El 15 de noviembre era la fecha programada. Cuba aparecía en la agenda de los grandes medios. Los altavoces de la razón universal desplegaron al unísono su canto global.
Categoría: Cuba

En Cuba se han aplicado diferentes modelos de gestión económica, que van desde una superlativa estatización y centralización administrativa de la producción, los servicios, el abastecimiento y el comercio durante las tres décadas posteriores al triunfo de la Revolución, hasta años recientes, en los que se aprobaron medidas para alcanzar mayor autonomía organizativa y financiera de las empresas estatales y el incremento de los actores no estatales en la economía.
Con mucho más impulso y pasión desde el exterior de la isla que en el propio escenario de los acontecimientos, la tan cacareada marcha resultó un incuestionable fracaso tal y como habían pronosticado las autoridades locales.
Las eficaces vacunas cubanas contra el covid-19 revuelven estómagos en la Casa Blanca, el Departamento de Estado, la CIA, la “comunidad de inteligencia” y, por supuesto, el reducto contrarrevolucionario de Miami.
Dos imágenes, cual rostros de Jano, nos interpelan más allá de cualquier juicio de valor sobre el curso de nuestra civilización y su huella en la tierra.
Con el paso a control estatal de la mayor parte de la tierra, la industria y la declaración del carácter socialista de la revolución comenzó a debatirse en Cuba la forma económica más eficiente para avanzar en la superación del modo capitalista de producción.

Hemos pasado duras pruebas en nuestra historia de luchas, pero indudablemente esta batalla para controlar la pandemia que azotó y azota al mundo, demostró la fortaleza de nuestro sistema de Salud y la calidad de nuestros científicos.
El desconocimiento de los lugares a donde acudir en busca de ayuda y el temor a represalias múltiples por parte de su agresor muchas veces paraliza a las víctimas de violencia y les impide romper las cadenas de maltrato.
El fracaso continuo tiene un efecto desmoralizador, por eso la energía revolucionaria que ha logrado sobrevivir al letargo tenemos que emplearla en primera instancia en cambiar todo lo que debe ser cambiado ‒que incluye cambiar a todo el que deba ser cambiado‒ y hacer que avance el poder popular por sobre las tendencias negativas enquistadas en la sociedad y en el Estado.
En 1960, el vicesecretario de Estado Lester D. Mallory recomendó castigar con hambre y otras privaciones el apoyo de la población cubana al joven y carismático líder Fidel Castro Ruz.