Compañeras, compañeros: Haciendo caso omiso del voto NO de Irlanda, el gobierno español y la mayor parte de los grupos parlamentarios han decidido acelerar la ratificación del Tratado de Lisboa en las Cortes, como exigen las instituciones de la Unión Europea. El 26 de junio, y por un trámite acelerado que eliminó el paso previsto […]
Compañeras, compañeros:
Haciendo caso omiso del voto NO de Irlanda, el gobierno español y la mayor parte de los grupos parlamentarios han decidido acelerar la ratificación del Tratado de Lisboa en las Cortes, como exigen las instituciones de la Unión Europea.
El 26 de junio, y por un trámite acelerado que eliminó el paso previsto por la
Comisión de Exteriores del Congreso e impuso la «lectura única», sin admitir enmiendas sino tan sólo un voto en bloque, el Congreso de los Diputados ratificó el Tratado.
Ahora, de nuevo en un trámite apresurado, convocando sesión extraordinaria, está previsto que el día 15 de julio la ratificación pase por el Senado.
Quieren, sin duda, proceder con la mayor premura para evitar todo debate, toda discusión sobre el tratado entre los trabajadores, la población, en las organizaciones.
Saben que el alza del euro y el euríbor, las recientes directivas sobre tiempo de trabajo e inmigración, las sentencias del Tribunal de la Unión Europea contra los convenios colectivos y contra el derecho de huelga (casos Laval, Viking, Ruffert, Luxemburgo) alimentan un creciente rechazo contra la Unión Europea, sus directivas y el propio Tratado.
Según una encuesta de la propia Unión Europea un 76% de los trabajadores manuales y un 65% de los jóvenes votaron No en Irlanda. Tras las sentencias
y las directivas, hicieron suya la reflexión del principal sindicato de Irlanda:
«en estas circunstancias, no se puede dar más poder a estas instituciones»
Ahora intentan enterrar el voto del pueblo de Irlanda con ratificaciones como la
que planean en España.
Esta manera de actuar demuestra, una vez más, el carácter antidemocrático de las instituciones y los procedimientos de la Unión Europea.
Obligados por la premura, os convocamos a una delegación que el mismo día 15 busque la manera de entrevistarse con portavoces parlamentarios para hacerles llegar nuestra oposición a este método antidemocrático, y entregarles las firmas recogidas contra la ratificación del Tratado.
Los que participemos en esa delegación discutiremos también cómo continuar la campaña contra el Tratado de Lisboa, que a nuestro juicio pasa por la exigencia de un referéndum en nuestro país.