La libertad es un virus. Ayúdanos a difundirlo. Así se presenta el nuevo periódico italiano Il Fatto Quotidiano, cuyo director, Antonio Padellaro (Roma, 1946), participó ayer junto al periodista Marco Travaglio en un encuentro en Barcelona para diseccionar el complejo momento político que vive su país. Con él no parece que vaya a haber […]
La libertad es un virus. Ayúdanos a difundirlo. Así se presenta el nuevo periódico italiano Il Fatto Quotidiano, cuyo director, Antonio Padellaro (Roma, 1946), participó ayer junto al periodista Marco Travaglio en un encuentro en Barcelona para diseccionar el complejo momento político que vive su país. Con él no parece que vaya a haber ley mordaza que valga.
-La ley con la que el Gobierno italiano pretende restringir la captación y la difusión de las escuchas telefónicas ha causado conmoción.
-Claro. Las escuchas son en todo el mundo un instrumento fundamental para la investigación judicial. En Italia, los delitos financieros, la corrupción y la influencia del crimen organizado son problemas enormes, y la ley limitará el uso de este instrumento y lo complicará tanto que lo convertirá en ineficaz. El día que se apruebe, los mafiosos brindarán con champán.
-¿Y cómo afectará a la prensa?
-Un ejemplo: Uno de los escándalos que más han impresionado a la opinión pública italiana en los últimos tiempos ha sido el de la clínica Santa Rita de Milán. Las escuchas revelaron que los médicos hacían operaciones quirúrgicas innecesarias para poder cobrárselas a la Sanidad pública. Cuando esas conversaciones alucinantes se publicaron, la clínica fue clausurada y los propietarios, arrestados. Con esta ley vigente, ningún periódico hubiera podido publicarlas, bajo riesgo de multa de hasta medio millón de euros, y esta historia habría tardado años en conocerse, hasta que hubiera llegado a juicio. Eso es absurdo.
-En Italia el derecho a la intimidad y al honor ya está regulado, y los perjudicados pueden acudir al juez.
-Berlusconi alega el derecho a la intimidad de los ciudadanos.
-¿Cuáles son, entonces, los auténticos motivos?
-Berlusconi decide que hay que hacer esta ley cuando se ve envuelto en un escándalo en torno a la naturaleza de su relación con una menor y por frecuentar acompañantes de pago. Una de ellas grabó con su móvil su encuentro sexual, pero ningún medio consideró adecuado difundir las imágenes. Nosotros tuvimos acceso a un crudo y detallado relato de aquella noche y tampoco creímos justo ni conveniente publicarlo. Pero el primer ministro aprovechó ese incidente para impulsar la ley.
-La democracia italiana está enferma. El Parlamento es un ente inútil, que se reúne poco y se limita a ratificar las decisiones del Gobierno. Este está formado por los amigos de Berlusconi, sus amigas, sus fieles y sus muy fieles. Al tercer poder, el judicial, Berlusconi no lo soporta y trata de enjaularlo. Y al cuarto, la prensa, lo tiene controlado; no tanto a los periódicos, pero sí a las televisiones, mucho más influyentes. Este hombre, con el conflicto de sus grandes intereses económicos y su poder político, ha debilitado la democracia.
-Denuncia usted que Italia vive un proceso de degradación política. ¿Peligra la democracia?
-¿Y la izquierda?
-Tiene un defecto mortal: la división interna. Varios partidos, varias corrientes, siempre en ruta de colisión. Eso es una ayuda inestimable para Berlusconi. Pero, aunque la oposición política y parlamentaria es débil, la oposición social es fuerte y creciente. No sé si eso bastará. Pero soy optimista.