explotación de yacimientos de la plataforma continental. «Creo que de momento esta opción debería ser descartada, dado que conlleva unos colosales gastos de energía y recursos», opina Boris Tumanián. Además «no queda muy claro si la materia prima extraída con tantas dificultades se destinará a cubrir la necesidades internas del país y quedan sin precisar los esquemas de transporte y los aspectos de la logística», concluye. Los proyectos de la exploración de la plataforma continental deberían ser elaborados a nivel de la documentación, mientras que los esfuerzos prácticos habría que concentrarlos en el procesamiento de los hidrocarburos.
«Estamos muy atrasados en cuanto a tecnologías y habría que reforzar e invertir precisamente en esta esfera», indica Boris Tumanián: «Merece la pena crear tecnologías innovadoras y conseguir mayores cantidades de derivados de petróleo y productos de gasoquímica para su posterior venta. A mi juicio, sería rentable».
Además, señala el experto, la prospección y la explotación de los yacimientos de difícil acceso situados en tierra podrían proporcionar grandes beneficios.
Fuente: http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20120419/153471959.html