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Los explosivos estallaron justo en el momento en que los reclutas de la Comisaría Fronteriza se retiraban del establecimiento en el Fuerte Shabqadar. La televisión mostró calles regadas de sangre y decenas de vehículos retorcidos.
El gobierno lanzó una masiva redada en la víspera de una manifestación nacional
Cientos de líderes políticos y abogados fueron detenidos y otros cientos pasaron a la clandestinidad. La oposición comparó la mano dura del actual presidente Zardari con la de su predecesor Musharraf. La marcha sigue en pie
Una payasada disfrazada de democracia
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens