La mano empapada de brea del presidente de Ecuador Rafael Correa, es una síntesis del desastre ambiental llevado adelante en la Amazonía por la multinacional Texaco-Chevrón, que venía siendo denunciado desde hace mas de 20 años por los movimientos populares de ese país. Desde la Articulación Continental de Movimientos Sociales hacia el ALBA nos sumamos […]
La mano empapada de brea del presidente de Ecuador Rafael Correa, es una síntesis del desastre ambiental llevado adelante en la Amazonía por la multinacional Texaco-Chevrón, que venía siendo denunciado desde hace mas de 20 años por los movimientos populares de ese país.
Desde la Articulación Continental de Movimientos Sociales hacia el ALBA nos sumamos a la campaña #LaManoSuciaDeChevron contra la petrolera estadounidense que fue sentenciada en 2012 por la Justicia ecuatoriana a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares por haber afectado la flora, fauna, aire, agua y la salud de 30 mil miembros de cinco nacionalidades indígenas y de campesinos de las provincias de Sucumbíos y Orellana. A pesar de haber sido encontrada culpable por la Justicia ecuatoriana la empresa estadounidense se niega a pagar.
Los movimientos populares del continente llamamos a boicotear los productos de Chevron, en rechazo a los intentos de la empresa petrolera de evadir su responsabilidad por la contaminación petrolera en la cuenca amazónica.
Desde 1993, que el pueblo ecuatoriano viene denunciando el desastre ambiental que generaba la petrolera en su territorio. Ese año en nombre de unos 30.000 habitantes de la zona, en su mayoría indígenas, un grupo de ciudadanos presentó una demanda privada en Nueva York por la contaminación y afectación a la salud. Durante la década del 90, Chevron buscó bloquear el juicio, argumentando que éste debía presentarse en Ecuador ya que consideraba que la corte ecuatoriana sería más fácil de manipular. Finalmente logró su propósito y el juez de Nueva York desistió de conocer el caso pero dijo que Chevrón debía aceptar el veredicto de la corte ecuatoriana, y un nuevo juicio fue planteado en Lago Agrio.
En 2011 y 2012, luego de casi dos décadas de litigios, el veredicto de Lago Agrio fue que la empresa debe pagar cerca de 19 mil millones de dólares para limpiar la zona afectada y prestar servicios de salud y agua potable a sus habitantes. Pero la multinacional se niega a acatarlo y ha emprendido nuevas acciones legales para tratar de bloquear la aplicación del fallo, junto con la campaña de desprestigio al gobierno, a la corte, y a los demandantes y sus abogados.
En Ecuador hay unas mil piscinas que Texaco, empresa que en 2001 se fusionó con Chevrón, dejó abiertas, o mal tapadas y sin sellar. Durante los 26 años que duró su explotación petrolera en la selva amazónica, se estima que vertió unos 18 mil millones de galones de agua contaminada con petróleo, que sigue filtrándose en la tierra o se derrama durante los aguaceros, además de otros 17 millones de galones de petróleo derramados en accidentes.
Nuestra tierra, los ríos y arroyos fueron filtrados con elementos tóxicos, contaminando el agua que usábamos para nuestra vida diaria, devastando la vida silvestre y afectando nuestra producción agropecuaria.
¡Boicot a Chevrón!
¡Basta de saqueo!
¡Por soberanía sobre nuestros territorios!
¡Por la autodeterminación de los pueblos!
¡Fuera las trasnacionales de nuestro continente!
Fuente: http://www.albamovimientos.org/2013/10/un-continente-con-las-manos-sucias-de-chevron/