Traducido para Rebelión por Àngel Ferrero
La filtración de la lista de miembros del fascista British National Party (BNP) es una oportunidad para que los sindicalistas y antisfacistas británicos devuelvan el golpe a la mayor organización nazi en el Reino Unido. La lista de miembros del BNP, con fecha de finales del año pasado, apareció en Internet la pasada noche. Nick Griffin, líder del BNP, ha admitido hoy que la filtración proviene del interior de la propia organización. El responsable, declaró, es un antiguo empleado del BNP descontento con el partido.
Los fascistas no tienen ningún derecho a quejarse de que su privacidad haya sido invadida. Durante mucho tiempo han estado sirviéndose de páginas que promovían el odio como «Red Watch» para publicar información personal sobre activistas antifascistas. Ahora sus tácticas se les han vuelto en contra.
Esta filtración ha sumergido al BNP en el desorden. Simon Derby, uno de sus principales líderes, ha declarado hoy que «si encontramos a la persona que ha publicado esta lista, verá que su decisión habrá sido una de las más estúpidas que haya tomado en toda su vida.»
El movimiento sindical tiene una tradición larga y profunda de lucha antifascista, incluyendo campañas contra los fascistas en el lugar mismo de trabajo. El BNP es una organización nazi y la pertenencia al BNP es incompatible con toda una serie de trabajos y ocupaciones. La izquierda debería aprovechar esta oportunidad para reducir la capacidad del BNP para organizarse. Deberíamos apartar a los nazis de trabajos públicos como la educación y la sanidad. Los miembros de la policía con carné del BNP deberían ser inmediatamente despedidos.
Deberíamos también pedir al gobierno laborista que apoyase los intentos de los sindicatos en su campaña contra el fascismo en los lugares de trabajo. A principios de este mes el gobierno tumbó vergonzosamente una legislación que habría ayudado a la lucha contra el BNP. Los sindicatos reclamaron el derecho de expulsar a los miembros del BNP sin compensación, pero sólo 15 parlamentarios del Partido Laborista la apoyaron.