A pocos días de las elecciones presidenciales en Argentina, las tres candidaturas con posibilidades de éxito tienen un punto en común: seguir centrando su modelo económico en la explotación y exportación de la naturaleza de su país. A la soja o al petróleo ahora se les añade el nuevo «oro blanco», el litio que la transición ecológica de los países privilegiados reclama para evitar que nada cambie.