Pascal Mallet

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Nicolas Sarkozy volvió a defender ayer la reintegración plena del Estado francés en la OTAN, con completa presencia en su estructura de mando militar, al considerar que lejos de poner en peligro su independencia, la fortalece. El presidente francés insistió en que «una nación solitaria es una nación que no tiene ninguna influencia». Los detractores del regreso pleno a la Alianza estiman que se trata de una decisión de gran calado que debilita la posición de París en el mundo.