En esta entrega empezaré transcribiendo los principales apartados del Informe “Estados Unidos Primero” sobre la guerra en Ucrania, tal cual, está escrito en la versión en español. Usted puede leerlo en el portal del think tank APFI. Como ya dije, fue escrito por los “honorables” Keith Kellogg y Fred Fleitz, del indicado “tanque pensante”, en abril de 2024 y entregado al presidente Trump para orientar sus decisiones respecto de “una” paz en Ucrania. He reservado mis observaciones para la siguiente entrega, así como, los extractos sobre la estrategia para “una” paz. Utilizo tres puntos suspensivos, entre corchetes, para indicar la continuidad del texto tras la idea que se quiere transmitir.
Lo que dice el Informe “Estados Unidos Primero”
Fiel al estilo confrontacional propio de los “halcones” militaristas de Estados Unidos, el documento atribuye el desencadenamiento del conflicto en Ucrania a: “La ausencia de un presidente fuerte y decidido que se enfrentara al presidente ruso, Vladimir Putin, con una política exterior estadounidense firme y coherente hacia Rusia, Ucrania y la OTAN […] Las políticas firmes y coherentes implementadas por el presidente Donald Trump, en su primer mandato, explican por qué Rusia se abstuvo de invadir a sus vecinos durante su presidencia, pero no experimentó tales restricciones durante las administraciones de George W. Bush, Barack Obama y Joe Biden […] Trump implementó una política hacia Rusia que demostró la fuerza estadounidense […] Reforzó la postura disuasoria de Europa hacia Rusia revitalizando la alianza de la OTAN para que trabajara en beneficio de los intereses estadounidenses”. En este orden de cosas, el documento pasa revista a las acciones que la administración Trump adoptó en contra de Rusia: “Presionó a los países europeos para que se desvincularan del suministro energético ruso; condenó el apoyo alemán al gasoducto Nord Stream II; retiró a EEUU del Tratado de Cielos Abiertos, del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), del Tratado de reducción de armas nucleares New START; impulsó una fuerte estrategia disuasoria al autorizar el primer paquete de ayuda militar letal a Ucrania, equipando a sus fuerzas armadas con misiles antiblindaje Javelin avanzados, buques de guerra y lanchas patrulleras Mark VI. Esto representó una importante ruptura con la administración Obama, que solo accedió a proporcionar asistencia militar no letal a pesar de los vehementes llamamientos de las autoridades ucranianas para que Estados Unidos proporcionara armas para combatir a los rebeldes separatistas prorrusos en el Donbás […] El pobre liderazgo del presidente Biden como comandante en jefe, un equipo de seguridad nacional débil y políticas de seguridad nacional con una completa incomprensión de Rusia, Putin, Ucrania y la OTAN, establecieron las condiciones que llevaron a Putin a ordenar la invasión de Ucrania en febrero de 2022 y llevar a cabo una guerra de agresión abierta en desafío a los Estados Unidos y la comunidad internacional […] La administración Biden en materia de seguridad nacional rechazó el ‘enfoque transaccional’ de Trump hacia Rusia, bajo el cual, Trump estableció una ‘relación de trabajo’ con un adversario estadounidense, por uno internacionalista liberal que promovía los valores occidentales, los derechos humanos y la democracia. Contrariamente a la postura de ‘América Primero’ de la administración Trump en materia de seguridad nacional, el enfoque de Biden priorizó las agendas idealistas de la élite global […] Biden no estaba interesado en trabajar con Putin. Quería sermonearlo y aislarlo. La política hostil de Biden hacia Rusia no solo la convirtió innecesariamente en enemiga de Estados Unidos, sino que también la arrojó a los brazos de China y propició el desarrollo de un nuevo eje Rusia-China-Irán-Corea del Norte. Ahora, China y Rusia esperan utilizar este eje para desafiar el actual orden mundial liderado por Estados Unidos y el dólar estadounidense como moneda de reserva mundial […] Una estrategia de ‘Estados Unidos Primero’ podría haber evitado la invasión. A Estados Unidos, le convenía mantener la paz con Putin y no provocarlo ni distanciarlo con agresivas campañas globalistas de derechos humanos y prodemocracia, ni con un intento de promover la adhesión de Ucrania a la OTAN […] Una oferta estadounidense de retrasar la admisión de Ucrania en la OTAN durante una década podría haber bastado para convencer a Putin de cancelar la invasión, pero los funcionarios de la administración Biden se negaron a hacerla”.
La entrega de armas
“Estados Unidos y sus aliados deberían haber enviado una importante ayuda letal a Ucrania en otoño de 2021 para disuadir una invasión rusa” […] La administración Biden y de la OTAN retrasaron el envío a tiempo de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS); modificaron el alcance de los misiles del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) para evitar ataques de largo alcance y se denegó la solicitud de Polonia de enviar aviones de combate MiG-29 a Ucrania. Se perdió de vista que el principal objetivo de la asistencia militar a Ucrania era evitar el precedente de un Estado agresor que se apodera de territorios por la fuerza y atenta contra el orden internacional basado en normas. A Estados Unidos también le interesaba asegurar la derrota de Rusia en esta guerra, ya que, una Rusia derrotada y debilitada era el mejor resultado para la seguridad estadounidense y mundial […] Un ejército ruso devastado permitiría a Estados Unidos dirigir sus defensas contra China, una amenaza mucho más grave para su seguridad nacional […] Las armas llegaron tarde y en cantidades insuficientes. Por ejemplo, en mayo 2023, Biden envió 31 tanques Abrams, el equivalente a un batallón. Seis cazas F-16 de los 45 prometidos que no estaban listos para el ataque hasta el verano 2024. Ucrania comenzó a quedarse sin proyectiles de artillería de 155 mm para julio de 2023 […] A finales de 2024 el gobierno de Biden seguía careciendo de una estrategia coherente para ayudar a Ucrania a ganar el conflicto o a ponerle fin…en cambio, el presidente Biden demonizó a Putin, llamándolo a menudo ‘criminal de guerra’. No era una estrategia, sino una esperanza basada en la emoción. No era un plan para el éxito.
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