La irrelevancia de la rusofobia europea fue puesta en evidencia cuando los rusófobos países europeos se apresuraron a juntarse el sábado para presentar una declaración conjunta instando a que Ucrania, así como Europa, no queden al margen de la mesa de diálogo sobre el futuro del conflicto ruso-ucraniano
Eso después del anuncio de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin, el 15 de agosto en Alaska. Según se rumorea, Ucrania y la OTAN retirarán sus tropas de las 4 regiones ucranianas que ya aprobaron en referéndums su integración a la Federación rusa y que ya fueron liberadas del yugo de Zelenski por las tropas rusas.: Donestz, Lugansk, Zaporiya y Kerson. Estados Unidos se compromete a no enviar más ayuda militar a Ucrania y que se suspenda el reclutamiento en Ucrania. El mandato de Zelenski concluyó hace más de un año, la dictadura de Zelenski ha expulsado a los miembros de 11 partidos de oposición de la Rada de Ucrania y ya no hay una representación legal de Ucrania.
Los acuerdos sobre la cesión de los territorios de población rusa a Rusia deberán ser aprobados por la población ucraniana en un referéndum. Todo muy legal y racional una vez que se ignoraron los disparates de los buscapleitos europeos y estadounidenses que querían debilitar a Rusia desangrando a Ucrania.
El único resultado visible de la intervención de la OTAN contra Rusia en Ucrania es que Estados Unidos está arruinado con una deuda nacional que ayer ascendió a 37 billones de dólares, un 120 % del PIB, que es el motivo por el que Trump necesita recabar fondos con aranceles que desatarán una inflación que como siempre en Estados Unidos pagarán los trabajadores asalariados
Mientras tanto Merz en Alemania dirige el camino de una Europa que al renunciar a la energía barata de Rusia se encamina a la recesión y al desempleo, lo que tal vez es una mejor opción que la guerra con Rusia que con tanto ahinco y retórica buscaban los líderes de la OTAN y la Unión Europea.
El vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, y el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, organizaron el sábado una reunión de funcionarios de seguridad en Chevening House, una mansión rural al sureste de Londres, para abordar la cuestión de Ucrania, reunión a la que asistieron funcionarios ucranianos y asesores europeos de seguridad nacional. Se dice que las conversaciones se convocaron a petición de Estados Unidos, según informaron los medios.
Durante la reunión, importantes países europeos y Ucrania respondieron al plan de alto el fuego de Putin con una contrapropuesta que, según afirman, debe «servir de marco para que las próximas conversaciones entre el presidente Trump y el líder ruso puedan cobrar impulso», según funcionarios europeos familiarizados con las conversaciones, según el Wall Street Journal.
Los líderes del Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Polonia, Finlandia y la Comisión Europea también emitieron una declaración conjunta el sábado por la noche, según informó la BBC el domingo, en la que decían que «el camino hacia la paz en Ucrania no se puede decidir sin Ucrania».
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.