Unidos en el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), en la UNAH, los universitarios protestan pacíficamente, haciendo su pleno uso del derecho universal a la protesta, como lo estipula la Carta Universal de los Derechos Humanos, sin embargo la persecución, tortura pública y amenazas a muerte, ha sido la respuesta que han recibido de las autoridades del […]
Unidos en el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), en la UNAH, los universitarios protestan pacíficamente, haciendo su pleno uso del derecho universal a la protesta, como lo estipula la Carta Universal de los Derechos Humanos, sin embargo la persecución, tortura pública y amenazas a muerte, ha sido la respuesta que han recibido de las autoridades del Alma Mater.
A través de una llamada internacional hasta la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con un universitario que por razones de seguridad no se revela su nombre, denunció que las autoridades de esa institución superior, comenzaran una fumigación interna.
Esto se efectuara sin importar la vida de los universitarios, que allí se alojan en son de protesta pacífica.
Sumado a este grave atentado, contra la vida de los estudiantes universitarios que serán expuestos a un gas toxico, como si no fuesen seres humanos, los guardias de seguridad privada de la UNAH, amenaza con armas de fuegos a los estudiantes.
Según la información transmitida por el universitario, una fuerte cantidad de estudiantes, mantiene tomado varios edificios del Alma Mater de Honduras, en respuesta a las medidas arbitrarias que las autoridades de la UNAH, aprobaron y que tienen como objetivo la privatización paulatina de este centro.
Por tal motivo una masiva cantidad de estudiantes se han aglutinado en el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), para protestar pacíficamente, pero la rectora de la UNAH, Julieta Castellanos, alejada de su vestimenta académica, les ha respondido con fuertes represiones.
En las protestas efectuadas en este mes de junio dentro de los predios de la UNAH, los estudiantes han sido víctimas de disparos con bala de plomo, gas lacrimógeno, amenazas a muerte, lesiones físicas entre otras torturas de carácter militar.
Por tal motivo el día de hoy como parte de las acciones que están tomando los universitarios para protestar, se sigue con la toma de varios edificios.
Los universitarios aglutinados en el MEU, se están alojando día y noche dentro de los predios, con el propósito de defender la autonomía de la UNAH, puesto que en los recientes atentados de los que han sido víctimas, se ha comprobado la terrible militarización de la UNAH.
Hasta el momento la rectora Julieta Gonzalina Castellanos, no ha respondido a las exigencias de los universitarios y ha decidido que las fuerzas militares y policiales de Honduras, se encarguen de la vida de los estudiantes, como si se tratase de un presidio. A su vez, Julieta Castellanos, en los últimos días, ha puesto en duda a la opinión pública nacional e internacional, puesto que no ha presentado su título académico superior de pregrado, maestría ni mucho menos un doctorado, para que ostente el cargo de rectora.
Esta denuncia la hizo pública el investigador y académico de la UNAH, Jorge Palma, quien fue entrevistado en una radio local de Honduras y hasta el momento la rectora Castellanos no ha aclarado este hecho, por lo que según las leyes de Honduras sería ilegal que ella esté al frente de una Universidad.
Ante este panorama, los universitarios de la UNAH solicitan la presencia de organismos internacionales de derechos humanos para que acuerpen el legítimo derecho universal de la protesta, según lo establece la Carta Universal de los Derechos Humanos.
De igual forma, hacen un llamado para que los organismos de Derechos Humanos responsables de que se respete la vida en el mundo, tomen nota de que en este momento las vidas de los universitarios de la UNAH se encuentran en constante amenaza.
Así mismo, la noche del 17 de junio y la madrugada de hoy, los estudiantes fueron víctimas de torturas psicológicas, puesto que cortaron la energía eléctrica de la UNAH, y automóviles circularon de forma extraña y amenazante dentro de los predios de la Máxima Casa de Estudios.
Una de las respuestas de la rectora Julieta Castellanos ha sido interponer una denuncia judicial contra un grupo de estudiantes universitarios, criminalizando de está forma la protesta estudiantil, quienes son tratados como si se tratase de delincuentes comunes.
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