En Centroamérica existen 17 cuencas transfronterizas, cuya superficie representa aproximadamente el 36.9 por ciento del territorio. En las últimas décadas, a su alrededor se han desencadenado varios conflictos. Con el objetivo de poner en evidencia y compartir experiencias sobre la gestión de manera trasfronteriza de estos recursos hídricos, así como la necesidad de un manejo […]
En Centroamérica existen 17 cuencas transfronterizas, cuya superficie representa aproximadamente el 36.9 por ciento del territorio. En las últimas décadas, a su alrededor se han desencadenado varios conflictos.
Con el objetivo de poner en evidencia y compartir experiencias sobre la gestión de manera trasfronteriza de estos recursos hídricos, así como la necesidad de un manejo ambiental integral ante la vulnerabilidad ecológica derivada de la gestión inapropiada de los mismos, el Tribunal latinoamericano del agua y la Alianza nicaragüense de cooperación para el aprovechamiento y la protección de los recursos hídricos (Gwp-Nicaragua), realizaron en Managua, Nicaragua, el Foro internacional «Agua en Centroamérica: Oportunidades para la solución de conflictos».
«Estamos convencidos de que no hay solución individual de los países en la gestión del agua. Para que tenga éxito, la solución debe ser asumida por el conjunto de países de la región centroamericana. Solamente de esta manera vamos a poder garantizar el acceso al agua para el consumo humano y las necesidades básicas, incluyendo las productivas», dijo Víctor Campos, presidente de la Gwp.
Según él, la naturaleza debe volver a ser el punto de encuentro entre pueblos y entre gobiernos, «para poder avanzar hacia una gestión integrada de los recursos, que es lo que todos deseamos», aseguró.
Campos explicó también la importancia que tiene el trabajo conjunto ante los embates del cambio climático, cuyos efectos afectarán de manera importante el acceso al recurso agua.
Según la octava edición del Índice de Riesgo Climático Global 2013, preparado por la Ong alemana Germanwatch y presentado durante la Conferencia de las Partes 18 (COP 18) de la Convención marco de Naciones Unidas sobre cambio climático, Cmnucc, los países centroamericanos y caribeños siguen siendo entre los más vulnerables ante los efectos del clima.
En la lista de los 10 países más afectados a nivel mundial por eventos climáticos extremos (inundaciones, huracanes, tormentas) ocurridos entre 1992-2011, Nicaragua ocupa el tercer lugar, mientras que Honduras aparece como el primer país más afectado mundialmente. Asimismo, Haití resultó ser el 5to país más afectado y República Dominicana el décimo. En total, 4 países de Centroamérica y el Caribe se posicionaron entre los más afectados mundialmente durante los últimos veinte años.
Efectos climáticos
En diciembre de 2011, el la organización ambientalista Centro Humboldt presentó el estudio Mapeo de riesgos, procesos, políticas públicas y actores asociados a cambio climático en Nicaragua en el que se brindaron informaciones acerca de los futuros escenarios climáticos, y las principales afectaciones que se presentarán en Nicaragua.
Con respecto al acceso al agua, actualmente el nivel de disponibilidad de agua resulta ser bajo y medio en 96 municipios (8 por ciento de la superficie y 46 por ciento de la población). En 2050 se elevaría a 118 el número de municipios afectados (91 por ciento del territorio y 85 por ciento de la población).
La variación de temperatura simulada al año 2050 evidencia un incremento a nivel nacional de 1.6 ºC (grados centígrados), es decir el 6.6 por ciento. Asimismo, se señala una reducción de las precipitaciones del 16.8 por ciento, equivalente a 800 mm).
Cambio de políticas
Durante el Foro, en el que participaron más de 60 organizaciones de toda la región, Javier Bogantes, presidente del Tribunal latinoamericano del agua, advirtió de la urgencia de adoptar medidas concretas para corregir políticas erróneas, «que no están tomando en cuenta, ni privilegiando la gran importancia que tiene el agua para el desenvolvimiento humano y el desarrollo», dijo.
El experto en la gestión de agua explicó que estas mismas políticas económicas cortoplacistas, que tienen el objetivo de tener grandes ganancias en muy poco tiempo, son las que más están originando graves conflictos internos y entre países.
Entre otros, Bogantes señaló la minería, la expansión de monocultivos a gran escala – relacionada con el uso descontrolado de agrotóxicos y la producción de agrocombustibles – y los megaproyectos hidroeléctricos, como las actividades, impulsadas por las grandes transnacionales en contubernio con los gobiernos nacionales, que más están afectando la disponibilidad de agua y agua potable, que concentran la tierra, desplazan a poblaciones – sobre todo indígenas -, y generan graves conflictos, en medio de una criminalizacón sistemática de la protesta social.
«Son estrategias erróneas que están poniendo en riesgo zonas vitales para el abastecimiento hídrico y la protección del agua. Y no parece que haya una concientización, ni una comprensión respecto a lo que es el sistema ambiental», aseveró.
Ante esta situación, Bogantes abogó por una profundización de un tipo de desarrollo más sustentable, que no afecte la seguridad alimentaria e hídrica de las poblaciones.
«Hay una completa incoherencia en muchas de las políticas que se están dando en América Latina, y esto está generando mucha tensión que hasta podría convertirse en conflictos. Las audiencias y foros que hemos venido realizando sirven para buscar alternativas, que necesariamente precisan de una democracia más sustantiva en los países.
Una democracia – dijo – donde los pueblos podamos tener más control sobre las políticas que llevan a cabo los gobiernos», concluyó el presidente del Tribunal latinoamericano del agua.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.