Uno de los puntos por los que nos estamos movilizando es el de la convocatoria a una Asamblea Constituyente para tener una nueva constitución, que básicamente significa un nuevo régimen económico y un nuevo régimen político, es decir, nuevas formas realmente justas y democráticas de organizar la economía, y nuevas formas realmente justas y democráticas de organizar el estado.
Nos preguntamos, ¿Quiénes irán a la asamblea constituyente? lo que queremos es que esta sea auténticamente representativa; la forma eleccionaria actual, en que los que postulan candidatos son los partidos, no lo garantiza.
La movilización popular está generando nuevos liderazgos, pero más importante aún, está fortaleciendo y construyendo organización social popular; necesitamos que de esta movilización y lucha salgan los auténticos representantes populares para conformar la asamblea Constituyente.
Así como necesitamos nuevas formas de organizar la economía y el estado, requerimos también nuevas formas de elección de miembros de la Asamblea Constituyente, que a su vez signifiquen también nuevas formas de elegir a quienes, en su momento, vayan a cumplir funciones de administración pública, es decir, a quienes sean servidores públicos, funcionarios y trabajadores, conformantes de la estructura política estatal a constituirse.
Hasta ahora, hemos conocido que los constituyentes, nuestros representantes en la Asamblea constituyente; son personas. Pero esto tampoco garantiza que las personas, los representantes, realmente transmitan la voz de sus representados; y generalmente estos, los representantes, quedan fuera del control de sus representados. No queremos que eso siga pasando.
LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y POPULARES, DEBEN SER CONSTITUYENTES
Esto significa, que quienes sean elegidos a la asamblea constituyente, no sean personas; sino las propias organizaciones, la misma organización social y popular que se moviliza, se organiza y fortalece en la movilización y lucha.
El constituyente debe ser la organización, a través de delegados o voceros, que transmitan la voz de las bases, el acuerdo de estas, fruto de un amplio y real ejercicio democrático de toma de decisiones de acuerdo a la propia naturaleza del organismo social. De tal forma que la organización, en cualquier momento, y por su sola decisión, pueda designar un nuevo delegado o vocero, en caso este no este transmitiendo adecuadamente los acuerdos, o así lo viera por conveniente la organización.
Constituir un nuevo orden social justo, equitativo, realmente democrático; que garantice a todos y cada uno, una vida digna y en paz, exige impulsar la capacidad creadora del pueblo, esta debe expresarse en su máxima dimensión y capacidad; es un reto que debemos disponernos a cumplir.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.