Arthur Smith, quien trabaja una pequeña parcela desde hace más de 20 años en Barbados, llevó 18 kilogramos de zanahorias al mercado, pero no encontró quién se las comprara. «Los supermercados se abastecen con productores extranjeros», dijo indignado. «Si tenemos problemas económicos y necesitamos hacer algo para recortar las importaciones y ahorrar divisas, pues eso […]
Arthur Smith, quien trabaja una pequeña parcela desde hace más de 20 años en Barbados, llevó 18 kilogramos de zanahorias al mercado, pero no encontró quién se las comprara.
«Los supermercados se abastecen con productores extranjeros», dijo indignado. «Si tenemos problemas económicos y necesitamos hacer algo para recortar las importaciones y ahorrar divisas, pues eso es lo que hago, ahorrar divisas», protestó.
Smith no es el único en esa situación. Pero ahora parece que él y los otros agricultores finalmente obtendrán lo que reclaman.
El ministro de Agricultura, David Estwick, anunció que se reestructurará el sector para reducir las importaciones de alimentos que ascienden a 700 millones de dólares.
La reestructuración incluye un programa de producción local de alimentos, que amortiguará el impacto de la inflación de los productos importados debido al aumento de los precios globales.
«En el Ministerio de Agricultura vemos la necesidad de reestructurar completamente y reposicionar el sector para que pueda convertirse en uno de los pilares del desarrollo económico de Barbados», anunció Estwick.
«Nuestro papel es ofrecer un ambiente político acorde y facilitar las inversiones privadas y públicas necesarias para superar las restricciones que sufre el sector, y explotar las oportunidades disponibles», apuntó.
«Deseamos reorientar la agricultura para que se concentre en la producción de alimentos para garantizar nuestra seguridad alimentaria, así como la nutrición y la salud de la población de Barbados, al tiempo que se ahorran divisas», añadió.
El funcionario también dijo que esta semana comenzará una consulta nacional y que para comienzos de julio se redactará un llamado Libro Blanco de Agricultura.
Relación histórica con la agricultura
La producción agrícola fue la principal ocupación de los primeros pobladores de Barbados, no solo para el consumo local, sino para exportar a Gran Bretaña y vender a otros territorios coloniales.
Los primeros pobladores europeos llegaron en 1627 a un territorio selvático. Pero en 1700 la mayoría ya había sido transformado en áreas cultivables.
El paisaje se transformó en un ecosistema agrícola con cultivos mono-específicos como caña de azúcar, verduras pequeñas, raíces y pasturas para el ganado.
En las últimas décadas, el territorio cultivado disminuyó respecto de principios del siglo pasado, en especial por la demanda de tierras para la construcción de viviendas y el desarrollo turístico, como hoteles y campos de golf.
Tres desafíos
La demanda de tierra para viviendas es uno de los tres principales desafíos identificados por el politólogo Peter Wickham, que deberá afrontar el gobierno. Los otros dos son el empleo y la apropiación indebida de predios, de ganado y de producción.
«Tenemos escasez de tierras en Barbados porque queremos construir casas y, básicamente, es más práctico para los agricultores dejar sus pasturas en barbecho y alegar que no son tierras cultivables», dijo Wickham a IPS. «Se pueden subdividir y vender como parcelas para construir casas y así ganan mucho más dinero», apuntó.
En lo que respecta al empleo, dijo que Barbados, al igual que Antigua y Barbuda, no tienen mucha mano de obra que quiera trabajar en el campo. Pero se oponen a la llegada masiva de personas de países vecinos.
Y en tercer lugar, «es una realidad (de la región) del Caribe que la gente siempre cree que los productos agrícolas están ahí para que ellos los tomen. Las granjas de Barbados rara vez tienen el tamaño de donde puedas obtener economías de escala», explicó. «Y les parece caro tener la debida seguridad, pero si no la tienen, los cultivos desaparecen», añadió.
«El argumento regional es que no hay modelo, pero la razón es porque no puedes tener uno que tome en cuenta los tres asuntos», apuntó.
Chelston Brathwaite, presidente de la Comisión Nacional de Agricultura, dijo que había una necesidad de repensar, reenfocar y reubicar los esfuerzos y usos de la tierra para satisfacer las necesidades del consumidor.
«Tenemos que ser cuidadosos de hacer un uso inmobiliario de todo nuestro territorio. Tenemos que reservar algo para los alimentos», apuntó.
El concepto de Libro Blanco se basa sobre el principio de que la agricultura necesita modernizarse para vincularse con otros sectores de la economía y cumplir con su papel de contribuir al desarrollo, explicó Estwick.
Las áreas que se desarrollarán en el Libro Blanco incluyen el uso de la tierra, el robo predial, la seguridad nutricional y alimentaria, la importación de alimentos, la inversión en el sector agrícola, la promoción de vínculos entre sectores, incluido el turístico, el industrial y el energético.
También se concentrará en la construcción de capacidades y en el desarrollo de recursos humanos, así como de la caña de azúcar, de incentivos y asistencia financiera y técnica para la agricultura, y del papel que puedan desempeñar otras agencias nacionales, regionales e internacionales para ayudar a este sector.