A partir de los datos del estudio 3344 del Barómetro del CIS de diciembre de 2021, voy a profundizar en la comparación entre los distintos líderes y corrientes en el seno de las izquierdas estatales: Partido Socialista, Unidas Podemos y sus confluencias y Más País-Mès Compromís.
Categoría: España
Las instituciones vascas, en su mayoría lideradas por el PNV, han gastado 210,3 millones de euros en 465 contratos en los últimos años para externalizar funciones básicas a las empresas del imperio del presidente del Real Madrid. Desde el Gobierno Vasco, o instituciones dependientes como el Servicio Vasco de Salud, la Agencia Vasca de Agua o la Universidad del País Vasco, hasta las diputaciones forales y un buen número de ayuntamientos y organismo municipales.


Un documento que ha hecho público el exministro José Bono confirma que el Gobierno de José María Aznar presionó a los servicios de inteligencia para que mantuvieran la tesis de que ETA había sido la autora de los atentados registrados en Madrid el 11 de marzo de 2004.

Belchite es el testimonio del horror, del caos, de la brutalidad, de la guerra. Hoy el nuevo Belchite recuerda que hubo un viejo Belchite, invita a conocerlo, a viajar por sus ruinas, a sentir su destrucción… pero fueron muchos años de silencio, de intentar olvidar.

Hasta la presente, el socio minoritario del Gobierno de coalición, Unidas Podemos, mantiene silencio.

La Sociedad Española de Ornitología (SEO)/BirdLife ha abierto la posibilidad, hasta el 13 de enero, de una votación ciudadana digital para la designación de “Ave del Año” en 2022.

El autor de ‘Las buenas familias de Bilbao’ concluye que los Ayuntamientos conformados tras 1939 estuvieron férreamente “arbitrados” por el dictador y que el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya fueron capitales en la financiación del franquismo.

En esta reflexión se parte de la convicción de que la prisión, y más ampliamente el sistema penal y la cultura de la pena, son elementos que sostienen y perpetúan las desigualdades sociales. Por ello, debemos dejar de lado la necesidad de ser culpables y asumir que la respuesta a los conflictos sociales que llamamos delitos no es un castigo. Hemos dado al Estado el poder de juzgarnos y castigarnos. Es preciso arrebatar al Estado el poder de resolver nuestros conflictos y también el poder de decidir cómo se pueden resolver.
La cosa viene de atrás. Antes de que el gobierno de Rajoy aprobase su reforma laboral de 2012, su predecesor Zapatero ya había desbrozado el terreno aprobando en junio de 2010, con alevosía y veraneo, otra previa. Bruselas (BCE, Comisión Europea) le presionó para ello y el PSOE dijo amén.