Una semana antes del viaje del presidente Aragonés, yo también recorría la provincia de Buenos Aires, en Argentina. No creo que hiciera las mismas visitas ni tuviera la misma agenda. Mi privilegio ha sido aproximarme a la realidad de las villas miseria, los barrios populares y las quintas agrarias donde mujeres y hombres migrantes bolivianos gestionan tierras de otros. O la Colonia 20 de Abril Dario Santillán, un antiguo psiquiátrico ocupado ahora por unas sesenta familias bolivianas para, precisamente, incidir en la necesaria reforma agraria que les permita el acceso en la tierra, ahora en manos de muy pocos y muy grandes propietarios.