Recomiendo:
2

¿El peón es reemplazable?

Fuentes: Rebelión

Los 5 mil millones de dólares que Occidente distribuyó generosamente en Ucrania durante la preparación y puesta en escena del Maidan no fueron en nombre de la «democracia». Tampoco los sandwichs que repartía la embajadora estadounidense entre los protestantes antirrusos. Antes, durante y después, las reuniones de la Europa libre con los aliados del Atlántico y los medios ad hoc hicieron de la «primavera ucraniana» el pretexto necesario para una escalada a 360 grados contra Moscú. Cada parte tenía sus motivos, pero en toda construcción de un Estado que enarbole las banderas de la Democracia no puede permitirse la exclusión de ningún sector social y mucho menos su represión hasta llegar a la masacre. Ucrania no tenía ninguna necesidad de lanzarse contra Rusia, por ningún motivo. Todo podía solucionarse  diplomáticamente. Pero la creación del drama pedía sangre y caos y bastaron algunos personajes serviles para que el telón se abra y deje a plena vista una tragedia que jamás olvidará sus lutos.

Trump enrostró a Zelensky en una polémica reunión en la Casa Blanca que él había entregado los antitanque «Javelin» a Kiev a pesar que esa era la guerra de Biden. Pudo tener cierta razón, pero todos sabemos que el complejo militar industrial, los lobbistas y las corporaciones periféricas necesitan guerras para producir (armas y ganancias). Ergo: es la guerra de Biden, y también la guerra de EEUU contra Rusia. Con la visible derrota de la OTAN (EEUU) en esta Operación Militar Especial, los esfuerzos ahora se enfocan en terminar con el asunto de la mejor manera para dejar «bien parado» el orgullo yanki. Cosa compleja. Las presiones electorales en medio de escándalos y una creciente antipatía popular hacia Trump pone al empresario en una encrucijada para la que él mismo «no tiene todas las cartas».

En Europa el sometimiento se paga. Compran el petróleo tres veces más caro a EEUU porque Rusia va sancionada y esta respuesta de la UE la soportan los pueblos, no los elegantes funcionarios de Bruselas. Suecia y Dinamarca compran armas a los norteamericanos por varios millones de dólares para entregarlas a Kiev. Mientras unos pocos hacen caja, Ucrania paga por todos. La diplomacia europea ha jugado un papel bochornoso. Al grito de «a la carga» han empujado los perros a la frontera cuando sus esfuerzos deberían cargarse en las tratativas que sus propios miembros han boicoteado.

El territorio ucraniano ha sido sembrado de cráteres. Floreció solo  humo, salpicaron de muerte alrededor. De allí nada brotará sino odio.

Mientras tanto la enorme transferencia de riqueza de los Estados europeos a las corporaciones de armas estimuló la venta de champagne en los barrios vip de Washington.

Ucrania nunca vencerá esa guerra. Todos lo saben pero lo importante es que no se interrumpa el flujo de … armas.

Viktor Orban, presidente de Hungría, dijo a Trump: «Rusia los derrotó con las armas, China, con el comercio». El ultraderechista magyar tiene razón, tal vez por esta posición no lo quieren en Bruselas.

A Trump le preocupan más los BRICS que la guerra en Ucrania. Los BRICS realizan transacciones en sus monedas quitando volumen de circulación a la moneda estadounidense. Para el Tesoro es un problema. Y un mal ejemplo, si el mundo imita esta fórmula la cosa va a ponerse peor para ellos. Trump sabe que las fantasías de muchos de sus compañeros de equipo para acabar con Rusia y China son solo eso, fantasías. El nuevo orden tripolar se abre paso per se y necesita acomodar el cuerpo para hacerle lugar a Putin y Xi Jimping en la cima del planeta. Diría en Argentina: es un sapo muy grande pa’ tragar. Del unipolarismo a un triunvirato más amable, el cambio es conmovente y traumático. Europa no entiende mucho de nada, la mediocridad de sus gobernantes hace agua por todos lados. En la reunión de Alaska -por estas horas- Bruselas mira con la ñata contra el vidrio como los muchachos grandes juegan al billar, fuman, bromean entre ellos. Algún día los «voluntariosos», esos chiquillos rebeldes amantes de las selfie, crecerán, aprenderán que gobernar es cosa seria y que, sobre todo, los intereses de los pueblos están sobre cualquier otro interés. Será tarde para ellos, acabarán sepultados en las páginas bochornosas de la traición pero las nuevas generaciones, quizá, puedan cambiar el rumbo.

Nadie lo sabe. Puede ser Moldavia el próximo peón ofrecido? ¿O los Balcanes?

Tal vez muchos ucranianos que inocentemente creyeron en svásticas, soles negros, siervos corruptos de las corporaciones y cómicos ignorantes, aprendan que para ser una República Democrática no puede existir un solo muerto por cualquier motivo (raza, religión, ideología, idioma, etc etc…). No te enojes, no me escribas desde algún lugar de la moral prefabricada que occidente vende y vos compraste tal vez pensando en lo difícil que se hace llegar a fin de mes. Búscale los intersticios a la gran manipulación, métete por ahí a destejer la historia, dá aviso a los que tengas cerca, esto es mucho más importante.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.