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Perú

Cambio de Gabinete, ¿más a la derecha que a la izquierda?

Fuentes: Rebelión [Imagen: El reencuentro entre Vladimir Cerrón y el presidente Pedro Castillo en Palacio de Gobierno podría traer más decepciones que alegrías]

La presión de los poderes fácticos ha doblegado al gobierno de Castillo logrando que éste se alinee a los planes de ajuste del FMI y vuelva a plantear la necesidad del cambio de gabinete ministerial por tercera vez.

Los ministros anteriores renunciaron, más o menos, en un intervalo de tiempo de, a uno por semana y media, hasta la actualidad. El último fue el trajinado sindicalista y Ministro de Educación, Carlos Gallardo, censurado por el Congreso golpista con el argumento de que el funcionario habría sido parte de la filtración de las pruebas de evaluación magisterial.

Esta cuestión es la que explica que estén circulando por las redes sociales varios petitorios de movimientos sociales en apoyo a Roger Najar, como candidato a premier por Perú Libre (PL), con el fin de darle “popularidad” al gobierno demoliberal del profesor. ¿Se impondrá PL?

Pero también estarían en el bolo Virgilio Acuña como parte de una estrategia de asegurar el voto del centroderechista Alianza Para el Progreso (APP), cuyo dueño, César Acuña, es su hermano. También suena el nombre del ex premier de Ollanta Humala, Siomi Lerner, un empresario vinculado a la industria nacional. Y no falta por ahí el ex comunista y ex Ministro, Nieto Montesinos, entre otros.

PL giró en apoyo al gobierno luego de votar en contra del gabinete Vásquez (por lo cual recibió varias críticas desde la izquierda marxochavista), la marcha de 1,800 partidarios en las calles de Lima, de tener casi cubiertas la totalidad de distritos electorales y con la expectativa de retornar al poder para resolver varios temas legales y políticos, y tiene de su lado una bancada de 34 votos parlamentarios, mientras que el centroizquierdista JP tendría 5, logrando juntos 39 votos. La escisión por “izquierda” conformada con la bancada Perú Democrático tendría 7 votos más, con los cuales podrían llegar a los 53 votos. Aunque el congresista Bermejo, parece apuntar a crear su propia negociación política con nuevos jales como la Ministra de Trabajo, Betsy Chávez y la congresista Limache.

Sin embargo, la centro derecha tendría 46. Si a estas sumamos las de JP serían 51. La ultra derecha tiene 44, votos insuficientes para vacar al presidente.

El poder chotano sufrió un duro golpe con la eyección de Pacheco, pero varios de sus operadores todavía siguen activando. Es este poder el que puso al nuevo secretario de Palacio, Carlos Jaico.

Por estas razones, es poco probable que Castillo le ceda la PCM a PL al menos que éste haya negociado con los 46 parlamentarios de la centroderecha que le darían a Castillo 80 votos, una cifra que le garantizaría al presidente sindicalista la estabilidad política necesaria. No obstante, no es seguro que el Imperio del Norte y la centroderecha quieran entablar una alianza con un partido que se reclama marxista y que todavía sigue agitando (cada vez con menos énfasis), por la asamblea constituyente, la renegociación del gas, etc. Y es que arriar la bandera de la constituyente, entre otras, implicaría un desgaste político incalculable para el partido que aupó al profesor a Casa de Pizarro.

También es poco probable que Castillo ahora vaya a ceder más posiciones ministeriales al reformismo de izquierda o “caviarada” (el nuevo ministro de Educación, Serna, viene de esta corriente), que se ha visto envuelto en un callejón sin salida al responder al lock out empresarial minero, no con la movilización de las masas, sino con más inacción y concesiones: A desmovilizado a todas las comunidades campesinas en conflicto con la minería a cambio de nada concreto (sino más mesas de diálogo), y de encarpetar la tímida reforma tributaria que podría haber inyectado más de $13,000 millones al erario nacional gracias al superciclo del cobre. Además, se habla de darle nuevas concesiones en la gran minería. Una clara muestra de la bancarrota policía de la izquierda reformista institucional.

En verdad, el poder financiero no se “haría bolas” con la “caviarada” ya que Mirtha Vásquez (tibiecita con los banqueros y que le lava la cara a Sagasti cuando es éste el responsable de los obreros rurales asesinados en diciembre del 2020), Aníbal Torres (ninguna reforma de justicia en el caso de los juicios a los empresarios poderosos del caso Lavajato para acelerar la misma ya que hay innumerables pruebas), Fernando Cevallos (vacunaciones sin testeos ni cercos epidemiológicos, ni control de precios de medicamentos, etc.), Roberto Sánchez (manteniendo el comercio exterior en manos del poder privado), y Pedro Francke, han dado innumerables muestras de sumisión no solo al alinearse con el FMI/pago de deuda usurera y emisión de nuevos bonos soberanos, sino al no chocar con las clínicas y laboratorios privados de la salud.

Por estas razones, lo más probable es que Castillo aplique una estrategia política que apunte a conformar un gabinete de ancha base contentando a todos la izquierda institucionalista y reformista al darles algunos ministerios (2 a PL, 2 a JP, 2 al FA, 1 a PD), mientras que el resto de carteras se las entregaría al poder chotano (que a pesar de tener a Bruno Pacheco afuera, todavía sigue siendo el primer anillo de confianza del presidente ya que está integrado por técnicos profesionales y familiares del profesor), y a la clase capitalista (Prado, operador del grupo de poder Romero, en Producción, es una expresión del punto de quiebre), para que así ésta última tenga más garantías de que Castillo “no haga una locura aventurera” y más bien utilizarlo como un factor que contenga a las masas rebeldes que están en lucha por sus reivindicaciones sociales.

Además, se vienen las elecciones municipales, y si bien éstas van a poner en un segundo plano los errores o escándalos del Ejecutivo, pues, los affaires Karelim y Abulayev (no sería sorpresa que surjan más escándalos vinculados al poder chotano), van exigir a Castillo más guiños a la derecha en la composición del nuevo gabinete, afirmando lo que señalamos líneas arriba. En este marco, el nombramiento de Daniel Salaverry en la dirección de Perú Petro es categórico.

Hemos llegado a esta situación de crisis política permanente y de ofensiva del golpismo neofascista no por su propia fuerza (no movilizan más de unos cuantos miles en Lima), sino producto de la inacción e incompetencia política del reformismo institucionalista de izquierda, al querer darle de comer lechuga a los leones, confiando en las negociaciones en las alturas (aburguesamiento), y desmovilizando o aniquilando cualquier iniciativa de centralización de las luchas de las masas laboriosas.

César Zelada. Revista La Abeja obrera (teoría, análisis, debate y organización).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.