Activistas de la asociación ecologista «Plane Stupid» cierran el aeropuerto de Londres-Stansted

Lily, una mujer de 21 años, dijo: «Estamos aquí porque la generación de nuestros padres nos ha fallado y nos toca a los jóvenes parar el cambio climático usando todos los medios pacíficos. Tenemos miedo de lo que nos pueda hacer la policía, tenemos miedo de ir a la cárcel, pero no hay cosa que nos dé más miedo que la amenaza de la emergencia del cambio climático. Hemos sopesado las consecuencias de lo que estamos haciendo y estamos determinados para evitar que se emitan cuantas toneladas de CO2 podamos.

Los jóvenes desplegaron una camparta que rezaba «Emergencia climática». Llevaban chalecos reflectores con el eslogan «Por favor, HAGAN algo». Eligieron el día que la pista estaba cerrada por mantenimiento para hacer la invasión pacífica porque sabían que la pista estaba cerrada por mantenimiento.

Tilli, de 21 años, dijo: «Hemos crecido todos escuchando a Blair y Brown hablar de la necesidad urgente de acabar con las emisiones, pero no ha ocurrido nada. Ahora mismo políticos de la generación de nuestros padres están en Polonia celebrando coloquios sobre coloquios, pero nadie hace nada. Los científicos nos dicen que tenemos unos siete años para alcanzar el pico de emisiones. Si fallamos, la emergencia la pagarán nuestros niños. Por eso estoy aquí».

Los activistas eligieron Stansted después de que el gobierno aprobara la ampliación de la capacidad del aeropuerto hasta diez millones anuales. La aviación es la fuente de emisiones que crece más rápido y alcanza actualmente al menos un 13% del impacto climático. Los planes de nuevas pistas de aterrizaje por todo Reino Unido, incluyendo Heathrow y Stansted hacen pensar a los expertos del Centro Tyndall por el clima que la política para la aviación de los laboristas bastará por sí sola para que no se alcancen los objetivos climáticos.

Daniel, de 24 años, dijo: «Somos perfectamente conscientes de la magnitud de lo que hemos hecho hoy, y sabemos que mucha gente no comprenderá del todo por qué lo hemos hecho. Pero el Ártico está desapareciendo, el nivel de los mares aumenta y nuestra última esperanza para salvar nuestro porvenir se desvanece. Como Gran Bretaña es el país en el que se cogen más aviones del mundo, tenemos una responsabilidad única para acabar con las emisiones debidas a los vuelos».