Recomiendo:
2

La ley de la selva

Fuentes: Rebelión

Asesinaron en Leopoli, occidente de Ucrania, al ex presidente de la Rada Suprema (parlamento) y ex lider del partido nacionalsocialista ucraniano Andrei Paruby en plena calle.

Andrei Telishenko, ex diplomático y asesor de la Fiscalia en Kiev, dijo que «era un nazi militante que se destacó en los sucesos del Maidan disparando a la gente en la plaza». Fue Paruby quien cerró la investigación sobre la masacre de la Casa de los Sindicatos en Odessa, donde la ultraderecha quemó vivos casi un centenar de militantes anti-golpe de Estado, para ocultar la participación de los grupos ultranacionalistas que dirigía.

Paruby destacó como propulsor de la guerra contra los separatistas del Donbass apoyando masacres y bombardeos de civiles y policías. Tenía estrechísimos vínculos con la CIA, dijo Telizhenko, que de prorruso no tiene nada.

La prensa deformante occidental no dijo nada, pero más allá de fotografías y videos hay cientos de testimonios de los sucesos del Maidan (civiles y periodísticos) que detallan la ocupación del edificio de la Orquesta Filarmónica de Ucrania, frente a la Plaza Independencia (Maidan), donde se manifestaban y acampaban miles de ciudadanos contra el golpe de Estado. Desde esas ventanas él y sus secuaces disparaban contra la gente y los policías que custodiaban el frente de la casa de Gobierno, del otro lado de la plaza. Se supo que la mano de obra nazi era pagada con 30 a 50 dólares la noche, con fondos provenientes de la «embajada». Paruby fue recibido en el Parlamento Italiano por la jefa de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, en 2013. La legisladora del Partido Democrático italiano -dice pertenecer a la izquierda pero en la realidad de los hechos son de derecha pronorteamericana- calificó de mentiras las noticias que desnudaban el carácter nazi del gobierno de Ucrania, las matanzas de opositores y masacres en el Donbass. ¿Supina ignorancia o perversión política?

Entonces dominaban la escena de la violencia política en Ucrania las bandas de Sbovoda y Pravda sektor y se formaba el batallón Azov, máximos exponentes de la barbarie neohitleriana.

No se puede mentir a todos, todo el tiempo. Podés encontrar miles de documentos sobre los asuntos de la ultraderecha militando en el país usado como teatro de operaciones por occidente. La misma CNN informó al inicio de los separatismos el rechazo de los habitantes del Donbass al gobierno de Kiev y la denuncia de violaciones a los Derechos Humanos. Aunque poco después la cadena se haya plegado a las directivas generales de la prensa corporativa. La OTAN y la UE declaraban que los separatistas eran delincuentes terroristas, acusaciones que buscaban transformar en objetos a las personas, pasibles de cualquier bomba o tortura que el público «civilizado» europeo podía aplaudir con la palabra democracia en la boca.
¿Sabías que los cargos propuestos al gobierno de Kiev luego del Maidan debían ser aprobados por la «embajada»? Algo similar sucedió con los jefes policiales que se enviaban a cada región.

Personajes como Paruby están siendo apoyados por personajes como Macrón, Mertz, von der Leyen, Meloni, Rutte y Starmer, hondamente inspirados en las virtudes democráticas occidentales. ¿Perversión o ignorancia? ¿Por qué estos «líderes» europeos se esfuerzan en mantener el conflicto alimentado con fondos quitados a sus pueblos y armas compradas con el dinero de sus sociedades a EEUU?

La suerte está echada. La derrota le pertenece a las corporaciones guerreristas occidentales y sus siervos locales. El pueblo ucraniano deberá convivir con esta tragedia aunque, finalizada la guerra, el segundo embate corporativo, el del cemento, reconstruya aquellos que pueda reconstruirse. ¿Cómo llegará a la Verdad y a la Justicia el pueblo ucraniano? ¿Cómo pondrá en el banquillo a sus traidores y todos los peones neonazis que la han enterrado en el espanto? ¿Cómo podrá separar a los combatientes que han dado todo por su patria, de aquellos que han sostenido los intereses extranjeros? ¿Qué será de esa tierra manoseada por las corporaciones? ¿Prevalecerá la memoria o despuntarán en el horizonte otras luctuosas banderas sin dignidad?

Todavía quedan muchas páginas para abrir, nuevos horrores, inmorales ganancias. Los serviles denunciantes de ogros y fantasmas que se desvelan en colaboraciones con el nazismo europeo no querrán interrumpir el flujo generoso de la codicia que contamina estos tiempos oscuros.

¿Otros Paruby correrán la misma suerte o serán conducidos a los severos tribunales donde impere la Humanidad a pleno?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.