El Secretario General de la Unasur respalda la creación de un Centro de Solución de Controversias y rechaza la política de espionaje de los EE.UU. En 30 días cesará en sus funciones. El desarrollo económico y tecnológico de la región -con un marco jurídico propio desvinculado de los consorcios transnacionales- es una prioridad para el […]
El Secretario General de la Unasur respalda la creación de un Centro de Solución de Controversias y rechaza la política de espionaje de los EE.UU. En 30 días cesará en sus funciones.
El desarrollo económico y tecnológico de la región -con un marco jurídico propio desvinculado de los consorcios transnacionales- es una prioridad para el Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Alí Rodríguez.
En una entrevista con medios de Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia y Ecuador, ofrecida el jueves desde Caracas, Rodríguez respaldó la propuesta de Ecuador para crear un Centro de Solución de Controversias de Unasur: «Debe contar la región con un organismo propio para el arbitraje de sus disputas y diferencias de manera que no estemos condicionados por los grandes poderes externos… Me parece de elemental lógica llevar adelante una iniciativa como la del Presidente (Rafael) Correa». Y cuestionó que los centros de arbitraje como el Ciadi dependan del Banco Mundial y «estén condicionados por las potencias económicas, por los grandes consorcios y particularmente por los consorcios petroleros».
Ya en la última cita de Unasur, en Surinam, el secretario General se refirió a la importancia de aprovechar los inmensos recursos naturales que posee la región para acabar con la pobreza. «Tenemos las mayores reservas de agua dulce del mundo, enormes reservas energéticas (hidráulicas, térmicas, eólicas y solares)… Nos falta una visión conjunta que sirva de eje para un plan estratégico racional, orientado a sacar provecho de esa gigantesca riqueza, porque hay que superar una verdadera paradoja: al lado de esa riqueza tenemos más de 100 millones de pobres y de ellos, cerca de un 30% son indigentes», expresó.
Reconoció que existe preocupación de los pueblos por la experiencia negativa que dejó la explotación petrolera como ocurrió en Ecuador con Texaco, pero «está demostrado que una política de extracción con estricto control del Estado y leyes severas que regulen la actividad puede hacerse sin provocar mayores trastornos en el medio ambiente».
Con respecto a los documentos difundidos el domingo pasado que demostrarían el espionaje de los Estados Unidos a los mandatarios de Brasil y México, Rodríguez señaló que «se trata de políticas imperiales que buscan el control del planeta», gracias a que cuentan con tecnología sofisticada que pueden burlar las seguridades de los Estados.
«Se trata de actividades condenables desde cualquier punto de vista, porque ya no son políticas de defensa de una potencia militar sino que buscan intervenir groseramente en los asuntos internos -incluso privados- de un jefe de Estado», sentenció, sin descartar que los demás gobiernos de la región hayan sido también víctimas de espionaje.
Por ello, planteó la necesidad de construir una red de telecomunicaciones propia de Unasur para que ya no dependan de los grandes centros de comunicación que tienen sus sedes en los Estados Unidos.
En cuanto a la consolidación de Unasur como un bloque financiero, explicó que el Banco del Sur será un instrumento de primer orden que tendrá éxito en la medida en que surja con proyectos de inversión, para lo cual requerirá un capital aproximado de $100 mil millones, pues explicó que la construcción de una refinería o la exploración petrolera requieren altas inversiones.
Además sugirió que la negociación de créditos con los organismos multilaterales sea consensuada entre los países, manteniendo una sola política, porque en bloque se pueden reducir los costos de interés que finalmente encarecen las inversiones.
El fortalecimiento de la Secretaría General de Unasur es un debate latente. Rodríguez indicó que, según los estatutos constitutivos, la toma de decisiones se encuentra en el Consejo de Delegados, que rige las funciones del Secretario, aspecto que se podría modificar a través de un consenso entre Jefes de Estado.
Confía en que la inauguración de la sede de Unasur en la Mitad del Mundo, prevista para mayo próximo, fortalezca ese rol, ya que recibirá mayor financiamiento y personal, sobre todo técnico, para asesorar a los 12 consejos ministeriales.
Está previsto que Rodríguez cese en funciones a fines de este mes, mientras las 12 naciones de Unasur designan al nuevo secretario general. Solo Bolivia y Perú han presentado candidatos hasta el momento.