Uno de cada dos peruanos sabe qué es la biodiversidad y la mayoría dejaría de comprar productos que no sean social o ambientalmente responsables, señala un sondeo internacional que incluye por primera vez a este país andino, amazónico y megabiodiverso. El Barómetro de Biodiversidad, que lleva adelante desde hace cuatro años la Union for Ethical […]
Uno de cada dos peruanos sabe qué es la biodiversidad y la mayoría dejaría de comprar productos que no sean social o ambientalmente responsables, señala un sondeo internacional que incluye por primera vez a este país andino, amazónico y megabiodiverso.
El Barómetro de Biodiversidad, que lleva adelante desde hace cuatro años la Union for Ethical BioTrade (UEBT, Unión por el Biocomercio Ético), con sede en Suiza, aspira a medir el grado de conciencia de los consumidores sobre la diversidad biológica y asuntos relacionados, como la conservación y el desarrollo sostenible.
El estudio ejecutado por la consultora de opinión pública Ipsos abarcó este año a 8.000 consumidores de Alemania, Brasil, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Suiza y Perú, considerado uno de los 15 países megabiodiversos del mundo, por la gran variedad genética de sus especies de flora y fauna.
En Perú, 52 por ciento de los entrevistados oyeron hablar de diversidad biológica y saben qué significa. Ese guarismo coloca a este país sudamericano a mitad de la lista sobre toma de conciencia de la biodiversidad, casi junto a Estados Unidos, con 53 por ciento, y por encima de Alemania, con 42 por ciento, e India, con 19 por ciento.
Sin embargo, ese porcentaje es bajo si se lo compara con el de Brasil, que encabeza el listado con 97 por ciento.
Apenas cuatro por ciento de los encuestados peruanos oyeron hablar de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) que se realizará en junio en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
En Brasil, 59 por ciento saben de la reunión que marca dos décadas desde la Cumbre de la Tierra de 1992, pero solo 24 por ciento entienden realmente de qué se trata. En Perú, esos llegan a uno por ciento.
«Sí existe un nivel de conocimiento de los peruanos sobre la biodiversidad, solo se necesita un mayor trabajo de difusión en el que cumplan un papel importante los gobiernos, las empresas y las organizaciones de la sociedad», dijo a IPS la representante de UEBT en Brasil, Cristiane de Moraes, quien llegó a Lima para presentar la investigación este miércoles 23.
«Es necesario que se realicen este tipo de estudios para saber qué está pasando con el consumidor, si realmente está informado, si tiene conciencia sobre qué es la biodiversidad y cómo puede ser utilizada como fuente de abastecimiento de manera ética y responsable con la población local y el ambiente», agregó De Moraes.
En el caso de los peruanos encuestados, 90 por ciento dijeron haber oído hablar sobre la pérdida de especies y la deforestación, prácticas que dañan la biodiversidad. Sus principales fuentes de información son la publicidad en televisión, con 44 por ciento, los programas y documentales televisivos, con 43 por ciento y, sorprendentemente, la escuela y la universidad, con 42 por ciento.
La investigación también mide la intención de compra de los consumidores de productos que tienen ingredientes naturales de la industria cosmética y de alimentos y bebidas, es decir, sectores que se benefician directamente de la biodiversidad local para hacer negocios.
Sobre este punto, según el Barómetro, 88 por ciento de los peruanos prefieren productos cosméticos elaborados a base de ingredientes naturales, mientras 89 por ciento prestan atención a las etiquetas ambientales y éticas (como orgánicos o comercio justo) cuando compran alimentos, y 78 por ciento cuando compran cosméticos.
Así, las preferencias de los consumidores de Perú por estos productos están por encima de las de sus pares de Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña.
«Existe una valorización positiva de este tipo de productos, pero quizás hace falta que la población vincule que esos ingredientes naturales provienen de la biodiversidad y por eso se necesita garantizar un abastecimiento ético y buenas prácticas», explicó la representante de la UEBT.
El uso sostenible y responsable de los ingredientes que aporta la naturaleza, junto con una cadena de abastecimiento en la que todos los participantes se beneficien de manera justa, son los fundamentos del biocomercio ético.
La UEBT promueve estas prácticas y considera que el Barómetro es una forma de promover el tema en la discusión pública entre autoridades, empresas y sociedad.
El Ministerio del Ambiente, que también tomó parte en la difusión del Barómetro, considera que al ser Perú el cuarto país del mundo con mayor diversidad biológica, se requiere un manejo sostenible de sus recursos.
Las exigencias de los consumidores sobre esta prédica van más allá, según el estudio. Ochenta por ciento se mostraron de acuerdo con dejar de comprar un alimento o bebida si no cumple con el respeto al ambiente o con prácticas éticas en el aprovisionamiento de materias primas y en la producción. Otro 78 por ciento harían lo mismo con los productos de belleza y cosméticos.
Asimismo, más de 90 por ciento de los entrevistados expresaron su deseo de que las empresas de alimentos, bebidas y cosméticos informen más y mejor sobre cómo se abastecen de los ingredientes naturales. Hay una necesidad clara de información que debe ser cubierta, dijo De Moraes.
Pero, ¿a quiénes atribuyen los peruanos las responsabilidades de garantizar un uso responsable de estos recursos? Cincuenta y dos por ciento consideraron que el principal responsable del desarrollo sostenible es el gobierno, 31 por ciento dijeron que lo eran los consumidores, y apenas 17 por ciento responsabilizaron en primer lugar a las empresas.
Hay cada vez más asociaciones y empresas interesadas en participar en el biocomercio ético e implementar estas prácticas, según Fernando Mendive, jefe del laboratorio Takiwasi, que elabora medicamentos con plantas de la Amazonia y cosméticos con ingredientes naturales de la norteña región de San Martín.
«Hoy se sabe que, para tener sostenibilidad y que se beneficien de todos, se debe respetar la parte ambiental y social», dijo a IPS.
Pero «es importante no mezclar a algunas empresas que asumen una fachada ambiental con las que sí queremos trabajar responsablemente con el biocomercio», dijo Mendive, quien trabaja con su equipo para que Takiwasi pase de ser una asociación a una empresa.
Para Mendive, es importante la información que exigen los consumidores sobre el abastecimiento, porque así se puede hacer más transparente la cadena de producción y promover acciones sólidas en el biocomercio.
Takiwasi trabaja con 400 familias del pueblo indígena quichua en la selva de San Martín para el cultivo y recolección de plantas. La organización forma parte del proyecto Perú Biodiverso -socio de la UEBT- y trabaja con empresas y el gobierno para garantizar que los productores locales se beneficien del éxito de estos negocios.
La UEBT tiene afiliadas 45 empresas de las industrias alimentaria y cosmética. Para mantener la afiliación exige el cumplimiento de una serie de estándares a implementar de manera paulatina.
Para confeccionar el Barómetro, la empresa Ipsos entrevistó en Perú a 1.000 personas en Lima y en las ciudades de Arequipa (sur), Trujillo y Chiclayo (noroeste).