
Si tuviera que nombrar algún tipo de alimento que se vincule directamente con la construcción histórica del patriarcado y la masculinidad hegemónica, es sin duda la carne, la cual hasta el día de hoy sigue siendo la preferida de gran parte de los hombres, prefiriéndola por razones que van mucho más allá de un tema de gusto o de dieta específica.