
“Solo con el transcurso del tiempo y por la presión de los hechos, que son aún más porfiados que el derecho, la naturaleza obtendrá, primero en la doctrina, más tarde en la jurisprudencia y finalmente en la legislación, la condición jurídica que le corresponde y que le permitirá hacer valer plenamente los derechos que le son inherentes” ( Godofredo Sutzin. Jurista chileno (1984)