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Los países latinoamericanos exportadores de banano doblegaron finalmente a la Unión Europea

América Latina perfora la barrera comercial

Fuentes: IPS

Los países latinoamericanos exportadores de banano doblegaron finalmente a la Unión Europea (UE) en uno de los pleitos más prolongados que se han librado en el sistema de comercio multilateral.

Un acuerdo rubricado este martes en la Organización Mundial del Comercio (OMC) obliga a los europeos a reducir los derechos aduaneros de 176 euros (256 dólares en la actualidad) por tonelada que impone al ingreso a su mercado del banano procedente de América Latina.

Los nuevos aranceles se establecen en 148 euros (215) dólares y continuarán luego bajando progresivamente hasta llegar en principio a 114 euros (166 dólares) en un lapso de siete años.

O sea, hay una ganancia real que permite entrar al mercado europeo a los países latinoamericanos, los más eficientes productores del fruto, explicó Fernando de Mateo, jefe de negociadores comerciales de México, uno de los países que rubricaron el acuerdo.

Las autoridades de la UE terminaron aceptando las mismas condiciones que habían aprobado a fines de julio de 2008, pero que desconocieron inesperadamente aprovechando que en ese momento las negociaciones más generales de la Ronda de Doha de la OMC sufrieron otro fracaso más de los que lleva en sus ocho años de discusiones.

Para cerrar el entendimiento sobre el banano, los europeos tuvieron que establecer acuerdos separados con sus ex colonias del grupo de países ACP (África, Caribe y Pacífico) y con las naciones exportadoras de productos tropicales.

La UE, que actuaba presionada por varias sentencias condenatorias del órgano de solución de diferencias de la OMC, convino igualmente una solución de sus litigios con Estados Unidos, que también protege intereses en el negocio bananero porque algunas de las mayores firmas comercializadoras transnacionales del producto tienen sede en su territorio.

Algunos negociadores comerciales se declararon sorprendidos por el súbito apego a la concordancia por parte de los europeos, que un año y medio antes habían rechazado de plano acuerdos de tenor muy parecido a los rubricados en la fecha.

Un negociador latinoamericano, que pidió reserve de su identidad, observó ante la consulta de IPS que en un solo día la UE resolvió los reclamos por la erosión de las preferencias que enarbola el ACP y por la disminución de los aranceles a los productos tropicales, demandada por distintos países en desarrollo. Al mismo tiempo, zanjó la diferencia con Washington.

La fuente interpretó que con esos pasos, la UE se liberó de problemas que reducían su capacidad de negociación en la Ronda de Doha y dejó a Estados Unidos como la única de las grandes potencies comerciales que aún arrastra conflictos insolubles en ese mismo marco.

Estados Unidos tiene pendiente una resolución del caso planteado por los gobiernos de Benín, Burkina Faso, Chad y Mali, integrantes del grupo Algodón 4, que se sienten perjudicados por las subvenciones que Washington otorga a los productores algodoneros de su país y de esa forma deprime los precios internacionales.

En el terreno contencioso de los tribunales de la OMC, el órgano de solución de diferencias, Estados Unidos ha quedado a merced de una acción de represalia por parte de Brasil, que obtuvo un fallo favorable en una demanda contra las mismas subvenciones a los algodoneros estadounidenses.

Las autoridades estadounidenses aplazan igualmente el acatamiento a una resolución de la OMC que estableció un trato favorable a los países menos avanzados (PMA) mediante el otorgamiento de condiciones de acceso a los mercados libre de derechos y de cuotas.

En esas condiciones, la UE y el resto de los miembros de la OMC obligan a Estados Unidos a asumir la iniciativa comercial, tanto para saldar esas deudas con los países más pobres como para contribuir al demorado acuerdo en la Ronda de Doha, iniciada el 1 de enero de 2002. La bola está ahora en el campo estadounidense, dijo la fuente.

De todos modos, ganar la libertad ha significado un precio nada despreciable para los europeos. Este bloque tendrá que destinar 200 millones de euros (291 millones de dólares) para sostener a los países de ACP más perjudicados por el acuerdo bananero.

Hasta ahora los exportadores de banano de la ACP gozaban de preferencias para ingresar con el producto libre de aranceles al mercado europeo. La UE aceptó que el caso de la erosión de las preferencias que se produce en el banano y otros previsibles en distintos productos se resuelvan mediante disminuciones de aranceles a plazos más largos.

En cambio, los productos tropicales recibirán un tratamiento opuesto, con rebajas más acentuadas de los aranceles de ingreso a la UE. Incluso muchos de esos aranceles de productos tropicales caerán hasta cero, aseguró a IPS César Montaño, jefe de negociadores de Ecuador.

En una evaluación de las consecuencias del complejo paquete de acuerdos negociado por la UE, el coordinador de los ACP, Baboo Servansingh, representante de Mauricio, dijo a IPS que los perdedores son los miembros de ese grupo.

En primer lugar, los más perjudicados son los pequeños estados insulares del Caribe, que carecen de otro recurso y dependen del banano, sostuvo.

Luego figuran algunos países africanos, como Camerún, donde el banano no es probablemente el único producto básico del cual dependen, pero representa un bien de gran importancia política porque consiste en el sustento de los campesinos más pobres de esas naciones, agregó.

Servansingh recordó que los ACP mantienen una especial relación comercial desde hace más de 30 años con la Comunidad Europea, ahora UE. Primero, desde 1975, fue a través de la Convención de Lomé, vigente hasta 2000, cuando fue reemplazada por el Acuerdo de Cotonou. La cooperación se extiende ahora con el Acuerdo de Asociación Económica, conocido por su sigla en inglés EPA.

En síntesis, el acuerdo sobre banano viene a resolver un problema pendiente entre países de ACP y otras naciones en desarrollo, como los demás exportadores de productos tropicales. En ese sentido es positivo, insistió Servansingh.

Sin embargo, la mayoría de las naciones caribeñas y muchas de las africanas salen perdiendo de este convenio firmado este martes, subrayó. 

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=94246