La Comisión de Bruselas ha recomendado oficialmente a los Veintisiete que reactiven los procesos, desacompasados, de adhesión a la UE de Serbia y Kosovo. Reacciona así al histórico acuerdo por el que Belgrado reconoce «de facto» la independencia de Kosovo al lograr un estatuto de autonomía para la minoría serbia del norte del país balcánico. Tras este acuerdo, el veto de algunos estados europeos, entre ellos el español, al Estado kosovar es una cuestión prepolítica.
La Comisión de Bruselas ha recomendado la apertura de negociaciones de adhesión con Serbia y de un previo acuerdo de asociación con Kosovo tras el histórico pacto sellado entre ambos países, y ratificado ayer por el Gobierno y el parlamento respectivos
Tanto en el caso de Serbia como en el de Kosovo, la Comisión Europea considera que ambos países han dado «pasos para una mejora visible y sostenible en sus relaciones» y merecen que la UE dé un paso que ambos estados llevan tiempo esperando. Serbia obtuvo en febrero de 2012 el estatus de país candidato a la adhesión, pero está a la espera de abrir el capítulo de negociaciones, para lo que la UE exigía una normalización de las relaciones con Kosovo.
Kosovo está pendiente de iniciar el diálogo para sellar un acuerdo de Estabilización y Asociación con los Ventisiete, un paso previo a las negociaciones de adhesión.
Los Veintisiete deberán tomar una decisión sobre la propuesta de la Comisión, que destaca en sendos informes los progresos realizados por ambos países, en la cumbre de junio, cuando podrían poner una fecha concreta para el inicio de los respectivos procesos de negociación.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, tenía previsto informar ayer mismo a los ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo sobre el acuerdo histórico alcanzado el pasado viernes por Serbia y Kosovo bajo su mediación para normalizar sus relaciones y dar cierta autonomía al norte de Kosovo. En virtud del acuerdo, ambas partes han acordado crear una Asociación o Comunidad de municipios serbios autónomos dentro del marco legal del Estado kosovar.
Serbia accedió a que exista un único cuerpo de Policía en Kosovo, a cambio de que el comandante regional de la Policía para los cuatro municipios del norte de Kosovo de mayoría serbia sea un serbio de Bosnia. También accedió a la integración de todas las autoridades judiciales dentro del marco legislativo kosovar. A cambio, arrancó la creación de una división permanente del Tribunal de Apelación de Pristina para los casos que afectan a los municipios del norte en Mitrovica.
Ambos estados se comprometen a no bloquear los progresos de la otra parte para avanzar en la UE ni instigar a otros a hacerlo. Belgrado mantiene, eso sí, si rechazo a que Kosovo sea reconocido en organismos internacionales como la ONU.
El Gobierno de Belgrado, donde rige una coalición entre los panserbios del SRS y los herederos del finado ex presidente Slobodan Milosevic, dio luz verde al acuerdo, cuya ratificación por el Parlamento se espera sin problemas a lo largo de la semana dada su mayoría absoluta.
Hizo lo propio en la madrugada del domingo al lunes el Parlamento kosovar, con una mayoría de votos de dos tercios. Votó en contra la tercera formación del país, los independentistas de la plataforma Autodeterminación, que acusaron al primer ministro, Hashim Thaçi, de traicionar a Kosovo.
Miles de serbios de Kosovo salieron a las calles de las localidades norteñas de Mitrovica, Zubin Potok, Zvecan y Leposavic y anunciaron un referéndum para denunciar un acuerdo que consideran «ilegal».
Sus representantes políticos denuncian la traición de Serbia y amenazan con crear una Asamblea legislativa serbia en Kosovo, un extremo que queda fuera del acuerdo de Bruselas.
Tesitura para Madrid
La independencia de Kosovo, reconocida «de facto» por Serbia, sigue sin ser asumida por cinco estados de la UE, entre ellos el español, pero eso no le ha impedido mantener cada vez mayores contactos con los Veintisiete. De hecho, Bruselas propuso a los Estados miembros una decisión para que el país pueda participar en 22 programas comunitarios en distintos ámbitos.
De visita en la capital de la ocupada Cisjordania, el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, aseguró que el acuerdo alcanzado entre Serbia y Kosovo para la normalización de las relaciones no supone «ningún cambio de posición» para el Estado español, que no reconoce a Kosovo.