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El Gobierno ultraderechista de Bukele impulsa el Reglamento de Cortesía Escolar y los Lunes Cívicos

¿La educación en El Salvador un modelo autoritario y militarizado?

Fuentes: Rebelión [Imagen: Karla Trigueros y Nayib Bukele]

Promover los denominados valores esenciales; éste es el objetivo del memorándum sobre el Reglamento para la Promoción de la Cortesía Escolar, remitido el 25 de agosto por la ministra de Educación de El Salvador, Karla Trigueros, a los centros educativos nacionales.

El Reglamento entró en vigor -pocas fechas después- en los centros educativos públicos; además de ministra -desde el pasado 14 de agosto-, Trigueros es capitán del ejército salvadoreño.

Se trata de fomentar el respeto y la cortesía entre nuestros estudiantes, profesorado y personal administrativo; “queremos que cada niño y adolescente crezca practicando expresiones tan sencillas pero fundamentales, como buenos días, por favor y gracias”, difundió la ministra militar en las redes sociales; la Dirección Nacional de Convivencia Escolar se encargará de revisar el cumplimiento de la normativa.

El artículo 2 del memorándum, dedicado a los Principios, señala que cada estudiante debe dirigirse a sus compañeros, docentes “y autoridades” con cortesía; así, la normativa apela a la responsabilidad personal: el uso u omisión de expresiones de cortesía en las escuelas públicas “tendrá consecuencias».

Además, el Reglamento de Cortesía Escolar se centra en lo que denomina deméritos; estos se asignan en casos de “omisión”, como no saludar al entrar o salir del aula; también en caso de no decir por favor al realizar una petición, o gracias al recibir atención (o un material); otro demérito es el uso de tono grosero o irrespetuoso.

Estas faltas o incorrecciones quedarán registradas en el Libro de Convivencia Escolar o en la Tarjeta de Deméritos del Estudiante; las sanciones o consecuencias comprenden desde la advertencia verbal y la reflexión escrita (“la importancia de la cortesía”), en el caso de sumar tres deméritos; hasta la imposibilidad de que sea promovido de grado, si el estudiante acumula 15 deméritos.

También en las redes sociales, la capitán, doctora y ministra anunció la entrada en vigor -el 1 de septiembre- de los Lunes Cívicos en todos los centros educativos; la idea es comenzar el día con actividades que vigoricen la identidad nacional; en palabras de Karla Trigueros, “reafirmar nuestros valores, la disciplina y el amor por nuestra patria”.

El mínimo requerido a los directores y docentes -en la primera media hora de clase de los lunes, durante todo el año- es la formación en orden y disciplina; la entonación del himno nacional; la oración a la bandera de El Salvador; y la ponencia de un estudiante sobre un hecho histórico o personaje importante del país.

Tal vez la batería de normas pueda completarse con las medidas disciplinarias para el ingreso de los estudiantes a sus respectivos centros educativos, de estricto cumplimiento para los directores del sistema público desde el 20 de agosto; la omisión de las disposiciones ministeriales supondrá una “falta grave de responsabilidad administrativa”.

Así, los directores tienen que recibir a los escolares todos los días, en la puerta de entrada a los centros, con un control de los siguientes puntos: uniforme limpio y ordenado; corte de cabello adecuado y presentación personal correcta, e ingreso en orden con saludo respetuoso.

El presidente ultraderechista de El Salvador, Nayib Bukele, se ha hecho eco de estas iniciativas en las redes sociales; por ejemplo, ha valorado los Lunes Cívicos como “amor a la patria”; o ha usado la burla contra los opositores: “Los haters: ¡La nueva ministra de Educación está reprimiendo a los jóvenes! ¡Ayuda!”. Y sobre los supuestos avances que implican las medidas de coerción:

“Así eran antes los centros educativos en nuestro país: lugares de reclutamiento de pandilleros. Y no eran pandillas cualquiera, sino las más sanguinarias del mundo (…). Las medidas de disciplina en las escuelas buscan evitar que esta tragedia vuelva a repetirse”.

Nayib Bukele ejerce, desde junio de 2019, la presidencia del país centroamericano; en las elecciones celebradas ese año, venció con el 53% de los votos, bajo las siglas del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).

En las presidenciales de 2024 Bukele revalidó la mayoría absoluta, en esta ocasión al frente del partido Nuevas Ideas (NI); movimientos sociales denunciaron que se produjo un “fraude” en los comicios, celebrados -además- estando en vigor el Régimen de Excepción; aprobado en marzo de 2022, este mecanismo -previsto para situaciones extraordinarias- establecía la suspensión de derechos básicos.

El presidente, empresario y exalcalde de San Salvador explicó en un vídeo -expuesto en su cuenta de X- la manera en que entiende el orden, la regla y la subordinación:

“Cuando uno es pequeño se le debe inculcar la disciplina; (supuesta contestación): ‘¡No, presidente, eso son ideas de viejos, eso es de antes, ahora es más moderno todo!’ ¿Y a qué nos llevó la modernidad? Ahí están los vídeos de los 90 y los años 2000, donde los jóvenes hacen lo que quieren”.

Se da la circunstancia que la Asamblea Legislativa (mayoría absoluta de Nuevas Ideas) dio el visto bueno -el pasado 31 de julio- a que el actual presidente se pueda presentar a la reelección de manera indefinida; por tanto, en caso de una próxima victoria electoral, Bukele accedería a un tercer mandato; para hacer posible este cambio, se produjo una significativa reforma constitucional; además el periodo de gobierno presidencial pasará de cinco a seis años.

La modificación fue criticada por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y las organizaciones sociales, pero hallaron respaldo en el Gobierno de Estados Unidos, que destacó la validez constitucional del proceso y rechazó su comparación con dictaduras.

Amnistía Internacional (AI) es una de las organizaciones que ha denunciado la deriva autoritaria; así, el pasado 1 de julio, señaló: “Con el inicio del segundo mandato de Nayib Bukele, El Salvador ha experimentado un alarmante incremento del hostigamiento, la persecución y la  criminalización de las personas defensoras, periodistas y activistas”; ese día nombró presas de conciencia a la abogada Ruth López; el defensor ambiental, Alejandro Henríquez y el dirigente comunitario, José Ángel Pérez.  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.