Una ola de protestas sociales, que incluyó el ataque e incendio de la sede de la presidencia, sacudió ayer Bosnia-Herzegovina, país balcánico que está afectado por una profunda crisis económica, y dejó un saldo de al menos 130 heridos desde el miércoles pasado. Las manifestaciones comenzaron hace dos días en la norteña ciudad de Tuzla, […]
Una ola de protestas sociales, que incluyó el ataque e incendio de la sede de la presidencia, sacudió ayer Bosnia-Herzegovina, país balcánico que está afectado por una profunda crisis económica, y dejó un saldo de al menos 130 heridos desde el miércoles pasado.
Las manifestaciones comenzaron hace dos días en la norteña ciudad de Tuzla, contra el cierre de varias fábricas tras ser privatizadas. Pero las protestas se extendieron a 30 ciudades y llegaron hasta la capital, Sarajevo, en una oleada sin precedentes desde el final de la guerra de los Balcanes de 1991-1995.
Unos 6000 manifestantes atacaron la sede de la presidencia en la capital, primero con piedras, y después la prendieron fuego. La policía bosnia utilizó carros hidrantes para dispersar a los manifestantes que trataban de entrar en el edificio presidencial.
«Es todo nuestra culpa», manifestó el jefe de turno de la terna presidencial bosnia, el croata-bosnio Zeljko Komsic, al responsabilizar a la clase política por lo sucedido y reconocer que las protestas se producen por los problemas acumulados desde hace años. El mandatario anunció que convocó a una reunión de emergencia de la terna presidencial, que comparte con un serbio y un musulmán, aunque no supo decir si sus dos homólogos iban a aceptar la cita.
Tuzla, donde comenzaron las protestas, es la tercera ciudad de Bosnia, con unos 150.000 habitantes y fue antes de la guerra un importante centro de la industria química y maderera. Pero las privatizaciones, que comenzaron en 1998, no impulsaron el desarrollo, sino que causaron la quiebra de numerosas empresas, dejando a decenas de miles de trabajadores sin empleo. El premier de la región de Tuzla, Nermin Nikšić, presentó su dimisión, y el primer ministro de la Federación, Nermin Nikšić, declaró que había que distinguir «los trabajadores que se han quedado sin derechos fundamentales como la asistencia sanitaria o la jubilación de los ultras que aprovechan el momento para sembrar el caos». En cualquier caso, la situación socioeconómica es explosiva: la tasa de desempleo oficial roza el 30% y la juvenil el 60%.
Se han producido también manifestaciones en Mostar, Kakanj, Brčko, Sanski Most, Prijedor, Banja Luka, Gračanica, Bihać, Zavidovići. La explosión de una rabia que nace de la crisis ha hecho que se pase de pronto de hablar del «estancamiento estable» con el que se definía la situación en Bosnia a la «primavera bosnia», #bosnianspring. En octubre de 2014 habrá elecciones generales.
Fuentes:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-239393-2014-02-08.html
Andrea Rossini: Bosnia Erzegovina: la rivolta
http://www.balcanicaucaso.org/aree/Bosnia-Erzegovina/Bosnia-Erzegovina-la-rivolta-147767