Traducido para Rebelión por la autora
[Entrevista concedida antes que el Tribunal Constitucional autorizara la candidatura]
Hace un año Josep Garganté impulsaba la huelga de autobuses en Barcelona para conseguir dos días de descanso semanal. Ahora es el primer candidato por los Países Catalanes (ocupa el tercer lugar de la lista estatal) de la candidatura Iniciativa Internacionlista, que el Estado español quiere impedir que se presente a las elecciones europeas del próximo 7 de junio.
¿Por qué decidiste apoyar a la candidatura Iniciativa Internacionalista?
Básicamente porque conozco la gente que aquí estaba organizando el tema y me dan la confianza de saber que son personas que están moviéndose por mejorar su entorno (sea laboral, social, etc.) y, por lo tanto, esta candidatura sería una denuncia del estado de cosas actual y una apuesta contra los que mandan desde hace demasiados años.
Los medios de comunicación hablan mayoritariamente de «candidatura abertzale». ¿Cómo la definirías tú?
Que la COPE y el ABC, primero, y el resto de grandes medios de comunicación, después, acusen Iniciativa Internacionalista de «abertzale» o de formar parte de «ETA-Batasuna» lo que hace es confirmarme que esta candidatura es un problema para todos los ricos que ellos representan, cosa que es un gran honor. Pienso que la candidatura se define por si misma al decir que somos internacionalistas, por mucho que los moleste a los miserables directores de los grandes medios de comunicación.
Se ha presentado como un valor el hecho que la componen personas de todo el Estado español. Pero muchas catalanas y catalanes pueden decir que lo importante es reforzar la lucha de nuestro país, en vez parte de participar en proyecto estatales. ¿Qué piensas?
Pues la verdad que para mí no tiene importancia este debate, es puramente circunstancial. Creo que se ha dado esta oportunidad y se ha tirado adelante. Quien no arriesga no gana. A la vez, creo que el trabajo hecho como candidatura no nos ha sacado de nuestro trabajo habitual. Personalmente, yo he continuado con mi tarea sindical y yendo a trabajar al bus.
Siendo una candidatura internacionalista, ¿consideras que puede aportar algo a las luchas de los Países Catalanes?
Pues ilegalizando la candidatura la «Justicia Española» ya ha aportado una clase magistral de como funciona y qué intereses defiende. Se ha trasladado la negación del derecho a presentarse a unas elecciones de Euskal Herria a todo el Estado español. Ellos mismos se han deslegitimado como supuestos «demócratas». Si finalmente nos pudieramos presentar y se consiguiera, como mínimo, un eurodiputado, pues evidentemente la situación de la gente trabajadora de los Países Catalanes podría hacerse escuchar más en Europa. Aunque fuera sólo para cagarse con todos los políticos chupópteros que están allá ya ha valido la pena todo el esfuerzo realizado.
¿Te ha sorprendido la decisión del Estado español de actuar contra la candidatura?
A mí, personalmente, no. De hecho, habíamos hecho una porra sobre el tema con algunos compañeros y compañeras de trabajo y he ganado. Evidentemente, muchos trabajadores y trabajadoras de autobuses de TMB y muchas amistades que sabían que había la candidatura se han quedado sorprendidos. Por esto decía antes que ellos, los que se autoproclaman constantemente como demócratas, se han puesto en evidencia.
¿Qué piensas de la declaración de Willy Meyer, de IU, diciendo que se debe respetar la decisión de los tribunales si anulan la candidatura?
Pues que la gran mayoría de los dirigentes de IU se han convertido en la izquierda capitalista y que aceptan fundamentalmente todas las reglas del juego que ha marcado la Patronal, la Monarquía y sus políticos. Claro está que hay algunos pocos dirigentes y bastantes más afiliados, afiliadas y votantes de IU que no están de acuerdo con la posición del Meyer de marras.
Por el hecho de ser una candidatura que se presentaba denunciando la ley de partidos, ¿no consideras que era previsible que se iniciara el proceso de anulación?
El tema no era la denuncia de la Ley de partidos, que también la hacen Izquierda Anticapitalista (IA) y el PCPE, sino que, en el fondo, tener simpatías por la izquierda abertzale podía comportar esto. Pero el caso, para mí, no es si esta persona o aquella habían estado en una manifestación o habían firmado un manifiesto de apoyo al Arnaldo Otegi. Porque, en todo caso, que te anulen por esto es, como mínimo, una simple excusa ridícula. El problema de fondo es el que refleja un chiste que dice: «La Audiencia Nacional cree que ETA es Dios. Por qué? Pues porque, según Garzón, Grande Marlaska y el resto de colegas, ETA, igual que Dios, está en todas partes». De este modo, cada vez que se presente alguien que moleste de verdad, pues dicen que es parte de ETA y se lo sacan de en medio. Si no ilegalizan IA y al PCPE es porque, nos guste o no, no representan un problema político para el Estado porque, seguramente, no conseguirán ningún eurodiputado.
Pero ¿no era arriesgado poner personas que habían estado en listas de ANV o que habían apoyado públicamente a la izquierda abertzale?
Si entráramos a aceptar su juego de agachar la cabeza y apartarnos de los que ellos dicen que están «contaminados o contaminadas», pues ya podemos dejarlo. Esta situación recuerda la caza de brujas del gobierno norteamericano contra los «comunistas». Tan sólo por declararte comunista ya podías engordar las listas negras y comerte toda la represión. En los momentos difíciles es cuando realmente hace falta la solidaridad. Además, como ya he comentado anteriormente, nos ilegalizan porque suponen que podríamos sacar un buen resultado por las simpatías que podríamos despertar entre los miles de catalanes, castellanos, vascos, andaluces, castellanos o gallegos que no quieren ser parte de esta España impuesta.
¿Al ver que se había iniciado el proceso para prohibir que II concurra a las elecciones, consideraste que había sido erróneo apoyarla?
En la vida tomas decisiones a sabiendas de que pueden traerte problemas personales porque crees que son cosas que se deben hacer, y punto. Durante la huelga de autobuses del año pasado, muchos compañeros nos la jugamos y decidimos que íbamos hasta el final, pasara lo que pasara, y creo que nadie se ha arrepentido. Aquellos momentos de tensión, de alegría, de represión y de compañerismo, ya no nos los sacará nadie. En el caso de la candidatura, ahora mismo hago el cachondeo con los compañeros de trabajo que la parte positiva es que, si finalmente nos ilegalizan, no podré volver a estar a ninguna lista electoral porque estaré «contaminado», cosa que me dejará más tiempo por hacer otras cosas (ríe). O sea que está todo bien, veremos como acaba toda la historia…
El Parlamento Europeo es una de las instituciones más alejadas de la ciudadanía. ¿Por qué consideras que puede ser útil conseguir un diputado?
Por el que me han dicho cada eurodiputado gana 10.000 euros al mes, o sea que imagínate cómo de alejados están estos políticos de la gente trabajadora. Poder estar allá dentro sólo serviría para crearles problemas internos, sacar información sobre cómo se gastan el dinero público, hacer llegar esta información a la gente y poder decirles a la cara que son unos sinvergüenzas. Quizás no es mucho, pero seria un placer hacerlo. Como mínimo les romperíamos la burbuja en la que viven.