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Congreso del Partido Comunista Francés

Una victoria ilusoria para Fabien Roussel

Fuentes: Contratemp

Una paradoja rodea la política de Fabien Roussel: parece que los miembros del Partido Comunista Francés (PCF) la respaldan aun cuando su candidato obtuvo un resultado muy bajo en las elecciones presidenciales (2,3%), a pesar de que prosigue el descenso numérico (y el envejecimiento) de la organización, y de que varias declaraciones de Roussel y su caballero solitario en las elecciones presidenciales han provocado fuertes críticas en el electorado de izquierdas, siendo uno de los principales factores que impidieron a Jean-Luc Mélenchon estar en la 2ª vuelta. Entonces, ¿qué está ocurriendo en el PCF en plena preparación de su próximo congreso, y hacia dónde se dirige el partido que fue en su día la principal organización de la clase obrera en Francia? A estas preguntas responde Frédérick Genevée, historiador y miembro del PCF, en este artículo.

Fabien Roussel está llamado a ganar el 39º congreso del PCF (que se celebrará en Marsella del 7 al 10 de abril). En la votación interna celebrada entre el 27 y el 29 de enero, el 82% de la militancia se pronunció a favor de la ponencia de la dirección. A principios de 2000 los estatutos del PCF se modificaron para que los militantes puedan elegir entre varios proyectos de base común de discusión. La dirección saliente adopta antes un proyecto. Pero las ponencias alternativas pueden también someterse a votación si reúnen al menos a 300 comunistas inscritos en al menos una cuarta parte de las federaciones.

No se trata de una votación formal porque en el congreso anterior la ponencia de la dirección fue superada en votos y Pierre Laurent fue sustituido en el congreso nacional por Fabien Roussel. Por ello, este último puede presumir hoy de una puntuación impresionante. Pero en realidad este éxito es una victoria ilusoria.

Un profundo enfrentamiento
El 82% obtenido por Fabien Roussel oculta la realidad de un debate muy polarizado que traduce una recomposición de las corrientes en el seno del PCF. Se enfrentaron dos proyectos a cada uno de cuyas ponencias se añadieron corrientes que previamente se habían presentado por separado. La ponencia de la dirección –La ambición comunista de ‘nuevos días felices’– viene a unir a los partidarios tradicionales de un PCF identitario con corrientes ortodoxas nostálgicas de la URSS. Entre sus impulsores se encuentran igualmente simpatizantes de una Unión de Izquierdas a la antigua usanza. Esta pluralidad y asociación de identitarios con los huérfanos de la Unión de Izquierdas dominada por el PS no es nueva y se explica, como volveremos a ver, por una serie de consideraciones sobre el papel del Partido en la sociedad.

El segundo texto, titulado Urgencia del comunismo. Juntos por las victorias populares[01] ha fusionado a los partidarios de Pierre Laurent y a los de un radicalismo moderno –como Elsa Faucillon– que se habían agrupado en el congreso anterior en torno a la ponencia Primavera del comunismo. Estas dos corrientes comparten lo esencial en términos de valores, de relación con la historia del comunismo y de voluntad de unidad y aglutinación. Se opusieron durante los dos congresos anteriores porque los primaverales afeaban a Pierre Laurent no haber invertido lo suficiente en el Frente de Izquierda, haber dudado demasiado en dar apoyo a la candidatura de Jean-Luc Mélenchon, ser demasiado indulgente con los identitarios y, sobre todo, seguir considerando al PS como actor central de la izquierda, aceptando con ello su preeminencia. Este obstáculo al reagrupamiento de las dos sensibilidades –laurentista primaveral– fue eliminado por la casi desaparición del PS y su integración en la NUPES [Nueva Unión Popular Ecologista y Social] en segunda posición. Fue así como pudieron redactar un texto común sin dificultad. A ellos se unieron personalidades del PCF como Jean-François Gau, Francis Wurtz, Bernard Vasseur, Patrick Le Hyaric y Jean-Claude Lefort. La clara victoria de la ponencia de Fabien Roussel  –redactada en gran parte por Christian Picquet, antiguo dirigente de la LCR– oculta pues un enfrentamiento profundo en el PCF.

Las cuestiones a debate
Son numerosas: el comunismo, las causas del debilitamiento del PCF, la jerarquía o no de las luchas, la relación con la NUPES, lo internacional. En realidad estos debates manifiestan una diferencia medular: la de la concepción del partido y su relación con la sociedad. En el fondo, la mayoría tiene una concepción identitaria del partido que es de hecho vanguardista; el segundo grupo ve el partido como un instrumento de acercamiento, modesto en su afirmación, que fomenta la intervención ciudadana y se nutre de las aportaciones del exterior y de otras fuerzas políticas y sociales.

A partir de ahí el análisis del debilitamiento del PCF no puede ser el mismo. Los partidarios de Fabien Roussel explican este debilitamiento por la voluntad de eliminar al PCF, sobretodo tras renunciar a presentar un candidato presidencial comunista en 2012 y 2017. El segundo grupo veía en el debilitamiento del FPC explicaciones que vienen de más lejos, en particular de los efectos del estancamiento soviético y la ruptura del programa común. Subrayan que el debilitamiento generalizado de los partidos comunistas en el mundo demuestra que lo que ha de actualizarse es la concepción del comunismo en su conjunto. Así pues, trataron de innovar en torno a la noción del comunismo ya existente siguiendo los trabajos de Bernard Friot[02] y Bernard Vasseur[03]. Ven el comunismo como un proceso que debe desembocar en rupturas, mientras que los partidarios de la ponencia mayoritaria, aun admitiendo que el comunismo es un objetivo y un camino, lo imaginan como una serie de etapas –planteamiento que había criticado Lucien Sève[04], principal referencia de los primaveristas.

Evidentemente, para los opositores, la URSS no tenía nada que ver con el comunismo, mientras que la ponencia mayoritaria afirma que “la URSS se hundió por la presión de las potencias capitalistas al final de una profunda crisis de ineficacia económica, tras haberse negado a tener en cuenta las demandas de democracia y libertad que  reclamaba la sociedad”. Una explicación bastante insuficiente pues descansa principalmente en causas externas.

Respecto a las luchas sociales, feministas, ecologistas y antirracistas, las diferencias también son asimismo considerable y se refieren al diferente posicionamiento respecto a la sociedad. Las dos ponencias pretenden articular las diferentes luchas pero para la mayoritaria […] el mundo del trabajo tiene vocación de convertirse en el ala en movimiento, en la fuerza motriz que una a todas las clases y capas disponibles para una lucha por cambiar la vida […], mientras que para el texto de los opositores no puede haber jerarquía de luchas: […] Trabajo, servicios públicos, clima, feminismo, antirracismo, democracia, paz… Hoy, cada una de estas luchas va más allá de lo inmediato, responsabiliza al sistema y plantea la cuestión de transformaciones radicales y duraderas. Así que nuestra responsabilidad como comunistas es invertir en todas estas emergencias populares, apoyar estos movimientos hasta que venzan […]   Sin embargo, mientras que la ponencia de los primaverales del 38º congreso[05]era más explícita sobre la articulación no jerárquica de las luchas y afirmaba con determinación lo que está en juego en la lucha de clases, la ponencia Urgencia del comunismo, fruto de un compromiso con la antigua mayoría laurentiana, es mucho menos explícito y radical. El texto apoyado por Fabien Roussel podría aparecer así como el único con contenido radical y de lucha de clases. Se trata evidentemente de una pretensión, porque las múltiples intervenciones del secretario nacional del PCF –sobre la OTAN, de la que no habría que salir inmediatamente, o sobre el capital, que no habría que decapitar sino contener– demuestran hasta la saciedad que se trata en realidad de una falsa radicalidad.

Igualmente resulta sintomático que uno de los capítulos del texto mayoritario se titule «Emprender la revolución feminista» como si no estuviera ya en marcha sino esperando al PCF. Respecto al antirracismo, ambos textos condenan el racismo contra las personas musulmanas pero en su sección sobre el estado del mundo, el texto mayoritario evoca el islamismo en términos que lo convierten en el principal adversario:

Los pánicos identitarios también son utilizados por los fundamentalismos religiosos, el cristiano, el de la extrema derecha evangélica estadounidense o el de la brasileña, el que reivindica el hinduismo del primer ministro indio Modi, o el islamista. Este último reviste una dimensión particular por su cobertura geográfica y por la diversidad de los medios que utiliza, desde el gradualismo hasta el terrorismo. Estas corrientes se benefician del apoyo estatal. Perfectamente compatibles con la teoría neoconservadora del choque de civilizaciones, atacan violentamente los derechos de la mujer, las conquistas democráticas y sociales, el movimiento obrero y a la izquierda.

Se trata de una caracterización claramente derivada de las reflexiones de la Primavera Republicana.

Además, según el texto de la dirección, dado que el debilitamiento del PCF se explicaría por su ausencia en las elecciones presidenciales de 2012 y 2017 y su integración en el Frente de Izquierda, es evidente que la NUPES sólo puede ser blanco de críticas reiteradas. La ponencia no llega a proponer abandonarla pero las críticas se encadenan hasta tal punto que cabe preguntarse si no se trata simplemente de un acuerdo electoral inevitable, de una mera decisión oportunista. Por contra, la ponencia alternativa, a pesar de marcar sus deficiencias lo considera un paso en el encuentro de la izquierda que se producirá si la NUPES se populariza en su funcionamiento y deja de ser una junta de estado mayor. Como corolario, este texto incide en la prioridad que se le debe dar a la movilización contra la extrema derecha. Para algunos de los firmantes está claro que, aunque no se mencione en el texto, mantener la candidatura de Fabien Roussel en las elecciones presidenciales fue un error.

Finalmente, respecto a las cuestiones internacionales y más allá de la letra de los textos, hay un posicionamiento diferente de los firmantes. Es cierto que el texto presentado por la dirección saliente critica el campismo pero, al mismo tiempo, esa misma dirección firmó recientemente una declaración de 78 partidos comunistas y obreros que es su misma expresión. Sobre la situación en Palestina/Israel, ambos textos hablan de apartheid pero el primero sólo lo ve en los territorios ocupados mientras que para el segundo es la política general del gobierno israelí la que se califica de apartheid.

Un movimiento fundamental
¿Cómo se explica que la ponencia de la dirección tuviera tan buen resultado? Parece obvio que los comunistas más adheridos a la refundación del comunismo y que habían votado por la Primavera del comunismo en 2018 la abandonaron masivamente porque entre los dos congresos, el número de los que pagaban la cuota descendió en 7 mil (-15%). Pero esta explicación no es suficiente. El texto de los opositores propone un planteamiento más complejo cuya pedagogía es más difícil de conducir.

Para los miembros actuales del PCF el enfoque identitario es sobretodo tranquilizador. Si uno sigue siendo miembro del PCF o si se afilia, porque la cifra de 7 mil afiliados menos es un saldo, es porque se piensa que es el mejor partido. También porque se considera que lo prioritario debe ser reforzarlo y que el reagrupamiento es, en el mejor de los casos, secundario. Este mismo fenómeno de repliegue identitario y de crecimiento de su expresión se observa en todos los partidos de izquierda que han celebrado recientemente sus congresos: PS, NPA, EELV. El surgimiento de Francia Insumisa ha desestabilizado aún más unas organizaciones que ya estaban en crisis.

Pero mientras que los opositores interpretan la proyección mediática de Fabien Roussel como el resultado de concesiones ideológicas a la derecha, la mayoría de la militancia la considera un reconocimiento a su partido, a su militancia, y un motivo de orgullo. Por eso se movilizaron al máximo para esta votación[06]. Ya lo habían hecho en 2021 para la elección del secretario nacional como candidato presidencial en casi un 75%. Esta es la razón principal del voto masivo a favor del texto de Fabien Roussel.

Un partido debilitado
Sin embargo, Fabien Roussel seguirá al frente de un partido cada vez más debilitado. En primer lugar, en cuanto a número de afiliados. Los afiliados que pagan cuota y que pueden votar han disminuido desde los 50.890 en el 37º congreso (2016), a los 49 mil en el 38º congreso (2018), a 44 mil en la primavera de 2021 para la votación de la candidatura de Fabien Roussel, y a los 41mil en 2022 para el 39º congreso. El debilitamiento se traduce asimismo en el descenso del número de afiliados activos. El número de votantes –los activistas que se sienten más concernidos por los debates internos y los más militantes– ha pasado de 30.127 en 2016, a 30.999 en 2018 y a 29.900 en 2022.

Además, 31 federaciones tienen menos de 200 afiliados y la mitad del total se concentra en 17 departamentos[07]. A pesar de la notoriedad que adquirió durante las elecciones presidenciales, el mandato de Fabien Roussel no detuvo la hemorragia. Además, es un partido envejecido el que ha votado. Lo vemos en el estudio de Robert Injey para la sección de Niza: la edad media de los votantes fue de 70 años y votaron más personas mayores de 75 años que menores de 60 años.

En el plano electoral, a pesar del buen hacer de Ian Brossat, el PCF no obtuvo en las elecciones europeas el resultado que le hubiera permitido tener diputados electos y desapareció del Parlamento Europeo. En las elecciones departamentales y municipales la situación es diferente[08]. En las últimas elecciones municipales, el PC perdió unos cuarenta municipios de más de mil habitantes y ganó o recuperó al menos entre 25 y 30 nuevos. En 2014, el PC contaba con 283 municipios en su haber; en 2019, si se tienen en cuenta las inevitables incertidumbres de las etiquetas en un sentido o en otro, este número oscila entre 256 y 270.

En las elecciones departamentales Roger Martelli constata que se estabiliza el número de consejeros departamentales, una implantación en más departamentos pero un debilitamiento en las tradicionales zonas de fuerza simbolizado en la pérdida del consejo departamental de Val-de-Marne. Sólo a escala regional gana el PCF en número de concejales pero lo hace precisamente con las listas unitarias.

En cuanto a las elecciones presidenciales y a pesar de haber ganado en notoriedad, Fabien Roussel obtuvo el segundo peor resultado de la historia del PCF. Marie-George Buffet lo hizo ligeramente peor en 2007 pero eso fue tras la explosión de los colectivos antiliberales [formados durante la campaña de 2005 contra el TCE] y el fracaso de una candidatura unitaria. En las elecciones legislativas, el PCF sólo mantuvo la presencia de su grupo gracias al acuerdo de creación de la NUPES y a la contribución de aún más electos ultramarinos que en la legislatura anterior.

Hay otros signos de debilitamiento. Organizaciones estudiantiles y juveniles se han escindido recientemente de forma inadvertida. Es el caso de la Unión de Estudiantes Comunistas (UEC) en febrero de 2021 y de la federación departamental de las Juventudes Comunistas (JC) de Val-de-Marne. En este último departamento decenas de militantes abandonaron la organización y se adhirieron a Red jeunes, una nueva organización iniciada por dirigentes de la UEC.

La propia JC está atravesada por las mismas cuestiones que el PCF pero como siempre, de forma radicalizada: el antirracismo, la relación con Francia Insumisa y el reagrupamiento, la lucha contra la extrema derecha. Cabe señalar que cerca de 160 jóvenes firmaron un texto muy identitario en apoyo del texto de Fabien Roussel al que respondieron unos sesenta cuadros jóvenes con un llamamiento simétrico de apoyo al texto de Urgencia del comunismo. Estos debates y salidas no hacen sino acentuar el debilitamiento de la organización.

Más allá de eso, toda la galaxia comunista ha dejado de ser una. A lo largo de los años las organizaciones populares en las que los comunistas ocupaban puestos de dirección se han distanciado. Debilitado, el PCF se vio obligado a reconocer su independencia convirtiéndose incluso en su defensor más redomado, una forma de diferenciarse en el último periodo de Francia Insumisa, cuyas relaciones con los sindicatos son bastante tensas. Pero no sabemos en el caso del PCF si se trata de una verdadera conversión al espíritu de la Carta de Amiens o de la consecuencia de no disponer de medios para imponer su punto de vista.

Sea como sea, marca una verdadera retirada de influencia en la sociedad. Cada vez son más los comunistas que actúan individualmente sin que su afiliación partidista determine sus opciones. Estamos ante una verdadera escisión de la organización.

¿Varios partidos en uno?
Con este nivel de escisión, debilitamiento y división, ¿qué puede pasar en el congreso y posteriormente? Los opositores han publicado un comunicado en el que mantienen sus desacuerdos y exigen que el congreso responda claramente a sus preguntas, en particular sobre la NUPES: ¿van a marginar a los cercanos a Pierre Laurent que ahora ocupan cargos ejecutivos en la dirección?, ¿presentarán los opositores una lista alternativa a la dirección encabezada por Fabien Roussel en el congreso?

En la historia del PCF no hay tradición de escisiones. Los comunistas de otras generaciones que discrepaban entre sí se marchaban discretamente. Así que es poco probable que vaya a producirse una escisión como tal sino más bien una cohabitación entre varios partidos y, por parte de los opositores, la creación de puentes con comunistas del exterior.

El primer partido, el que ganó el congreso, es el partido de Fabien Roussel. Ha conseguido claramente situarse en el centro de la organización. El PCF critica a la V República y se ha transformado en un partido presidencialista. Sabemos que las instituciones de la V República son una verdadera trampa para las fuerzas de emancipación. Jean-Luc Mélenchon teorizó que había que jugar con ellas para ganar antes de acabar con una asamblea constituyente. Fabien Roussel está tentado de hacer lo mismo pero su resultado electoral demuestra que está muy lejos de ello, sobre todo si consideramos que su notoriedad se basa en inquietantes propósitos y acciones para ser un dirigente de la izquierda: apoyo a una manifestación facciosa de los sindicatos policiales, división de la izquierda sobre las prestaciones sociales, palabras ambiguas sobre la inmigración, la productividad…

También está el partido de los nostálgicos de la URSS. Así quedó constatado hasta la caricatura durante la campaña sobre el voto, cuando un firmante del texto de las juventudes en apoyo de la dirección pidió al NKVD que se deshiciera de los partidarios del texto Urgencia del comunismo. Evidentemente no es representativo pero la nostalgia de la URSS la tienen dirigentes como el secretario de la poderosa federación del departamento de Pas-de-Calais. Pero más allá de lo que podrían ser meras supervivencias folclóricas, existe una verdadera angustia entre los comunistas que buscan una perspectiva, incluso de un modelo. De ahí la dificultad de Fabien Roussel cuando al preguntarle unos niños, dudó en poner a Stalin en la columna de los no camaradas de la tabla, confundiendo el papel de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial con el comunismo.

Y cuando no es la URSS es China la que fascina. A algunos les llena el vacío que dejó el hundimiento de la URSS. Se comprende así la firma de la declaración de los partidos comunistas del mundo, o la batalla interna de algunos de ellos para que la CGT vuelva a formar parte de la Federación Sindical Mundial.

Otro partido es el de las huellas del comunismo municipal que afronta una situación paradójica. En ciertas ciudades los electos comunistas innovan en materia de democracia participativa pero al mismo tiempo se coordinan poco y están más o menos en desacuerdo con la línea nacional. Asimismo son conscientes de que están alcanzando algunos límites y de que sin un partido renovado no podrán encarar las dificultades presupuestarias y la tecnocracia del Estado. Algunos de ellos han firmado una declaración que lo confirma rotundamente. Ya no constituyen un conjunto coherente y están, como miles de comunistas, necesitados de una coherencia dinámica.

De manera más general, son miles los comunistas –sean o no miembros del PCF–  que están desorganizados. Sólo se dan casos aislados de reorganización, como en Vitry, donde los opositores al golpe del actual alcalde se han organizado y han ganado en todas las elecciones parciales contra los candidatos del alcalde. La organización dentro/fuera va a ser un problema para los partidarios de la ponencia Urgencia del comunismo. ¿Qué van a hacer?

A medio plazo, ¿cuáles pueden ser los efectos de la aplastante victoria de Fabien Roussel en la izquierda y en el movimiento asociativo? Como hemos dicho, el PCF ya no tiene fuerza para influir en las organizaciones sindicales. Pero lo que está ocurriendo es sintomático de un impulso identitario que puede afectar también de manera crítica a la CGT que celebra su congreso dentro de unas semanas. En cuanto a la NUPES, ha quedado evidentemente debilitada por el resultado de esta consulta interna como por el del congreso del PS. Por todo ello, si se confirman los resultados de las últimas elecciones parciales la NUPES sigue siendo el modelo de agrupación más operativo y el instrumento más eficaz contra la derecha y la extrema derecha siempre que Francia Insumisa se mantenga en una lógica de unidad.

Otra paradoja: Fabien Roussel tuvo que unirse sin quererlo para salvar así al grupo comunista. Si lo debilitara aún más seguiría llevando al PCF hacia su marginación. ¿Cuáles serán sus opciones en las próximas elecciones europeas: un nuevo acto en solitario, una alianza con LFI, con el PS? ¿Qué hará en las futuras elecciones presidenciales, cuando Marine Le Pen esté a punto de tomar el poder? Nada está escrito en realidad y los congresos se celebran para olvidarlos… o no.

Notas:

↑01Los dos textos pueden consultarse aquí
↑02Véase, por ejemplo, Bernard Friot y Frédéric Lordon: En travail: Conversation sur le communisme, París, Editions La Dispute, coll. “Entretiens”, 2021.
↑03Véase, por ejemplo, Bernard Vasseur: Sortir du capitalisme, Actualités et urgence du communisme, Éditions de L’Humanité, 2022.
↑04Véase, por ejemplo, Lucien Sève: Capitalexit ou catastrophe. Entretiens avec Jean Sève, París, Éditions La Dispute, 2018.
↑05Se puede consultar aquí: https://assets.nationbuilder.com/congrespcf/pages/1383/attachments/original/1539262723/texte.pdf?1539262723
↑06No queremos, en este artículo, entrar en la polémica de la veracidad de los resultados en determinadas secciones y federaciones sino centrarnos en el movimiento de base.
↑07Véase el análisis de Roger Martelli.
↑08Sobre estas cuestiones, véanse los estudios de Roger Martelli aquí y aquí.

Contratemp – Revue de critique communiste

Traducción: viento sur