Grecia amanece este miércoles 1 de octubre sumida en una huelga general de 24 horas, convocada por los principales sindicatos del país en un claro rechazo a las reformas laborales impulsadas por el Gobierno liberal de Kyriakos Mitsotakis. Miles de trabajadores, desde el sector público hasta el privado, han bajado las persianas de comercios, paralizado el transporte y salido a las calles para defender conquistas históricas como la jornada de ocho horas. Esta es la tercera huelga de este tipo en menos de cuatro meses, un indicador del creciente descontento de la clase obrera ante políticas que los sindicatos califican como «esclavistas» y alineadas con las directrices de la Unión Europea.
Motivos de la huelga
La chispa de esta movilización radica en un controvertido proyecto de ley que se prevé someter a votación a finales de octubre. Esta reforma extendería la jornada laboral diaria hasta 13 horas en el mismo empleador, combinando un puesto principal con horas «voluntarias» extras de hasta cinco horas, y permitiría una semana laboral de seis días. Aunque el Gobierno argumenta que se compensará con una bonificación del 40% por horas extras, los sindicatos denuncian que esto fragmenta el tiempo de ocio, erosiona la conciliación familiar y convierte a los trabajadores en «esclavos modernos».
Además, la legislación actual, aprobada en 2023, ya autoriza despidos sin indemnización en el primer año de contrato y restringe el derecho a huelga mediante multas y penas de prisión para quienes bloqueen accesos a los centros de trabajo durante las protestas. Organizaciones como la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) y la Confederación de Sindicatos del Sector Público (ADEDY) exigen la derogación de estas medidas, la recuperación de la negociación colectiva –prohibida durante la crisis de deuda de 2010-2018– y aumentos salariales que contrarresten el alto coste de la vida. Grecia ocupa el penúltimo lugar en la UE en poder adquisitivo salarial, con un salario mínimo que apenas cubre necesidades básicas en un contexto de inflación persistente.
El Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), vinculado al Partido Comunista Griego (KKE), ha calificado la reforma como un «ataque brutal al movimiento obrero», recordando que la jornada de ocho horas es una conquista histórica de la clase trabajadora que no se negocia. Esta huelga no surge en el vacío: sigue a protestas masivas en febrero y abril de 2025, impulsadas por demandas de justicia por el accidente ferroviario de Tempi (57 muertos en 2023) y contra la austeridad, que han unido a generaciones de griegos en las calles.
Piquetes, bloqueos y un país paralizado
La huelga está impactando de lleno en la vida cotidiana, con un seguimiento estimado superior al 90% en sectores clave. Los piquetes informativos y bloqueos en fábricas, puertos y oficinas han detenido la producción industrial, mientras que los servicios públicos como hospitales (salvo urgencias), escuelas y bancos operan con personal mínimo o cierran por completo.
El transporte es el epicentro del caos. Los controladores aéreos se han sumado al paro, provocando cancelaciones masivas de vuelos. Aerolíneas como Aegean y Olympic Air han emitido alertas a pasajeros, recomendando reprogramaciones. En el sector marítimo, los transbordadores a las islas Cícladas y Dodecaneso están inoperativos, afectando a turistas y suministros esenciales. Los bloqueos en puertos como El Pireo impiden la carga y descarga de mercancías.
En Atenas, el metro y trenes de cercanías no circulan, mientras que autobuses y tranvías operan en horario reducido para facilitar accesos a manifestaciones. Los taxistas se adhieren al paro, generando atascos y hacinamiento en las vías públicas. En Tesalónica y otras ciudades, los bloqueos viales han colapsado el tráfico.
El sector turístico, vital para la economía griega, sufre un golpe directo: hoteles y agencias reportan pérdidas millonarias, y visitantes extranjeros se encuentran varados o presenciando protestas desde primera fila.
La voz del pueblo en las calles
El día culminará con manifestaciones en las principales ciudades, donde se espera la participación de decenas de miles de trabajadores. En Atenas, las marchas partirán desde las plazas Syntagma y Klafthmonos hacia el Parlamento. El sindicato PAME ha convocado en los Propileos, cerca de la Acrópolis, enfatizando la resistencia obrera.
En Tesalónica, la segunda urbe del país, los manifestantes se reunirán ante la estatua de Venizelos, exigiendo justicia social y el fin de la «economía de guerra» que prioriza recortes en bienestar por gastos militares. Otras ciudades como Patras, Heraklion y Volos verán protestas locales, con énfasis en el impacto en educación y salud.
Esta jornada no solo mide la fuerza del movimiento obrero griego, sino que envía un mensaje a Europa: las conquistas laborales no son negociables.
Fuente original: https://nuevarevolucion.es/grecia-en-huelga-general-la-lucha-contra-la-jornada-laboral-de-13-horas-paraliza-el-pais/