El sábado 6 de diciembre, la policía griega, sin ninguna provocación, asesinó a un estudiante de 15 años en el centro de Atenas. Acto seguido, multitud de protestas espontáneas se extendieron por Atenas, Tesalónica y otras ciudades de Grecia. Las protestas se convirtieron en motines por todo el país con la participación de miles de […]
El sábado 6 de diciembre, la policía griega, sin ninguna provocación, asesinó a un estudiante de 15 años en el centro de Atenas. Acto seguido, multitud de protestas espontáneas se extendieron por Atenas, Tesalónica y otras ciudades de Grecia. Las protestas se convirtieron en motines por todo el país con la participación de miles de personas hasta la madrugada. Al día siguiente, una manifestación de 10.000 personas desfiló por las calles del centro de Atenas hacia la Comisaría Central y acabó con enfrentamientos con la policía a lo largo de la noche.
El lunes por la mañana miles de estudiantes de instituto hicieron huelga y se dirigieron hacia las comisarías locales por toda Grecia mostrando su indignación ante la brutalidad policial. Por la noche, grandes multitudes se concentraron en el centro de Atenas ante el Parlamento y se enfrentaron a la policía y a las fuerzas de seguridad por tercera noche consecutiva.
En todas las grandes ciudades, pero también en ciudades tan pequeñas como Arta, Corfú e Itaca, el malestar social va creciendo y la tensión con las autoridades ha llevado al gobierno a una situación fuera de control. A diferencia de aquello que dicen el gobierno y los medios de comunicación, este asesinato no es en absoluto un hecho aislado.
Cada vez más la policía griega ha ido utilizando la violencia contra estudiantes, trabajadores, jóvenes, inmigrantes y grupos sociales que oponen resistencia a las políticas de austeridad, paro, inseguridad social y al colapso del sistema público de enseñanza.
El gobierno griego ha creado un estado policial con el fin de reprimir los disturbios sociales que su propia agenda neoliberal ha desencadenado. El armamento continuo de una policía en expansión, la adopción de políticas de tolerancia cero, la reducción de los derechos civiles y políticos, se utilizan como mecanismos de control social.
Una serie de hechos como accidentes laborales, huelgas de hambre por presos, pogromos contra inmigrantes y refugiados, tortura dentro de los centros de detención policiales y numerosos escándalos han contribuido a una tensión social sin precedentes en los últimos días.
Desde Izquierda Anticapitalista condenamos la brutalidad policial y el terrorismo de estado griego y mostramos nuestra solidaridad con las personas que están protestando en Grecia así como nuestro apoyo a su lucha justa. Apoyamos la Huelga General convocada hoy en Grecia y todas las muestras de solidaridad que se han extendido por gran parte de Europa, y exigimos la liberación inmediata de todas las personas detenidas durante las protestas.
Desde Izquierda Anticapitalista invitamos a todas y todos a mostrar nuestra indignación y nuestro apoyo al pueblo griego en lucha, acudiendo a todas aquellas concentraciones y muestras de solidaridad que están surgiendo en diferentes ciudades del estado.