Tras los atentados de Londres, el primer ministro británico Tony Blair tuvo que realizar una comparecencia pública. Él no pudo, como hizo su amigo Aznar, mentir sobre la autoría del ataque. No pudo culpar a la ETA o al IRA. Pero también intentó desviar la atención sobre las verdaderas motivaciones de los terroristas y de […]
Tras los atentados de Londres, el primer ministro británico Tony Blair tuvo que realizar una comparecencia pública. Él no pudo, como hizo su amigo Aznar, mentir sobre la autoría del ataque. No pudo culpar a la ETA o al IRA. Pero también intentó desviar la atención sobre las verdaderas motivaciones de los terroristas y de esta manera evitar su indirecta responsabilidad. En lugar de asumir sinceramente que los ataques eran la respuesta a su intervención ilegal en Irak y que era el precio en vidas (por cierto, usuarios de transportes públicos y, por tanto, de las clases sociales más bajas) que debían pagar por su política subordinada a los intereses de EE.UU, manifestó que los terroristas no conseguirán «destruir nuestros valores y nuestro estilo de vida«1. Poco después la Reina Isabel dijo que esos atentados «no cambiarán nuestro modo de vida»2. Estas declaraciones tienen el sello de papá Bush quien manifestó cuando era presidente que «El estilo de vida americano no es negociable».
De las palabras de la Reina y de Blair se desprende que hay un grupo de terroristas, que han comprado explosivos en el mercado negro, que han preparado bombas y las han colocado en trenes y autobuses, para inmolarse seguidamente por que no les gusta el cricquet o el té de las cinco. Según avanzaron las investigaciones se ha sabido que a los autores le gustaba el cricquet y el fútbol, que uno de ellos era muy apreciado en su ciudad como trabajador social y todos ellos vivían dentro de sus fronteras perfectamente integrados en su sociedad. También, para demostrar las mentiras de los señores de la guerra, se han filtrado informes de sus propios servicios de inteligencia que alertaban del aumento del riesgo de atentados en el Reino Unido por su participación en la ocupación de Irak.3
Cuando no quedan argumentos ni razones siempre se puede hacer una llamada al patriotismo. Tony Blair intenta no acabar como su ex-colega Aznar, que no le pidan cuentas por su criminal política exterior e intentar engañar a sus ciudadanos con mentiras, repitiéndolas hasta la saciedad hasta que parezcan verdad. Los ciudadanos del Reino Unido tampoco se están dejando burlar, dos tercios de los británicos consultados creen que los atentados de Londres están vinculados con el apoyo del Gobierno a la invasión de Irak, según una encuesta publicada este martes en el periódico «The Guardian». El sondeo, hecho por la firma ICM para ese rotativo, dice que un 33 por ciento considera que el primer ministro británico, Tony Blair, es muy responsable por los ataques, según una encuesta realizada por el las encuestas realizadas entienden que estos atentados están directamente relacionados con la agresión a Irak encabezada por EE.UU y que su gobierno ha apoyado diligentemente.4
No se trata de justificar atentados contra ninguna población civil, nunca son justificables, pero el llamado «Trío de las Azores» además de asesinar a miles de ciudadanos de Iraq (y otros muchos países) ha mentido a sus ciudadanos. No hace falta esperar a la historia para emitir un veredicto, ya sabemos que son culpables.
1http://www.lavanguardia.es/web/20050708/51188638535.html
2http://www.elarea.com/documentos/documentos.asp?dc=1218510
3http://www.lanacion.com.ar/exterior/nota.asp?nota_id=722741
4http://www3.terra.com.ar/canales/actualidad/119/119161.html