Artículos
La inestabilidad continúa asolando vastas regiones de Nigeria, con diferentes focos de violencia debido no solo al accionar de los grupos rigoristas como Boko Haram, Daesh-WAP oISWAP (Estado Islámico Provincia del África Occidental), ambos tributarias del Daesh, sino también al de las bandas criminales que en muchas oportunidades, para cuestiones puntuales, alquilan sus servicios a las khatibas integristas.
A pesar de que a lo largo de los últimos 18 años prácticamente todos los gobiernos que se sucedieron en Somalia han anunciado la inminente derrota del grupo fundamentalista Harakat aš-šabāb al-muŷahidīn (Movimiento de Jóvenes Muyahidines), conocido en Occidente como al-Shabaab, una de las khatibas más activas de África, el grupo acaba de cumplir 18 años de existencia y nada hace presumir que esté cerca su extinción.
Un nuevo episodio que ha dejado cerca de 80 muertos se acaba de producir en la guerra intermitente que, por su independencia, libra Baluchistán, la provincia más grande de Pakistán, contra el Gobierno federal, desde 1948.
Entre 2016 y 2017 era casi imposible imaginar un peor contexto para la minoría musulmana de Birmania conocida como rohingya, una comunidad cercana al millón setecientas mil almas, cuyo origen es una mezcla de etnias: árabes, mogoles y bengalíes, que se ha concentrado en el estado de Rakhine, también conocido como Arakan.
Con más del sesenta por ciento del territorio tomado por la insurgencia, y tres millones de desplazados internos, la guerra civil de Birmania, a punto de cumplirse tres años de su inicio y habiéndose extendido a toda su geografía, parece alcanzar el punto culminante, en el que, para muchos analistas, se avizora la caída del Gobierno militar.
El reciente proceso de destitución de la Primera Ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, que a lo largo de un mes fue desde manifestaciones cada vez más numerosas y violentas -al punto que el 5 de agosto el ejército terminó de quitarle el respaldo- no puede leerse fuera del contexto de las operaciones que Estados Unidos está ejecutando en la región con un único objetivo: cercar y provocar una reacción violenta de China.