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La ofensiva contra Hamás en Gaza, los enfrentamientos con Hizbulá y las tensiones con Irán eclipsan las graves violaciones de derechos humanos que están teniendo lugar en la Cisjordania ocupada, mientras el Gobierno israelí legaliza allí colonias como ningún otro Ejecutivo anteriormente
Los bombardeos israelíes no sólo han dejado a decenas de civiles muertos y unos 90.000 sin hogar en el sur de Líbano, sino que el empleo de fósforo blanco ha provocado daños en el medioambiente y la agricultura, según el Gobierno.
El doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y experto en el conflicto israelopalestino cree que la actual guerra en Gaza marca un punto de inflexión para Israel, tanto a nivel interno como de cara al exterior.
Los soldados israelíes dejan en sus redes sociales evidencias del robo de pertenencias a modo de recuerdo, el último de una serie de abusos que ellos mismos documentan. “Desgraciadamente la impresión es que no hay límites. Se sabe que no se pagará un precio por ello”, explica a elDiario.es el fotoperiodista israelí Oren Ziv
El primer ministro ha prometido a los israelíes una “victoria total” frente Hamás y una ofensiva terrestre en la última ciudad del sur de Gaza, pero –según los analistas– es una maniobra de distracción de un líder obsesionado con su supervivencia política.
La elevada cifra de bajas civiles en Gaza, junto con un número creciente de noticias falsas e imágenes difundidas por el aparato de propaganda israelí, han afectado considerablemente a la credibilidad del Gobierno de Netanyahu a escala internacional