M.H.: Estuviste en Brasil hace poco, en México y también en Cuba. Me gustaría un comentario sobre esas visitas. S.S.: En Brasil en realidad estuve hace unos cuantos meses y sí, estuve en México y acabo de llegar de La Habana de un evento sobre ciudades al que me invitaron. M.H.: Hablemos de México entonces, […]
M.H.: Estuviste en Brasil hace poco, en México y también en Cuba. Me gustaría un comentario sobre esas visitas.
S.S.: En Brasil en realidad estuve hace unos cuantos meses y sí, estuve en México y acabo de llegar de La Habana de un evento sobre ciudades al que me invitaron.
M.H.: Hablemos de México entonces, porque allí se han producido cambios políticos favorables, a diferencia de Brasil. ¿Cómo viste la situación política mexicana?
S.S.: En realidad son impresiones, no es mi especialidad pero sí puedo compartir algunas primeras impresiones. Sin duda, a contramano de lo que viene pasando en América Latina, la asunción de AMLO ha generado no solo en México sino en América Latina y el mundo, expectativas favorables.
Las expectativas sobre si va a ser posible la cuarta transformación como él la llama en referencia a las tres anteriores, la Independencia, la Reforma y luego la Revolución mexicana. La realidad es que a partir de las experiencias vividas en nuestro continente con otros gobiernos que tuvieron que enfrentar procesos intensos de la aplicación de políticas neoliberales como es el caso de México con los gobiernos de Calderón, Fox y el más reciente de Peña Nieto, ya sea del PRI o del PAN, AMLO no asume en condiciones económicas ni políticas favorables, o sea que va a tener que librar una batalla muy importante para revertir todo lo que estas políticas han destruido en México.
Hay que agregar un dato no menor, que para mí es el más importante y es la espiral de violencia que sacude a México. En año pasado hubo 31.000 víctimas de homicidios. Estamos hablando de una década en la que hubo casi 300.000 mil homicidios registrados, porque hay una parte de México dominada por el narcotráfico donde las víctimas no son declaradas ni reconocidas.
Esa trama, que algunos han definido como «Narco Estado», donde se cruzan además del accionar de las bandas, la corrupción policial, política, judicial, es un condicionante enorme, muy preocupante y es el tema que aparece primero entre las inquietudes de la población mexicana, junto con la situación económica, el salario, etc. Pero en el cruce con el pueblo, esta mirada de temor, odio, resentimiento hacia el Estado que ampara estos crímenes y es parte también, es muy fuerte.
En cuanto a medidas económicas la realidad es que los gobiernos anteriores han dejado una situación tan devastada que con 4 o 5 medidas la situación tendería a mejorar, por ejemplo, el aumento del salario mínimo que sigue siendo muy bajo comparativamente con el de otros países del mismo nivel de desarrollo que México. O la reducción del salario de algunos funcionarios públicos, del gasto público innecesario y volcarlo a favor de los sectores más necesitados, eso sin duda tendría que tener una repercusión más o menos inmediata.
Pero el tema de la violencia es central, más allá de que se han planteado ya algunas medidas, creo que hay una intención y ganas de que eso pueda instrumentarse.
Por otro lado no va a ser fácil gobernar con los tres partidos principales el PRI, el PAN y el PRD, su anterior partido, en contra. Ya los primeros días cuando planteó una reducción a los funcionarios del Poder Judicial, la Corte Suprema salió a cruzarlo diciéndole que no va a aceptar, que es inconstitucional. Repitiendo lo que se viene dando a nivel regional que es la jugada política del Poder judicial, usarlo como ariete en contra de toda posibilidad de cambio, que ponga en cuestión no solamente sus privilegios sino los privilegios a los que responde.
También es cierto que para llegar a la instancia en la que está tuvo que aceptar algunas alianzas que se expresan en su propio gabinete, el caso de Moctezuma, un hombre que fue ministro de Zedillo, que fue miembro del PRI, que trabajó mucho tiempo vinculado a una de las corporaciones más importantes, la de Salinas, la segunda más importante después de la de Slim que no está bien visto por los sectores de la izquierda en México. Son sectores a los que trata de tranquilizar y que muestran los límites de las transformaciones que AMLO está dispuesto a hacer.
Un dato importante es la suspensión de la realización del aeropuerto que era algo muy polémico y rechazado por los sectores populares e indígenas. Pero ahora se habilitó un frente nuevo con el tren Maya que muchas organizaciones están cuestionando porque atraviesa zonas selváticas de una fauna y flora muy ricas y territorios indígenas con un proyecto más desarrollista que de preservación cultural y ambiental.
Tiene que lidiar con un montón de conflictos, sin hablar del principal que tiene con su vecino, Trump, que le está marcando la cancha todos los días, con barbaridades como que el muro lo está pagando el gobierno mexicano.
Por otro lado, los movimientos indígenas, el Congreso nacional indígena y toda la zona de influencia del zapatismo tiene muy bajas expectativas de que pueda cambiar algo, por la forma que está estructurada la política en México, el papel del Parlamento, de las instituciones, la historia de sometimiento a los sectores indígenas en México y que si bien hay todo un ritual de AMLO, cuando asumió y cuando presentó en el Zócalo el proyecto del tren Maya, donde hubo rituales y utilización del lenguaje vinculado al México indígena, persiste la desconfianza hacia los aparatos del Estado y su capacidad para dar respuesta a reclamos históricos. Están tomando distancia en una actitud expectante de poca confianza. No tanto en AMLO sino en el aparato del Estado con el que va a tener que lidiar.
La generación del período especial no se siente parte de un proceso de transformación revolucionaria
M.H.: Volviste recientemente de Cuba, donde se está llevando adelante un debate constitucional y se esperan cambios institucionales importantes. Ha asumido un nuevo presidente, ¿qué impresiones trajiste?
S.S.: Tuve la posibilidad de pasar por Cuba en varios procesos, en la década del 70 cuando todavía se veía la euforia de la transformación revolucionaria, en la etapa de la revisión que se dio en los ´80 durante la rectificación de errores, después la etapa del período especial que fue realmente brutal para los cubanos en lo cotidiano y en cuanto a perspectivas, y en estos días ver lo que está pasando en lo que se podría llamarse el período post Fidel.
Yo fui particularmente a participar de un evento, estuve mucho tiempo vinculado a eso y mi relación con los cubanos tuvo que ver más con temas de debate urbanístico, de la ciudad, de las perspectivas de hacer ciudades sustentables en el marco de la sociedad capitalista, etc. Pero por supuesto pude percibir y conversar sobre lo que pasa hoy en la realidad de Cuba.
Respecto al debate constitucional en la población llana, en la gente «de a pie» no hay muchas expectativas de cambios, más allá de algunas cosas formales, que pueden tener un valor simbólico y de algunas decisiones que pueden incidir en algunos aspectos de la vida. Pero los niveles de participación en el debate y las modificaciones que se han planteado que han sido bastante amplias, sobre todo para un sector, no han generado un entusiasmo generalizado. Habrá que ver después con las últimas modificaciones qué se va a terminar de aprobar en 2019.
Sobre todo hay cambios importantes respecto a la iniciativa privada. En eso hay una apuesta fuerte y se notan cambios, un conjunto de actividades que estaban en estado de ilegalidad pasaron a ser legales formalmente. Por ejemplo, el uso de la doble moneda no solo para los turistas, la apertura de un montón de lugares de habitación para turistas, que antes también estaban en algo semi clandestino y que ahora son formales, etc. Me parece que en eso sí hay cambios, pero la sensación en una generación no pequeña de cubanos es que la revolución es un hecho histórico, con todo lo que eso ha significado, no se sienten parte hoy de un proceso de transformación revolucionaria. Eso es algo muy fuerte y sobre todo en una generación que nació en la época del período especial y no vivió los cambios y beneficios que trajo la revolución sino que han vivido carencias.
Sigue habiendo una inmigración que ya no es política sino económica, mucha gente se va. Tenían muchas expectativas con los acuerdos que habían realizado con Obama, que Trump tiró para atrás. Sobre todo depositados en el tema del turismo y en algunos proyectos socioeconómicos en los cuales ellos confían que pueden traer una mejora a la situación en Cuba.
Noto desasosiego en la sociedad, es una impresión subjetiva, pero es lo que noté que predominaba. En los días que estuve allí se anunciaron medidas muy importantes que se vienen trabajando hace tiempo, la primera, que no me parece menor porque hay toda una intención de darle jerarquía al sistema digital, integrar a Cuba en el mundo y por dentro a través del mundo digital, internet y los medios más actuales; es que hasta ahora, salvo las instituciones formales, todo lo que tenía que ver con wifi era a través de celulares y tarjetas que tenían que comprar e ir hasta una plaza o a la puerta de un hotel para comunicarse brevemente con el mundo y entre ellos.
Ahora, a partir del 7 de diciembre, se anunció a través del ministerio de Comunicaciones, que todos los cubanos van a poder tener, al menos en las principales ciudades, internet en sus casas a través de un abono. Lo cual va a producir en mi opinión una enorme revolución en la vida cubana, porque era algo muy restringido hasta este momento. Eso habrá que medirlo en el tiempo pero creo que va a tener un enorme impacto.
Fue un trabajo muy duro armar esto para los cubanos, cuando lo tuvieron listo vino un ciclón y se los volteó, siendo todo importado, lo pagan con divisa y la divisa viene a partir del turismo. Así que costó mucho esfuerzo y me da la sensación que es una voluntad de integración y en respuesta a algo que venía pidiendo un sector de la población y sobre todo la juventud.
El otro tema es un mecanismo más preciso para legislar la actividad privada, de control hacia el transporte, los locales de comida, abastecimiento, etc., que ahora será mucho más riguroso. Eso genera mucho ruido porque hay una gran parte de la sociedad que se acostumbró a partir del período especial a recibir ingresos adicionales a través de un conjunto de actividades que no estaban reglamentadas.
Respecto del matrimonio igualitario pude participar en un debate parcial, no creo que sea el tema único, porque en Cuba se ha avanzado mucho en cuanto a los temas de género, de hecho las operaciones de género son legales y las financia el Estado. El feminismo ha hecho conquistas muy importantes, el aborto es legal desde la revolución. El tema del matrimonio igualitario tiene mucho que ver con el tema de la adopción. Hay una resistencia sobre todo en las generaciones mayores, que los matrimonios tanto de hombres como de mujeres gay y lesbianas puedan adoptar, porque en general en Cuba, a diferencia de muchos otros países latinoamericanos, no hay muchos chicos en situación de adopción, ya sea porque el Estado contiene en parte eso y porque hay una historia familiar en la que el hermano, la abuela, el tío o cualquiera de la familia se hace cargo de la crianza y el Estado ofrece recursos importantes para ello. Entonces cuesta bastante el tema de la adopción y surge el cuestionamiento de que si hay matrimonios heterosexuales que no pueden adoptar, para qué le van a dar la posibilidad a homosexuales. Una mirada estrecha que me parece tiene que ver con prejuicios generacionales y que supongo que en algún momento se saldará.
El objetivo del nuevo Código urbanístico y de edificación es ofrecerle seguridad jurídica a los que se están apropiando de la tierra pública
M.H.: Dando vuelta la página internacional, el pasado 6 de diciembre la Legislatura aprobó el Código urbanístico y el Código de edificación en forma definitiva. ¿Cuáles serían los aspectos más relevantes a tu entender de estas dos medidas?
S.S.: No es fácil de abordar el tema en pocos minutos porque tiene una cantidad de facetas complejas, desde el proceso en que se gestó, dónde, cómo participó la sociedad, qué tiene que ver con el Código anterior que fue aprobado por la dictadura, cuánto hay de nuevo y cuánto de viejo, cuáles son los argumentos formales que se han planteado para este Código. Todos esos aspectos merecen un análisis porque trascienden la aprobación misma del Código porque pintan un poco lo que está pasando en nuestra sociedad.
Puntualmente si tengo que poner algunos títulos te diría que el objetivo es ofrecerle seguridad jurídica a aquéllos que se están apropiando de la tierra pública. Lo que antes tenía que pasar por la Legislatura y que muchos vecinos u otros sectores podían cuestionar porque violentaba el Código anterior o las normas de la Constitución de la Ciudad ahora va a estar explicitado negro sobre blanco, en algo que ya no es una Ordenanza sino que es una ley en tanto que ahora la Ciudad es autónoma y tiene su propia Constitución. Este Código ya es ley y al serlo es muy difícil modificar sus aspectos fundamentales.
Quiere decir que donde antes había una plaza o un edificio público y que ahora se licitó y se entregó a una corporación privada, una vez que la corporación empiece a trabajar es casi irreversible. Con lo cual va a continuar la liquidación del espacio público de la Ciudad a manos de las corporaciones de negocios inmobiliarios.
La Agencia de bienes se ha transformado en una inmobiliaria del PRO y sus amigos que están liquidando la Ciudad; en un corto y mediano plazo va a ser tremendo. Hoy vivimos un diluvio y eso tiene que ver con la forma en que se construye y se piensa la ciudad. Si se construye lo que el Código nuevo autoriza vamos a duplicar la superficie construida que hay en CABA, imaginate lo que pasaría con los servicios y la infraestructura, un colapso.
M.H.: Dialogando con Elio Brailovsky señalaba un aspecto que ha sido tenido poco en cuenta inclusive por los críticos de estas dos resoluciones, que es la situación del desarrollo inmobiliario en zonas inundables como producto de la modificación que provoca el cambio climático.
S.S.: Nosotros con un grupo con el que trabajamos estos temas hemos hecho un cuestionamiento, que ya viene de las anteriores gestiones, no tiene solo que ver con el Código actual, lo que pasa es que este Código no sólo quiebra esa tendencia sino que la agudiza. Ese es el tema.
Toda el área metropolitana de Buenos Aires ha violentado los cursos naturales de arroyos y ríos que se desarrollaron a lo largo de miles de años. Nosotros estamos sobre ríos de llanura que ante cualquier obstáculo desvían en inundación. Inclusive los 500 proyectos de barrios cerrados que se han construido se han transformado en diques, terminan por inundar a poblaciones y a barrios tradicionales y populares aledaños y repercuten sobre el sistema hídrico de la Ciudad de Buenos Aires. A eso sumale que se sacan los adoquines y se asfalta, que al aumentar el cemento hay menos capacidad de absorción, que aumenta lo que se llama la escorrentía con la basura que tapa los sistemas de desagüe pluvial. Todo lo que se está haciendo es en contra de la naturaleza porque la Ciudad, inclusive sus árboles, son artificiales, no responden a la naturaleza del lugar. Entonces basta que llegue el otoño para que se llene de hojas la calle y obstruya los pluviales y se inunde. Además de que toda la infraestructura sanitaria está colapsada y que vivimos rodeados de ríos contaminados. Si analizás las principales cuencas, como la del Río de La Plata, donde la gente no se puede bañar pero estás tomando agua de allí, porque es de donde viene el sistema de agua corriente. Además la cuenca del Matanza-Riachuelo, del Reconquista y del Luján son todos ríos contaminados.
Sobre eso no ha habido respuesta ni política. Por otro lado se legisla y actúa sobre la CABA como si fuera un ente aislado en el territorio y en realidad es parte del Area metropolitana y sobre eso no ha habido ningún tipo de diagnóstico. Entonces es muy difícil pensar algo para mejorar sin un diagnóstico, no se hace ese diagnóstico porque pondría en evidencia que la forma brutal de urbanización del capital nos lleva a este colapso y que las medidas que se han tomado no solo no sirven sino que agravan la situación, el transporte, la energía, la huella ecológica que deja el Area metropolitana en todos los aspectos.
Se producen 17.000 toneladas de basura por día en el Area metropolitana. No se recicla casi nada de eso, el ideal de basura cero es una falacia, así como otras tantas que contiene el Código sobre la base de un merchandising o un sistema de utilizar parámetros internacionales en afán propagandístico. Se habla de «sustentable», «verde», «polisémica», «inclusiva» y el Código no resuelve ninguno de esos temas, al contrario, Buenos Aires no es sustentable ni lo va a ser con este Código, no es verde, porque lo que se está construyendo atenta contra eso.
Dice que tiene que haber una plaza cada 400 metros, lo cual es imposible de materializar si cada lugar público de la Ciudad lo están vendiendo para que se construyan edificios. En esto hay que reconocer que no es una innovación del PRO, a pesar de que ellos están batiendo récord. Esto viene de muchos gobiernos que han apostado a un proyecto desarrollista irracional sobre las formas de generar ciudades, a esto sumale los barrios cerrados en el Gran Buenos Aires, en el conurbano, que además de generar aislamiento, confrontación y una especie de enguetamiento asfixiante, generan enormes conflictos ambientales sin ningún control.
Ahora el proyecto del gobierno de la provincia de Buenos Aires, de la gobernadora Vidal con sus socios, el ex peronista que ahora es ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, y Dante Galeazzi, el funcionario que es yerno de Constantini , dueño de Nordelta, es el encargado de analizar los planes de regularización de los asentamientos de las urbanizaciones cerradas, imaginate para qué lado va a legislar.
Ya han violentado la ley llamada del uso justo del hábitat que establece claramente que esos 500 asentamientos están en condiciones de irregularidad. Y lo van a normalizar a pesar de que no ha aportado todo lo que decía la ley que tenía que aportar. Lo lamentable es que si bien ha habido una respuesta y muchos vecinos empezaron a manifestar cuáles son los problemas que va a acarrear todo esto, todavía una gran parte de los habitantes de la Ciudad que han recibido fenómenos gentrificadores, de expulsión de pobres hacia la periferia, no lo ha tomado en sus manos.
Es tan importante que hubiese merecido al menos un plebiscito o un referéndum. En otras ciudades del planeta por proyectos mucho menores se consulta a la sociedad en términos generales y no estas audiencias públicas que son una parodia, porque no cambian nada, no son vinculantes, ni siquiera puede haber debate, solo exposiciones y después se sigue adelante.
M.H.: En donde inclusive los vecinos que participaron de esas audiencias públicas se enteraron en ese momento de una serie de modificaciones, por ejemplo, el caso de Agronomía, la apertura de la calle Zamudio entre Beiró y Tinogasta que atravesaría el predio de la Facultad, destruyendo su patrimonio natural y generando tránsito vehicular en un área que es utilizada para descanso y recreación de los vecinos, que crearon una petición para exigir la cancelación de esos planes. Por otro lado, se habilita la construcción de edificios de 48 metros de altura frente a la Facultad, tras el supermercado de la calle Warnes entre Chorroarín y las vías del ferrocarril Urquiza. Una vecina de Paternal, Rosa Simón, que participó de las audiencias públicas dijo «nos venimos a enterar que van a construir 11 torres en nuestro barrio, específicamente entre las calles Chorroarín, Constituyentes y Joaquín Zabala, sin hacer un estudio de impacto ambiental y sin consultarlo con los vecinos». Algo parecido señalan algunos vecinos de Saavedra en relación al Parque Sarmiento, uno de los tres grandes parques de la Ciudad que está al borde del completo colapso a causa de la pretensión del gobierno de mudar allí las instalaciones del Instituto de educación física Nº 1 Dr. E. Romero Brest abriendo paso a la venta de las tierras en donde actualmente se encuentra el Instituto en el costoso barrio de Núñez. Eso implicaría la concurrencia de unos 3.000 estudiantes que realizan actividades durante 6 días a la semana y ya no quedaría lugar para que los vecinos disfruten del Parque Sarmiento.
S.S.: Tocás un tema muy sensible porque toda el área de Av. Libertador, incluyendo el Tiro Federal, el Cenard, el Centro de rehabilitación ubicado en la zona, como el mismo proyecto de traslado de los cinco hospitales a uno solo, porque todo lo que sea posible de privatizar para hacer negocios inmobiliarios está en carpeta. Han logrado con el Código legitimar esto, donde antes no se podía construir ahora se puede. El nivel de voracidad que ha demostrado particularmente Rodríguez Larreta nunca fue visto antes. Todos han entregado una parte de patrimonio público, pero esta gestión se lleva el récord. Entre otras cosas porque Puerto Madero se terminó, y los grandes empresarios inmobiliarios que lo construyeron necesitan tierra, y el Estado se ha transformado en el principal proveedor de tierra.
Algunos lo llaman el extractivismo urbano, una forma de desposesión de lo común. Habría que pensar si el día de mañana se necesita un nuevo hospital o una nueva escuela o cualquier otro proyecto de vivienda social no va a haber lugar donde hacerlo porque una vez que se construye y se desarrolla el tejido urbano lo metaboliza. El caso más emblemático de Agronomía, porque allí el tema no solo era la calle sino la construcción de un micro estadio en un terreno cerca del club Comunicaciones. Ahí tuvieron mucha presencia los vecinos del barrio Cortázar. Ese intento también se había dado en Balvanera donde los vecinos lograron evitarlo y se construyó una plaza.
El tema de la búsqueda de un espacio público para construir un emprendimiento privado como es el micro estadio para hacer espectáculos concesionados, termina resolviéndose en Atlanta, que es un ejemplo muy concreto de cómo se violentan las leyes, porque para que no se enteraran los vecinos hasta que estuviera consumado, tuvieron que utilizar a la agencia que se encarga de protección ambiental para que le diera un tratamiento no relevante y no pasara por audiencia pública. Si la agencia hubiese dicho que eso era de un impacto relevante había que hacer un estudio de impacto ambiental y los vecinos tenían que haber sido convocados.
En el corazón de Villa Crespo, en un terreno acotado, sin estacionamiento se construye un estadio para 16.000 personas y van a hacer entre 2 y 3 eventos por semana. Si eso no es impacto ambiental en un edificio que tiene más de 20.000 metros cuadrados cuando la norma dice que un edificio que tiene más de 5.000 tiene que pasar por impacto ambiental, que es sonoro, de transporte, de flujos, de instalaciones sanitarias, todo lo que puede generar el movimiento de tanta gente. En este caso equivale al doble del Luna Park que está en una zona no habitacional y funciona a contramano de la actividad intensa del día.
Eso se resolvió así y los vecinos se enteraron por La Nación porque va a quedar en manos de una empresa que es la que tiene los estadios Arena en todo el mundo y el diario. Le dieron una concesión, el terreno es de Atlanta y se lo había dado el gobierno para que ampliara la sede social, en principio se lo había dado a otra empresa que no lo había podido terminar, en 2015 se voló el techo del micro estadio y quedó trunco y en 2017 la Legislatura lo amplió con una nueva ley y les permite hacerlo en un ámbito difuso, porque no especifica ni el tamaño ni la capacidad. Tal fue así que los legisladores que fueron encarados por los vecinos les respondieron que no sabían para cuántos espectadores iba a ser, que pensaron que era para 5.000 no para 16.000. Lo cual habla muy mal de los legisladores de la oposición que votaron a favor, porque se aprobó con 46 sobre 52. Tienen la norma para hacer lo que quieren. Esa es la manera de operar de este gobierno.
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