Artículos
Los festivales de cine político de Ronda y el Punto de vista de Navarra han sido dos de los últimos eventos culturales que han sufrido el recorte de fondos por parte de la Administración o ‘gobernanza’.
Junto a la grandeza de la independencia afectiva de la obra de unos pocos realizadores que sólo encuentran calor en pequeños festivales como el Punto de Vista de Navarra, celebrado hace unos meses, y que imponen la ética de un cine sin ficciones superestructurales en el relato documental de nuestra contemporaneidad, se alojan los que, […]
«¿Adonde llevaban estas escaleras? Las puertas se abrían rebotando contra los muros. ¿Los templos de las salas de las máquinas? Las deidades, las máquinas-dioses de Metrópolis. Todos los grandes dioses vivían en templos blancos. Baal y Moloch, Huitzilopochtli y Durgha. Algunos terriblemente sociables, otros espantosamente solitarios. Aquí, el carro divino de Juggernaut; allí, las Torres del Silencio; allá, la cimitarra de Mahoma; más allá, las cruces del Gólgota. Y ni un alma, ni un alma en las salas blancas. Las máquinas, las máquinas-dioses estaban terriblemente abandonadas. Pero todas vivían, sí, todas vivían realmente una vida mejor, una vida ardiente. Porque Metrópolis tenía un cerebro. Metrópolis tenía un corazón.» Thea von Harbou, «Metrópolis» p.144 Ed. Martínez-Roca.