Por escasos 20 mil votos de diferencia, la ciudadanía suiza votó este domingo 9 de febrero una iniciativa para limitar la inmigración *masiva*. La misma, promovida por la ultraderechista Unión Democrática de Centro (UDC) obtuvo el 50.3% de los votos.
La iniciativa fue respaldada también por la mayoría de los cantones, especialmente en la Suiza alemana. Un 56.5% del padrón emitió su voto en un país que concurre a las urnas al menos cuatro veces por año.
Tan pronto conocido el veredicto comicial, portavoces de la Unión Europea (UE), «lamentaron este resultado» que va «contra la libre circulación de personas», uno de los aspectos esenciales negociados en el 2002, y que hacen parte de los acuerdos bilaterales existentes entre Berna y Bruselas. Suiza no hace parte de la Unión Europea ni usa el euro, habiendo mantenido el franco como moneda propia.
Para el Gobierno helvético se abre ahora un nuevo frente internacional. La re-negociación de dichos acuerdos, adaptándolos al resultado de este voto, cuya campaña previa, en las últimas semanas, había polarizado a la ciudadanía. Se abre así un periodo de tres años en las que las autoridades deberán establecer cuotas anuales de entrada de mano de obra extranjera, incluyendo la europea.
Dos amplios campos se dibujaron en la escena nacional. Por una parte, el Gobierno que contó con el apoyo de la gran empresa privada y los partidos de centro-izquierda (socialistas, verdes, demócratas cristianos, y radicales/liberales). En la vereda de enfrente, la Unión Democrática de Centro,ultra derecha populista, principal fuerza electoral del país, con posturas sistemáticamente racistas y anti-extranjeras. Para esta fuerza política el domingo electoral constituye una gran victoria. Su base política se encuentra en torno al 30 % del electorado. El hecho de superar hoy la barra del 50 % y obtener 1.463.954 votos del padrón implica un éxito de gran dimensión. Uno de los 7 magistrados que integran el Consejo Federal (ejecutivo colegiado) pertenece a la UDC.
La prensa europea en línea dio amplia cobertura a estos resultados. «El País» de España tituló: «Suiza aprueba limitar la inmigración de extranjeros por un estrecho margen». En tanto «Le Monde» de Francia enfatizaba: «Un sí para limitar la inmigración masiva». «La Repubblica» de Italia, subrayó declaraciones de voceros europeos en la línea que se deberán «reexaminar los acuerdos bilaterales con Berna».
Casi el 22 % de la población total suiza son residentes extranjeros, porcentaje relativamente elevado en comparación con otras naciones del continente. Alemania no supera el 9%, España se ubica en torno al 12 %, en tanto Francia menos del 6% según datos del 2010. Las exigencias para obtener la nacionalidad suiza son, sin embargo, mucho mayores que la de la mayoría de los países europeos.
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