
Frente a la realidad evidente y palpable de que hay que abandonar la economía capitalista basada en la “química del carbono o del petróleo” y en el “crecimiento ilimitado” que promueve la explotación irracional de los recursos naturales y del trabajo humano, se han ido formando a nivel global una serie de bloques de potencias, países, gobiernos, grupos de presión, pueblos y personas.